Héctor Calderón Hallal
La vanidad y el utilitarismo de muchos seres humanos, los tornan fríos e insensibles ante las maravillas que la vida cotidiana nos ofrece, como parte de ese paseo corto pero intenso e inolvidable que es la vida.
Olvidan que esa vida es corta; que tiene límites y muchas condicionantes… dejan de lado la esencia de las personas y el producto de su trabajo, aplicando criterios corrientes, aparentes y utilitaristas para “medir el valor de la gente que los rodea”, confundiendo la generosidad de algunas personas, con la incapacidad mental o la falta de carácter… no reparan –con frecuencia- en que esa persona que estuvo ahí, fue fundamental para su avance y que si tuvo actitudes generosas o accedió sin pedir nada a cambio en el beneficio de uno, fue porque el Creador mismo quiso manifestarse en esa persona, sobre la que nos creemos “más vivos”, para abrirnos el camino.
Son los excesos provocados por los desequilibrios hormonales propios de ese estado de salud… o de ánimo, denominado “juventud”, como lo llamó Don Jesús Reyes Heroles.
Muchos políticos asumen desafortunadamente esas actitudes de frivolidad e insensibilidad. Lo importante es que se corrijan a tiempo.
Porque hasta la política, una actividad en extremo vilipendiada y que genera repulsión en muchos individuos como actividad social, como oficio cualquiera, también requiere de actos de fraternidad y de espíritu de cuerpo en toda corporación, partido o gobierno… porque la política enseña como la vida misma… de manera caprichosa.
Y pese a lo que se piensa… la amistad existe entre los políticos; y los actos de buena voluntad, de compañerismo… las “peonadas” y los “canillazos” se cotizan altísimo al paso del tiempo… como también los “golpes bajos”, las traiciones y las canalladas.
Por eso muchos proyectos políticos realizan su avance en “grupos”.
El caso que nos ocupa
Observando en redes el suscrito una foto del senador por Sinaloa, Mario Zamora Gastélum del PRI, en donde sostiene jubiloso a su primera nieta, en compañía de su distinguida esposa, Wendy Ibarra de Zamora, hubo lugar a la reflexión:
Mario es un político sumamente preparado no obstante su relativa juventud y que ha mostrado el carácter y el oficio para permanecer en la actividad política pese a todos los obstáculos que la dinámica misma de la actividad le ofrece, personificada en opositores, acoso y persecución de los actores políticos hoy en el poder y de sus malquerientes y envidiosos, que también los ha de tener, seguramente, como todo mundo.
El político priísta sinaloense, que empezó muy joven su carrera; que fue un serio competidor por la gubernatura de Sinaloa en el pasado 2021 y que, por actos cabalmente acreditados de delincuencia electoral, más allá del simple desaseo político, más la traición de Quirino Ordaz, quien fungía como Gobernador y aunado a la indiferencia y el miedo de la población civil, “perdió” en su intento ante el morenista Rubén Rocha Moya; no obstante ha sabido reconocer con la humildad que se ocupa para esta actividad (humildad que significa sentido de ubicación y no precariedad), que la política tiene su propio lenguaje, su propia moneda de curso… y que esta es, la gratitud: gratitud con el conglomerado que votó ya una vez por él, en el 2018u y en el 2021; gratitud por la gente que aún lo sigue…y gratitud con quien lo impulsa y ahora lo hace candidato a diputado plurinominal; con las personas que lo han aconsejado con crudeza a veces, pero buscando hablarle con la verdad y por su bien, alertándolo de cosas que la juventud a veces le impide ver a uno.
Ayer que observaba también la reflexión que hizo Ciro Gómez Leyva sobre la actitud de Zamora Gastélum, al denunciar la intervención del crimen organizado en aquel proceso de 2021 en su programa… y el hecho de que “materialmente lo dejaron solo, la sociedad, los abogados, notarios y la mayoría de medios de comunicación”, quien esto escribe convino en reconocer que la vida enseña “caprichosamente” y a su manera… y que los caminos de la política –sin duda- son los propios caminos y medios que la vida usa para enseñarnos el valor de lo que realmente importa.
Hoy jueves, nuevamente en una entrevista con el propio Gómez Leyva, Zamora mostró su valentía y su arrojo sin temor a cualquier acción que el crimen organizado pudiera tener contra él por las denuncias hechas y reiteradas.
Y vino a mi mente la sabia poesía aquella de origen judío, adaptada a la liturgia cristiana:
“Pedí a Dios la fuerza que me diera el triunfo y fui hecho débil para que supiera obedecer con humildad”… “Pedí la fuerza que me diera el elogio de los hombres y fui hecho débil para que sintiera la fuerza de Dios”…”Al final, nada recibí de lo que pidiera, sino todo aquello que había esperado”…
Hoy, las condiciones políticas le dan a Mario Zamora la razón; hoy que es un político más maduro… un hombre que ha abrevado directamente de esa fuente de sabiduría pura que es la vida misma.
Mientras aspiró recientemente a ser de nuevo el senador por Sinaloa, las condiciones y la mecánica de postulación desprendida de la norma vigente en México, lo “situaron” frente a la candidatura a diputado federal por la vía plurinominal.
Zamora la recibe con gratitud y disciplina, asumiendo los retos que implican ser el abanderado al cargo y contribuir con su proselitismo al triunfo de los candidatos de su partido y el de sus coaligados. Acciones que en Sinaloa esperan que emprenda… con su presencia y su activismo, que le sirvan para fortalecer su arraigo y sus aspiraciones futuras.
Hoy Mario Zamora está ante el reto de su vida… que será decisivo para su futuro y que determinará sin duda, el hecho de que vuelva a ser el abanderado del PRI al Gobierno de Sinaloa e ir por la “revancha electoral” como es su deseo e intención; aunque tiempos traen tiempos…. Y en política no todo es previsible.
Tendrá que dedicarse a recorrer palmo a palmo el territorio estatal de Sinaloa de aquí al 27 de mayo, entrando en contacto directo con el mayor número de sus paisanos y correligionarios, refrendando el agravio del que fue objeto al igual que todos los militantes y priístas y, quienes sin serlo, votaron por él en el 2021.
Al fin y al cabo que su período senatorial ya está concluyendo, tan sólo quedan siete meses de desempeño ya para cerrar el ciclo.
El priísmo de Sinaloa requiere de su atención.
Los candidatos a senadores Paloma Sánchez y Eduardo Ortiz, más todos los que aspiran a diputados federales y locales, como a presidentes municipales, requieren y esperan de su respaldo y activismo inteligente, pues la arenga del senador Zamora es muy llegadora y convincente en segmentos muy importantes de la sociedad sinaloense.
Tendrá que volver a enunciar aquel discurso encendido relatando la intervención del crimen organizado en aquella jornada de 2021, en Sinaloa y en muchos estados del país.
Tendrá que enfrentar el riesgo…
Así se forjan los líderes; lo cuidará el pueblo mismo… seguramente.
“Así se templó el acero”, como dejara escrito en su obra cumbre, la novela del realismo social, Nikolái Ostrovski.
Cabe señalar que el presidente del CEN del PRI le premió con reconocimiento al Senador Mario Zamora Gastélum, su lealtad y su solidaridad activa mostrada por el sinaloense en los momentos más aciagos del campechano, cuando sus propios coordinadores parlamentarios en el Senado, Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu, combatieron al valiente y esforzado presidente del CEN del PRI.
Zamora optó por Alito… le atinó…. Y hoy recibe su recompensa.
En política, la lealtad y la valentía valen mucho y el tiempo consolida su premio a quienes son leales y valientes.
Alejandro Moreno Cárdenas ganó las batallas y la guerra que se armó contra él y cual fiel escudero, Mario Zamora también salió triunfante y va por más batallas en Sinaloa, como Coordinador de Asuntos Agropecuarios y Pesqueros, del equipo de la candidata del Frente Amplio “Fuerza y Corazón Por México”, Xóchitl Gálvez Ruíz.
A Mario Zamora Gastélum le espera un futuro político promisorio.
Autor: Héctor Calderón Hallal
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