La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Ojalá tenga el pudor de la muñeca fea y se retire a un rincón
En más de una ocasión, el ex presidente López Obrador, recurrió a la fatuidad para definir a Cuitláhuac García: es un hombre bueno ¡el mejor gobernador en la historia de Veracruz!
Los inefables apoyos al Cui que, por supuesto, nadie ‘compraba’, fueron propaganda para revertir la pésima opinión que la gran mayoría de la ciudadanía tiene del mandatario.
La falta de oficio político, sus continuos dislates verbales (v.g.: como eso de que el fin de semana cayó en miércoles o que no había problemas con el COVID-19, porque no hay vuelos de Europa a Veracruz), la ocurrencia de ponerse a chapear camellones y el desatino de comerse la ‘s’ para imitar al patrón, fueron las marcas de su calamitosa administración.
Sin embargo, habrá que admitir que el ‘académico’, fue muy disciplinado para cumplir las instrucciones del altiplano, como provocar subejercicios presupuestales para devolver recursos a la Tesorería y que, los mismos, fueran asignados a una de las obras faraónicas.
Pero, como suele ocurrir, siempre llega la hora de la verdad y, en tal circunstancia, el ‘góber sabadaba’ no encontró el apoyo de YSQ, para agarrar chamba de primer nivel en el nuevo gabinete, a pesar de todas sus ‘virtudes’.
En los afectos e intereses del tabasqueño, están Rosa Icela, Raquel, Zoé, Luisa María, Jesús, Octavio, Martí, Ariadna y algunos más, quienes seguirán en la esfera del poder.
Seis años tuvieron que pasar, para que quedara situado en su verdadera dimensión. Esperemos que entienda.