Lilia Arellano
“El cielo no conoce rabia como la del amor convertido en despecho, ni el infierno furia como la de una mujer despreciada”: William Congreve
● “El Rey del Cash” no les quita una pluma
● Ebrad y Sheinbaum, los grandes perdedores
● J. Ackerman, otro que se va… por lo mismo
Ciudad de México, 12 de octubre de 2022.-Puede considerarse como”obligatorio” comentar las apreciaciones personales sobre lo narrado en el libro “El Rey del Cash”, cuya autoría corresponde a la ya muy famosa Elena Chávez. Sin embargo, queda suficientemente claro: al presidente no le quitarán la máxima silla ni con éste, ni con los otros libros por escribirse en los próximos dos años, tal vez ni siquiera las revelaciones de Guacamayas surtan un efecto de esa naturaleza. Mario Delgado seguirá al frente de Morena mientras López Obrador así lo quiera o dé por saldada la factura por los “donativos” recibidos. Los otros del equipo cercano al Ejecutivo solamente dedicarán más tiempo a realizar el clásico “canto de las sirenas”, para mantenerse en sus cargos. El primer afectado puede ser Marcelo Ebrard, y no por perder Relaciones Exteriores sino la candidatura del 2024; la Sheinbaum está igual, en el terreno perdedor, pues se lanzan los reflectores sobre lo costoso de su precampaña haciendo surgir la interrogante ¿de dónde saca tanto dinero?
Visto está, actualmente el presidente Andrés Manuel López Obrador acumula un poder desproporcionado, con facultades incluso metaconstitucionales, y pretende extender su influencia al siguiente sexenio con Claudia Sheinbaum. Sin embargo, tarde o temprano deberá rendir cuentas de las fallas de su administración –estancamiento económico, sobre mortandad por Covid y ola de violencia-, de los innombrables pactos con cárteles de la droga documentados a la fecha en Sinaloa, Tamaulipas y Tabasco, por mencionar sólo algunas entidades; del tortuoso camino que lo llevó a la Presidencia de la República, de la recolección de grandes cantidades de dinero en efectivo sustraída de los presupuestos del gobierno de la Ciudad de México, en las gestiones de Marcelo Ebrard y Miguel Mancera, y Chiapas, en la administración de Manuel Velasco Coello, entre otros.
De existir la justicia y de operar adecuadamente el aparato de administración de la misma, ya estarían abiertas grandes y voluminosas carpetas de investigación en contra de funcionarios de primer nivel, como el ex gobernador de Tabasco y actual secretario de Gobernación, Adán Augusto López, por sus ligas con cárteles de la droga en el edén tabasqueño; del actual canciller Marcelo Ebrard Casaubón, quien sustrajo grandes cantidades de dinero para dárselo a la campaña de AMLO y quien sin duda será el primer damnificado del contenido del libro “El Rey del Cash” de Luz Elena Chávez, debiendo cancelarse totalmente sus aspiraciones presidenciales; del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien fue el instrumentó para concretar ese desvío; de Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE); de Ariadna Montiel, actual titular de la Secretaría del Bienestar; de Gabriel García Hernández, ex jefe de los delegados de Bienestar; y de Alejandro Esquer, secretario particular del presidente López Obrador.
Las filtraciones del colectivo Guacamaya de los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional; los cada vez más evidentes y escandalosos casos de corrupción en su administración, sobre todo en Segalmex y Pemex; y las revelaciones del libro “El Rey del Cash”, carcomen el teflón de la capa populista de López Obrador, quien repite una y otra vez en sus conferencias de prensa no hay ninguna prueba de esas acusaciones, está blindado, tiene escudo y, por supuesto, no se abrirá ninguna carpeta de investigación en la FGR con la cual pueda dañarse a su administración. Por eso le urge mantener el poder, para no ser investigado y exhibido como uno de los políticos más funestos de la historia de México, pues el titulo del más mentiroso ya lo tiene.
Desde hace mucho tiempo se ha demostrado el presidente López Obrador y sus colaboradores utilizan aportaciones descontando salarios a trabajadores de diversos gobiernos municipales, como en Texcoco con Delfina Gómez –premiada con la Secretaría de Educación Pública y nuevamente con la candidatura al gobierno del Estado de México-, o en la CDMX con Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera, para financiar su movimiento político cuando estaban en la oposición. “El señor de las ligas”, René Bejarano, y los hermanos del mandatario Pío y Martín Jesús López Obrador son la prueba fehaciente de este manejo de dinero en efectivo, sin que pase nada, a pesar del reconocimiento del origen de estas aportaciones provenientes del gobierno de Chiapas, cuando era gobernador Manuel Velasco, actual senador de la República y la más fuerte liga del tabasqueño con el Partido Verde.
Ahora en el libro de Elena Chávez, “El Rey del Cash”, revelan fue Marcelo Ebrard quien entregó a través de su secretario de Finanzas, Mario Delgado, maletas de dinero en efectivo a Morena. Sostiene la Chávez haber sido testigo, desde su posición como pareja por 18 años del brazo derecho, vocero, acompañante y principal empleado de AMLO, César Yáñez, de algunas de esas entregas a Alejandro Esquer, hoy secretario particular del presidente, y afirma escuchó conversaciones sobre otras entregas. Esto es una gran violación a la legislación electoral, no sólo porque es ilegal entregar aportaciones particulares, sino porque además provienen de recursos gubernamentales, lo cual constituye malversación de fondos públicos.
Elena Chávez González da nombres y detalles, tanto de políticos como de empresarios. Tras conocer quiénes aportaban, y cómo, muchas piezas del rompecabezas se acomodan, se responde a las preguntas de por qué tal político o tales empresarios gozan de la protección y gracia presidencial. Las coincidencias empatan perfecto con el relato y la crónica de la administración pública federal y las campañas políticas. Lo más relevante, sin duda, es que el libro destruye el mito del López Obrador pobre, humilde, de no contar con cuentas de cheques ni tarjetas de crédito, de portar sólo una estampilla religiosa en su cartera. Demuestra claramente todo es una gran mentira.
“El Rey del Cash” responde a la pregunta de qué ha vivido y cómo ha mantenido a su familia AMLO durante toda su vida, si sólo ha trabajado siendo, en etapas y bajo protección del gobernador de Tabasco, servidor público. También exhibe al reducido grupo alrededor del actual inquilino de Palacio Nacional como bandoleros y oportunistas, quienes ahora gozan de las mieles del poder con el manejo de grandes presupuestos, pero sobre todo con el otorgamiento de jugosos contratos de obras y procuración por asignación directa. La persecución vía el SAT o la FGR a sus críticos y opositores da fe de las afirmaciones sobre el tabasqueño: lo alimenta el odio y el resentimiento. Demuestra el apetito predominante del mandatario por el poder, por eso su totalitarismo es una gran amenaza para México.
Legisladores de oposición como la senadora del PAN, Kenia López Rabadán, exigieron se investigue a Marcelo Ebrard por presuntamente entregar maletas de dinero para financiar la campaña de Andrés Manuel López Obrador en 2006, así como a su secretario de Finanzas y actual dirigente nacional de Morena, Mario Delgado. Recordó a René Bejarano se le filmó “con esos paquetes de dinero, incluyendo las ligas, sin embargo, “a estos señores no se les filmó distribuyendo dinero”. Y cuestionó: “La pregunta es ¿quién pompo?, ¿a quién amenazaron?, ¿a quien corrompieron para darle dinero a la campaña del hoy presidente de la República?”. Según la vicecoordinadora parlamentaria del PAN, el libro “El Rey del cash: el saqueo oculto del presidente y su equipo más cercano”, de la reportera Elena Chávez, tiene a los funcionarios cercanos al presidente López Obrador “muy nerviosos”.
“Están operando para tratar de desvirtuar la realidad, pero claramente es que han ocupado mucho cash, mucho dinero líquido para sobornar y tener el poder que hoy tienen”, indicó la legisladora, quien informó la autora asistirá a la Cámara Alta para ratificar la información que presentó en el libro, así como lo hará en instancias nacionales e internacionales. López Rabadán adelantó propondrá la creación inmediata de una Comisión Especial en el Senado de la República para darle un seguimiento puntual a la información revelada luego del hackeo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). “A la fecha no hay una sola renuncia, no hay rendición de cuentas; se han caído las máscaras, este es un narcogobierno”.
A su vez, la senadora Lily Téllez expresó a través de Twitter: “Pues precisamente, usan cash para que no queden pruebas. Bola de corruptos y zonzos”. El ex presidente Felipe Calderón Hinojosa cuestionó si se acudirá a la Fiscalía General de la República (FGR) ante los presuntos delitos que se revelan en la publicación. El ex mandatario Vicente Fox Quesada sintetizó: “Nos fregaron con nuestra propia lana”. Roberto Madrazo, ex dirigente nacional del PRI y ex aspirante a la Presidencia de la República, también se refirió al libro señalando “ahora se sabe por qué el Metro se le está cayendo a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo”, porque hubo desfalcos en ese rubro, de acuerdo con lo expuesto por la autora.
Como siempre, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró se refirió al libro como otra de las acciones realizadas para afectar la transformación de su gobierno, señalando “no tiene caso responder a los señalamientos de Elena Chávez, porque no tiene ninguna prueba de lo mencionado”. Argumentó se han escrito otros 10 libros en su contra, y en un futuro se escribirán más, porque los escritores tienen toda la libertad de expresarse. En cuanto a afectaciones a su carrera y trayectoria surgidas por el libro, el tabasqueño asegura es su honestidad el escudo protector y el pueblo mexicano “su Ángel de la Guarda”.
Mario Delgado, no dejó pasar la oportunidad de utilizar las mismas palabras de su jefe al sostener: “El Rey del Cash” tiene sólo “dichos y sin pruebas”. Dijo: el libro es poco serio y “contiene muchos reproches sentimentales”. E insistió: “es el mismo argumento, el financiamiento de Morena, que se hizo con el esfuerzo de miles de mexicanos, pero que es una estrategia para tratar de desprestigiar al movimiento de Morena”.
Está suficientemente claro: al presidente no le quitarán la máxima silla ni con éste, ni con los otros libros que puedan surgir en los próximos dos años, tal vez ni siquiera las revelaciones de Guacamayas surtan un efecto de esa naturaleza. Mario Delgado seguirá al frente de Morena mientras López Obrador así lo quiera o dé por saldada la factura por los “donativos” recibidos. Los otros del equipo cercano solamente dedicarán más tiempo a realizar el clásico “canto de las sirenas”, para mantenerse en sus cargos. El primer afectado puede ser Marcelo Ebrard, y no por perder Relaciones Exteriores sino la candidatura del 2024, la Sheinbaum está igual, en el terreno perdedor pues se lanzan los reflectores sobre lo costoso de su precampaña y surge la interrogante ¿de donde tanto dinero?
DE LOS PASILLOS
Tocó el turno a John Ackerman, a uno de los defensores a ultranza de López Obrador y, por desgracia, no fueron ni él ni su señora esposa, la ex titular de la Función Pública Irma Eréndira Sandoval, aportadores de cantidades económicas importantes para la causa, para el movimiento, de tal suerte su futuro fue cancelado. Todo comenzó cuando nombraron a Pablo Sandoval delegado especial en Guerrero. Desconocedores de hasta donde llegaba la influencia de Félix Salgado y sabedores de su oscuro pasado, consideraron a este nombramiento como la antesala de la candidatura a la gubernatura. Sin embargo, del otro lado, consideraron estarían muy ciertos los Sandoval del deber de trabajar para el “compadre”. No fue así y primero salió por cuerdas Pablo y posteriormente doña Irma. Su marido, John Ackerman, siguió dentro de Morena y le lanzó muchos avisos al presidente sobre la mala conducta de quienes estaban tergiversando, según él, sus ambiciones y deseos democráticos. Se topó con pared y “cerró su ciclo” tanto en el Canal Once como en el diario presidencial, La Jornada. Ya sin tener absolutamente nada que perder, señaló las diferencias tanto con Mario Delgado como con Morena. Las malas lenguas hablan de una reunión en la cual Ackerman se desató frente al presidente llegando al grado de burlarse de Delgado, lo cual causó disgusto y se procedió a pedirle cuentas sobre el proyecto en el Conacyt para el cual le entregaron 5 millones de pesos. El mensajero fue el secretario particular, Esquer, y no precisamente le habló como el chino-mexicano “coopelas o cuello”, sino “renuncias o entregas y muy claras todas las cuentas” ¿usted que haría? El académico optó por alejarse de los “escuderos de la simulación”… Lo bueno es la inexistencia de censura presidencial…
Ser amigo de Andy, lo permite todo, inclusive llegar a un cargo de extrema responsabilidad como es la titularidad del Servicio de Administración Tributaria (SAT), sin contar con cédula profesional y, si acaso,con la experiencia de ser el recadero de las malas noticias a los empresarios surgidas de las decisiones de su ex jefa Raquel Buenrostro, las cuales también obedecían a las peticiones del junior de Palacio. Antonio Martínez Dagnino, dará mucho para hablar, sobre todo por el surgimiento de esa nueva petición: irse sobre las cuentas sin movimiento dentro de los Bancos. ¿Tiene el gobierno facultades para permitir les sea entregada esa información? ¿El adiós a la secrecía bancaria es total? Si comienzas con esto ¿harán lo mismo con casas y terrenos para pasarlos directamente al Estado? ¿En Santa Fe instalaron el laboratorio?…
Olvidaba: impecable el Prólogo de Anabel Hernández en el “Rey del Cash”.