-Victor Roccas.
En mi memoria recurre el comentario de dos muy buenos amigos, cada uno en su momento expresó su inquietud sobre la posibilidad de que el voto pasara de ser una derecho y responsabilidad al arbitrio del ciudadano a, por ley, convertirse en una obligación, lo curioso es que ambas condiciones se cumplen en una dicotomía absurda, empero por una razón muy truculenta, muy sesgada.
Hasta la fecha ir a votar ha sido una decisión personal, repito, es una obligación y es un derecho ciudadano, derecho al mismo tiempo que responsabilidad muy importante para cada individuo, sociedad y estado como acto cívico, de facto es considerado el derecho ciudadano más importante de todos pero sigue y seguirá siendo una acción a voluntad personal condición “sine qua non” (sin la cual no) existiría el entendimiento de libertad y por tanto democracia. Y es en esta última consideración en donde se entraman un entuerto muy conveniente que nos ha mantenido sujetos a una mal llamada democracia mexicana representativa.
Efectivamente la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en los Artículos 35 y 36 la dualidad del derecho y obligación del ciudadano a votar;
Art. 35, “Son derechos de la ciudadanía”; Párrafo I; “Votar en las elecciones populares.”
Art. 36, “Son obligaciones del ciudadano de la República”; Párrafo III; “Votar en las elecciones, las consultas populares y los procesos de revocación de mandato, en los términos que señale la ley”; Fracción reformada DOF 22-08-1996, 09-08-2012, 20-12-2019
Sin embargo igualmente debemos establecer que el Artículo I, en su Párrafo 4; “…Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.” Párrafo reformado DOF 04-12-2006, 10-06-2011,Artículo reformado DOF 14-08-2001
En la Declaración Universal de los Derecho Humanos se establecen;
ARTÍCULO 3; Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
ARTÍCULO 27; Inciso 3; La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
En el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) se establece los siguiente:
Artículo 32
1. “Al partido político que no obtenga por lo menos el dos por ciento de la votación en alguna de las elecciones federales ordinarias para diputados, senadores o Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, le será cancelado el registro y perderá todos los derechos y prerrogativas que establece este Código.”
Nuevamente en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se dicta;
Artículo 41;
I. “Los partidos políticos son entidades de interés público, la ley determinará las normas y requisitos para su registro legal, las formas específicas de su intervención en el proceso electoral y los derechos, obligaciones y prerrogativas que les corresponden. En la postulación de sus candidaturas, se observará el principio de paridad de género.Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, fomentar el principio de paridad de género, contribuir a la integración de los órganos de representación política, y como organizaciones ciudadanas, hacer posible su acceso al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo, así como con las reglas que marque la ley electoral para garantizar la paridad de género, en las candidaturas a los distintos cargos de elección popular. Sólo los ciudadanos y ciudadanas podrán formar partidos políticos y afiliarse libre e individualmente a ellos; por tanto, quedan prohibidas la intervención de organizaciones gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier forma de afiliación corporativa.Las autoridades electorales solamente podrán intervenir en los asuntos internos de los partidos políticos en los términos que señalen esta Constitución y la ley.Los partidos políticos nacionales tendrán derecho a participar en las elecciones de las entidades federativas y municipales. El partido político nacional que no obtenga, al menos, el tres por ciento del total de la votación válida emitida en cualquiera de las elecciones que se celebren para la renovación del Poder Ejecutivo o de las Cámaras del Congreso de la Unión, le será cancelado el registro.” Párrafo adicionado DOF 10-02-2014
Solo con lo anterior estimará el gentil lector ya existe un sustento para preguntarse ¿Realmente hay un componente cierto que sustente ventaja dentro de está democracia representativa por el voto obligado?
En esencia las razones van mucho más allá de la simpleza al manipular elecciones completas a beneficio de un personaje X para encargarse de administrar asuntos que al pueblo le apetece de índole casi divino por la complejidad aparente de un cargo público. Esa complejidad en los cargos públicos se compone principalmente de un rosario incalculable e interminable de intereses personales, ocultos, inconfesables, mentiras, evasiones, ambición, compadrazgos, nepotismo, conveniencias, publirelacionismo, popularidad, hipocresía, hurto y toda clase de actitudes corruptas, acciones de interés personal que al final dejan al servicio social como una frase solo de ornato ante campañas electoreras por venir.
Si los candidatos fuesen obligados de alguna manera a cumplir sus ofertas de campaña bajo algún artículo constitucional otra sería nuestra historia pero como he dicho durante años se ¡eligen! candidatos (previa selección de partido) por la esperanza de que algún día cumplan algo de lo prometido es decir les entregamos nuestras vidas por nada a oportunistas, criminales y psicopatas en potencia, pero ante todo a los partidos que en conjunto harían palidecer a cualquier cartel del narco.
Por lo anterior el sistema de partidos es un filón de oro para los individuos más corruptos de una sociedad, personajes que saben a la perfección que nadie les castigará por no cumplir sus promesas y que además siempre pueden contar con el poder de un partido que les avala, les encubre y les protege para el resto de sus vidas de ser necesario pues es también de esos calderos nauseabundos llamados partidos de donde surgen los aparatos ejecutivos, legislativos y judiciales que malgobiernan a esta tan cacareada “democracia”, un muy pinche sistemita de elección que ahora también está infectado por el crimen organizado que con una facilidad inaudita ha infiltrado sus intereses en personajes ya sin vergüenza ligados al crimen incluso por familiaridad.
Y casos existen ya bastantes ejemplos, desde diputados, senadores, jueces, magistrados, gobernadores, presidentes, secretarios de estado, alcaldes, todos con una constante… son miembros emanados del sistema de partidos mexicano y no existe posición institucional por muy insignificante o importante en donde el poder criminal de la partidocracia no exista.
Sean los Abarca, Beltrones, Fox, Calderón, Zedillo, Salgado, Salinas, Barttlet, Yarrington, Duartes, Velasco, Vallejo, Pio, Cadena, Bejarano, Ímaz, Ebrard, Delgado, Huerta, Toledo y tantos miles de otros servidores públicos que han sido expuestos como corruptos, ligados al crimen organizado o inmiscuidos en la ilegalidad en alguna medida pero todos, todos ellos provienen de un partido político centro asqueroso y sucio que no es el “culo” pero se asemeja por los desechos que excreta conocidos como candidatos y que se elevan al poder del gobierno para literalmente cubrir de mierda al pueblo “bueno y sabio”.
Y la pregunta obligada es ¿Realmente esta pléyade de criminales servidores “públicos” serián tan estúpidos de matar a la gallina de los huevos de oro?
Pues no se necesita un análisis profundo para entender que el mejor negocio para todos los involucrados en la politiquería mexicana (politiquillos, comunicadores, empresariado, crimen organizado, etc) es enaltecer la democracia a la mexicana, manipular al electorado haciéndole creer que su voluntad al votar por la partidocracia es el poder del pueblo libre entretanto ellos bajo el resguardo de intereses cupulares y copulares partidistas seleccionan a quienes continuarán con la falacia llamada elecciones limpias y la fachada del voto libre, voluntario, el voto del cacareado pueblo sabio y bueno, el voto del mexicano que esta despertando… pero deambula aún “apendejado” por el sueño.
¿O acaso se ha escuchado el llamado de algún politiquillo a gestar cambios o reformas en el Artículo 41 Constitucional del sistema de partidos que límite la corrupción partidista y elevar las promesas de campaña a responsabilidad jurídica?
¿O algún polítiquillo a llamado a modificar esos tan convenientes y disparatados porcentajes de votación que tanto se refieren como mínimos, 3% para mantener registro de partido, 2% para convocar consultas ciudadanas pero 40% para ser vinculante, 3% para revocación de mandato pero 40% para que resulte valido, o el proceso electoral federal sin mínimo porcentaje de votantes pero si un mínimo de 20% a 25% de casillas instaladas, etc?
¿Qué pasaría si se obliga a votar al 100% de los 93,560,776 electores registrados en el 2021? Todo partido requeriría de casi 3 millones de votos para mantener registro. Pero sin la obligación y con el sufragio de 52.3% de la lista nominal electoral, es decir con 48,932,286 votantes el registro se mantiene con 1,467,968 de votos.
Sin embargo lo anterior no supone que entre más votantes haya las elecciones serán mejores pues al final la selección de los candidatos es un dictado partidista y nunca ciudadano, el pueblo no elige, es la voluntad del partido quien designa a los candidatos.
Lo mismo sucede con los hoy tan cacareados “ejercicios participativos” del pueblo pendejo, para implementar una consulta ciudadana retomando las cifras de electorado y la supuesta obligación del voto se requerirían cerca de 1,871,215 de votantes pero ¡37,424,310 votos para ser vinculante! O en el caso de la revocación de mandato se necesitan 2,806,823 votos e igualmente ¡37,423,310 votos! para ser validado.
¡¡Y ojo, lo anterior poco tiene que ver con el INE o con el TRIFE, pues de principio son Artículos Constitucionales los que amparan bajo este entramado maquiavélico manipulándolos y torciéndoles a conveniencia durante las más de 700 reformas constitutivas que se han practicado a la Carta Magna!!
¿Entiende entonces el amable lector como los politiquillos de mierda solo juegan con la ignorancia de un pueblo tan pendejo que vive de la esperanza y de la fe?
Desde personajes de la política tan aplaudidos por una ideología supuesta de izquierda como Fernández Noroña hasta su contraparte ideológica como podría ser un Fernandez de Ceballos, todos, todos coinciden convenientemente que siempre la solución es acudir a votar bajo los mismos términos de la partidocracia, pero siempre enalteciendo la calidad del voto “libre” y “soberano” de cada ciudadano pues es esto exactamente lo que da esa falaz legitimidad a esta democracia charra disfrazada.
Y es que igualmente la controversia que provoca cada periodo de gobierno entre filias y oposiciones se dirime en principio por esa condición de voluntad libre, pero al mismo tiempo es el alimento que genera pasiones en el electorado que bajo la visceralidad se dispone en cada elección a votar por el contrario o defender al favorito… reminiscencias del circo romano sin duda.
Por tanto, me es prácticamente imposible imaginar qué algún politiquillo en el futuro siquiera proponga plantear el voto como una obligación civil pues se perdería de inicio el andamiaje de lo supuestamente libre, por ello siempre será mejor hacerse de la vista gorda en aras de seguir mamando de la inconsciente voluntad de un pueblo pendejo que acude a votar dispensando su firma en un papel en blanco o creyendo que por participar en un embuste el sentido de la ¡¡Democracia Representativa!! se recompondrá, pues de ello han “parasitado” todos esos hijos de la chingada que nos han jodido y gobernado durante ya más de un siglo de representarnos.
-V. Roccas.