La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Trágica excepción de la regla: estrellado de la razón y con estrella para las chambas
Nunca buscó ser diputado y llegó, igual suerte corrió con la gubernatura, suponemos que, en el origen, era honesto y tenía claras sus limitaciones intelectuales, sin embargo…
Sin embargo, fue gobernador y sumió al estado de Veracruz, aún más, en el subdesarrollo y la impunidad. La impericia. la corrupción, fueron el sello de su administración.
El informe de la Auditoría Superior de la Federación, confirma lo anterior: “El Estado de Veracruz sería el que mayores irregularidades registra a nivel nacional en la Cuenta Pública 2024, el último año de gestión del entonces gobernador Cuitláhuac García (…) Se trata de recurso que debió ser aplicado en temas de salud, donde se reporta el presunto daño patrimonial mayor, en educación media superior, así como en educación inicial”.
No obstante, los señalamientos por el presunto daño patrimonial, la presidenta Sheinbaum salió a decir en ‘la mañanera’ del pasado viernes: ‘Que nosotros sepamos, no hay responsabilidad de Cuitláhuac’.
Pareciera una declaración más, aunque, en los hechos (viniendo de la Tlatoani), es un salvoconducto para el Cui: Rocío, fiscalías, auditores, búsquenle por donde quieran, no toquen al ‘compañero de lucha’. Por decreto presidencial, libre de toda sospecha.
Si esto ocurre en el segundo piso, no queremos imaginarnos lo que pasa en el sótano.




