Ahora que las inmediaciones del Senado de la República se encuentran cercadas con una muralla inmensa, vale la reflexión sobre el verdadero carácter de las que se suponen son nuestras instituciones; sí las que se suponen son de todos los mexicanos.
El cerco cameral de estos días obedece a una situación vista desde diferentes ángulos: La discusión de la reforma energética.
Unos, al interior del recinto legislativo, desean llevar avante su trabajo, sin intromisiones más las que se dan entre pares. Los otros, y que son los más intentan hacerse escuchar y ser tomados en cuenta en una más de las reformas torales de la nación, pero que crea dividendos económicos más que restarlos a los mexicanos.
Esa inmensa pared movible que ahora circunda –al nuevo y costoso complejo del Senado, es justo la barrera que existe entre los mexicanos y su México.
Desde la esfera del poder, los obstáculos se mueven a discreción y hasta ahora, desde hace sexenios no hay fuerza real que los derribe –tal vez los ha penetrado como el caso del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en los tiempos del presiente Carlos Salinas de Gortari–, pero de ahí a socavarlos hay un gran trecho.
Pero es justo ahí en donde hay que resquebrajar el círculo vicioso, porque la democracia real no puede tener calendarios, sino espacios.
Los mexicanos de a pie participamos hasta ahora –a querer o no–, en el juego de la partidocracia, para seleccionar al cuerpo Legislativo y el del Poder Ejecutivo, pero por ahora hasta ahí nuestra voz y voto porque en las decisiones torales de la nación, no somos escuchados.
Si usted pudiera darse una vuelta por las cercanía del Senado de la República, ahí en la jurisdicción de Miguel Ángel Mancera, se percataría de que más allá de las previsiones para hacer frente cuerpo a cuerpo de las advertencias, avisos y amenazas de organizaciones políticas por impedir la privatización del sector petrolero, lo que se respira hoy ahí como en otros tiempos y en otros lugares, no es más que la imagen de lo que en la realidad sucede en nuestro país.
Unos resguardando los intereses de otros y los más alzando la voz para ser escuchados y tomados en cuenta, no sólo utilizados en el momento que se requiere nuestra participación en el “juego de la democracia.
Acta Divina… Hoy inicia ka discusión en el Senado de la República del asunto energético.
Para advertir… ¿Boletos del Metro de tres y cinco pesos?
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