Desde Filomeno Mata 8
Por Mouris Salloum George*
Es obvio que las expectativas de cambio avaladas por un electorado mayoritario el 1 de julio, no lograrán como por ensalmo vencer la salvaje resistencia de gobernadores que siguen actuando en sus feudos con mentalidad de virreyes.
Del mismo modo que lo hicieron en su hora los priistas Javier Duarte de Ochoa (Veracruz) y Roberto Borge Angulo (Quintana Roo), entre otros, en este verano mandatarios derrotados el pasado 1 de julio han tratado de imponer fiscales carnales para que les cuiden las espaldas una vez entregado el encargo.
Claudia Pavlovich y Alfredo del Mazo Maza
Entre los gobernadores más primitivos, se llevan las palmas dos tricolores: Claudia Pavlovich Arellano, de Sonora, y Alfredo del Mazo Maza, del estado de México.
Ambos trogloditas ponen en entredicho los compromisos de Enrique Peña Nieto de facilitar el cambio de poder presidencial de la manera más institucional posible.
Que los hasta hace poco aduladores del Presidente se les salgan del huacal, nomás porque dentro de unas cuantas semanas ya no portará la banda presidencial, parece simple dictado de la condición humana. Pero faltar a la palabra propia empeñada, los retrata de cuerpo entero.
Hace apenas un mes, la Conferencia Nacional de Gobernadores, a consulta previa, publicó un documento colegiado donde se compromete a colaborar con el candidato triunfante Andrés Manuel López Obrador. Firmaron el texto Pavlovich y Del Mazo Maza.
La priista sonorense perdió el 1 de julio la mayoría en el Congreso local. Con su actual bancada, a la que se unieron las ardidas del PAN y Nueva Alianza, maquinaron un golpe de Estado legislativo de corte fascista, por el que la gobernadora asume poderes dictatoriales.
Como Morena tendrá el control de la próxima legislatura, Pavlovich impuso que hasta las iniciativas de ley ordinarias de ley aprobadas por mayoría calificada, requisito que la Constitución federal sólo exige, básicamente, para reformas de la misma.
Donde el político pobre es un pobre político
El paisano de Peña Nieto, Del Mazo, exprimió el último aliento de sus diputados tricolores, también para irse hasta la cocina. Como Morena le dio una barrida en toda la línea, el mexiquense se despachó dos buenas raciones de ignominia con sus actuales lacayos, que se van el 8 de septiembre.
La primera de ella es de mucho peso. Corregimos: De muchos pesos: Del Mazo ya está engrasando las prensas para la emisión de Certificados de la Tesorería del Estado de México a fin de venderlos a quien quiera comprarlo.
Esos papeles son una ganga: Son garantía de pago de deuda pública. Como Del Mazo recibió una administración encharcada de manos de su antecesor Eruviel Ávila (en unos días tendrá fuero federal), se le ocurrió “restructurarla”, eufemismo empleado para que el Congreso le soltara amarras.
Es parecido a lo que hace en Hacienda Luis Antonio González: “No nos endeudamos más: Sólo recibiremos a cuenta del Erario otros diez mil millones de dólares”.
Cuentas de birlibirloque aparte, el gobierno de Del Mazo carga con una deuda de más de 38 mil millones de pesos. Sólo para lo que resta del año, quedó autorizado a agregarle otros cinco mil millones de pesos.
También con el aval de sus secuaces parlamentarios tricolores y anexas, Del Mazo reformó la Ley de Seguridad Social para que los burócratas paguen al Instituto de la materia casi 20 por ciento más de cotización. Le agregó además tres años a la edad jubilatoria
Por si minas faltaran, Del Mazo puso una de mecha corta en el corazón del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México.
A la “legalona”, despojan a Morena de diez diputaciones
Para tratar de evitar que esas operaciones se reviertan, Del Mazo y socios en el Tribunal Electoral del Estado de México acordaron quitarle diez diputaciones a la alianza encabezada por Morena para dárselas al PRI, PAN, PRD y PVEM.
La Alianza Juntos Haremos Historia logró el 1 de julio 42 diputaciones al Congreso estatal. Suficientes para formar mayoría calificada. Si los magistrados federales respaldan la marranada mexiquense, ya no.
Así saludan los gobernadores cerriles la Cuarta Transformación de la República.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.