DE LINDES
Desde hace unos años en America se han venido observando muchos y muy variados movimientos políticos, donde los países principalmente han pasado de derecha a izquierda, lo que ha ocasionado que hoy por hoy, la mayor parte de los gobiernos del continente sean de izquierda, por lo que se esperaba que en Paraguay, donde el domingo pasado se llevaron a cabo las elecciones presidenciales, la tendencia fuera la misma y el candidato de izquierda, Efraín Alegre se impusiera sobre el oficialista candidato del Partido Colorado o conservador, Santiago Peña, sin embargo para sorpresa de todos los resultados fueron distintos y hoy Peña, el joven político y economista que fuera parte del Fondo Monetario Internacional y exministro de Hacienda ha resultado triunfador.
Pero ¿por qué la sorpresa? Porque desde hace 76 años, con excepción de 5 años intermedios, el Partido Colorado ha estado al frente del país, incluyendo los cuarenta años de dictadura militar, razón por la cual un gran sector de la población se pronunciaba fervientemente por un cambio, sobre todo por los deficientes resultados que ha tenido el presidente en funciones Mario Abdo Benítez, quien desde que iniciara la pandemia en el 2020, parece no encontrar el rumbo, y el país se encuentra sumergido en una grave crisis económica y un déficit fiscal sin precedentes, además de las innumerables acusaciones de corrupción que han habido en los últimos años, por lo que se esperaba que el pueblo emitiera el famoso voto de castigo y diera paso así a una nueva forma de gobierno que al parecer tendrá que esperar al menos otros cinco años hasta las nuevas elecciones, porque por el momento el Partido oficialista sigue aferrándose al poder contra todo y contra todos, lo que demuestra que muchas veces las encuestas y las proyecciones resultan ser muy diferentes a la realidad, porque como dijo Warren Buffett; “los pronósticos pueden decirte mucho sobre el que pronostica pero no te dicen nada sobre el futuro”.
JESSICA WOOLRICH