FRANCISCO RODRÍGUEZ
No podía ser de otra manera. En el show primaveral de la lucha contra la pandemia, los clowns mexicanos están en su ajo, se mueven como peces en el agua. Hacen un ridículo gigantesco que está erosionando toda la capacidad para conseguir insumos, recursos, voluntades y ayudas para combatirla en serio.
Casi todos andan en busca de curaciones para las particulares crudas morales y persiguiendo reivindicaciones no pedidas por el respetable, que lo único que exige es que sean serios en cuanto al número de infectados, el de asintomáticos, el avance de la famosa curva de contagio, y pequeñeces por el estilo, usted sabe.
Por todos lados se observa el desaguisado. Todos aprovechan la angustia de la población para mostrar el palmito, para aprovechar toda pasarela, para descubrir finalmente los entramados y los obstáculos reales que impiden al país formar un frente para el manejo de la crisis, con niveles de responsabilidad compartida.
La parafernalia de los millonetas en el galerón de Banamex
Los Carlos Slim-Salinas y los miembros del selecto club que opera en las bolsas neoyorquinas, para remedar a los chinos que construyeron un hospital de especialidades en diez días, montan el show del galerón de Banamex, allá por Lomas de Sotelo, para repletarlo de camas individuales –desde luego forradas de blanco– para dar la impresión correspondiente.
Los dueños de hospitales privados, fieles a su estilo, convienen con el régimen, a precios módicos, el arrendamiento de camas instaladas sólo para atender a aquellos pacientes no graves, no infectados del virus, para la foto respectiva: embarazos, indigestiones, forúnculos, lesiones leves, y toda una parafernalia de dolencias de temporada.
Los hospitales públicos, los del Covid, en estado de lástima
Nadie que esté agobiado por la infección. Los que estén en esta condición tienen que apechugar su destino: ir directamente a los hospitales del sector público, que ya vimos en qué lamentable estado de equipamiento, personal y adminículos fueron dejados por la corrupción pripanista y, claro, por la mal entendida austeridad republicana de la Cuarta Decepción.
Y aunque suene realmente preocupante, no puede dejar de mencionarse que las tres mil unidades de cuidados intensivos se encuentran en los hospitales del sector público. Son las efectivas, aunque se encuentren en estado de lástima. En todos los del sector privado no alcanzan el número de doscientas cincuenta. ¡Gulp!
Hay desesperación en la actuación del clown de Hacienda
Pero el show debe continuar. Aparece finalmente el escondidito secretario de Hacienda sólo para abrir la boca y comprobar lo obvio: la falta oportuna de haber pedido prestado a tiempo, por parte del Ejecutivo, han provocado que la salida de capitales extranjeros, el Covid -19 y la baja en los precios del petróleo crudo, hacen necesario echar mano del crédito por 61 mil millones de dólares que teníamos hace un tiempo en el Fondo Monetario Internacional.
O sea, se reconoce el tamaño de la crisis económica provocada por la Cuarta Decepción, la seriedad de las sentencias de las calificadoras y el sentido común que muchos analistas habían expresado. La desesperación del clown de Hacienda radica en que quién sabe en qué condiciones de intereses y plazos se encuentre ahora tal línea de crédito, si es que existe.
Bueno, si no es así, el régimen desplegará una campaña publicitaria para hacernos creer que el aplazamiento del cobro de intereses de la deuda, decretada por el G20 y las reuniones donde jamás quiso pararse el hombrecillo de Tepetitán, fue operada por este último, el gran científico de la economía nacional, Ackerman dixit.
La mala noticia para estos mamarrachos es que una cosa es que los financieros no te cobren los intereses durante unas quincenas de la mega deuda acumulada, y otra cosa es que tengas el dinero requerido para salvar todas tus obligaciones. No deben confundir las paridas con las preñadas.
Los narcos ocupan los vacíos de sus cómplices en el gobiernito
Sigue el show. Aparecen las chapodespensas en el norte del país. Los modernos chuchos rotos del narcotráfico se convierten por fuerza de las circunstancias, en los filántropos de bolsillo, tratando de meterle el hombro al régimen complicitado con ellos para salvar una parte de la cara aplastada por los golpes del culiacanazo, las entrevistas inopinadas con la abuelita, y esperando la absolución moral de la sociedad por el otro millón de muertos causados por la sarracina del trasiego los últimos 18 años, incluidos los que corren en este calendario macabro.
Aparecen otros clowns: el hípster Zoé Robledo y Olguita Sánchez
El círculo íntimo pone a funcionar a los proveedores como Valdemar Pérez, el supuesto dueño de Levanting Global Services para adjudicarle los contratos millonarios en dólares de ventiladores para el IMSS, sin contratos públicos, esperando que también se echen la culpa de los cubrebocas vendidos por miembros exclusivos del círculo íntimo a China, que hoy nos cobran al doble del precio pagado en los embutes. Todos en el show en donde actúa –con sus corbatas Hermés de 300 euros– el aprendiz de hípster Zoé Robledo.
Ante la parálisis de Gobernación frente a la gobernabilidad en fuga turbo, aparece la escondida Olga Sánchez Dávila quien ocupa un pretexto infantil a estas alturas para acaparar los medios tan deseosos de su imagen: arremete contra dos pasquines de Ciudad Juárez, acusándolos de traición por haber publicado dos imágenes de cadáveres ecuatorianos que no tenían nada qué hacer por acá en el rancho grande.
Presionados por la angustia estadounidense de las presiones de la industria automotriz, surtida en parte por ensamblajes mexicanos, los miembros del gabinete se trenzan en discusiones bizantinas sobre cuándo regresar a las labores. El zar anticoronavirus desmiente a todos, incluso al propio hombrecillo al que le urge que el día de las madrecitas se pueda regresar a las labores.
Hugo López-Gattel anuncia castigos a empresas y se echa pa’trás
Y aunque el zar anticoronavirus había sido instruido para emitir sentencias sobre las compañías que levantaran sus actividades antes de tiempo y poderles echar el guante para que el hombrecillo se congraciara con sus chairos, el argumento circense tuvo que cambiar de última hora.
No se sabe aún que va a pasar con otras industrias igual de esenciales que no tienen marquesina en este debate: construcción, cemento, vidrio, minería y todas las ramas conexas, que lo único que saben es que no pueden parar actividades por el decreto que les exige surtir las necesidades de las obras faraónicas del sureste. Pero como todos los payasos están en la pista, nadie se da cuenta de esto.
Tambores y fanfarrias: AMLO quiso y no pudo revivir a Morena
No podía faltar la parte estelar del show del circo gacho. Desde luego, el protagonismo tenía que haberse reservado al rey de los payasos. Y ése no es otro que el hombrecillo de Tepetitán. Y tenía preparado un numerito que ya va siendo tiempo que se cancele para bien del estado de humor de los papás de los niños y de los papás de los papás de los niños que pagaron el boleto.
Acojonado, realmente desesperado porque las cuentas de los contagios, manipuladas al extremo, no le salen, el clown opta por su papel magistral: exhibirse como la víctima de todos los observadores que le echan encima todas las culpas del sistema económico y político. Decide en una “mañanera” echar su cuarto a espadas.
Ofrece que la revocación del mandato se adelante al 2021 para que su nombre aparezca en las boletas electorales, previa gira alucinante de aquí a entonces, y poder salvar a su destrozado partido de una derrota monumental. Absolutamente anticonstitucional, dado que su oferta ya había sido votada para realizarse una vez que Morena no saltara la vara, hasta el 2022.
Pero no sólo es bateado por los coordinadores parlamentarios de su propio partido, que ya no tienen mayorías adecuadas a estas alturas, sino por la sociedad civil que le responde: nosotros no queremos votar ninguna revocación de mandato. Lo que pedimos es que te largues. Así de grueso. Final de fiesta infeliz. Respuesta oportuna y certera.
Necesitamos un nuevo circo con elencos más o menos buenos
Este circo no volverá a presentarse con ese elenco lamentable de mujeres barbudas, enanos impedidos, leones desdentados, payasos envejecidos, libretos ridículos, carpas destrozadas.
Urge uno nuevo.
Si acaso lo llegamos a ver después de que todo esto pueda repararse con elencos medianamente aceptables.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: La primera “mañanera” de la semana fue pasiva-agresiva. El Presidente presentó las reglas para apoyar a los pequeños comercios familiares y al comercio informal, anunció que los créditos se entregarán a más tardar a finales de mayo; además, sumó a taxistas para recibir apoyos. En contraste, criticó a los grandes empresarios por despedir empleados a través del outsourcing. En temas del Covid-19, dio el espaldarazo a Hugo López-Gatell ante las críticas de medios de comunicación y adversarios. Presentó la currícula de cada uno de los especialistas que toman las decisiones frente a la pandemia y aseguró que los hospitales cuentan con los insumos y el personal necesario. Además, anunció que Estados Unidos entregará a México 1 mil ventiladores. y de China se comprarán 500. Por otra parte, acusó a los gobernadores y a los líderes de diferentes gremios de utilizarlo y criticarlo para adquirir fama; asimismo, exigió al crimen organizado dejar de repartir despensas a los pobres manifestando que el gobierno es el que ve por ellos y les pidió frenar la violencia. Finalmente, recordó que es el presidente con mayor respaldo del pueblo y resaltó su relación con Donald Trump; adelantó que el avión presidencial llega al país en mayo.
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