* Cuando todavía estaba libre su Jefe Político, Gerardo Sosa Castelán, los legisladores del Grupo Universidad votaron en contra o se abstuvieron de aprobar la ILE, ahora en un burdo mayoriteo con matices de golpismo legislativo, rehuyeron todo debate para no dar explicaciones de su repentino cambio de actitud a la sociedad hidalguense y se cuelgan solos la medalla de defensores de los derechos de las mujeres
Silogismos
Por Antonio Ortigoza Vázquez
Especial de https://expedienteultra.com/
Si hablar de golpismos se trata, lo acontecido en el Congreso de Hidalgo con la aprobación de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), donde el presidente de la Mesa Directiva Ricardo Baptista atropelló todos los reglamentos y procesos internos del Poder Legislativo, no hay duda de que los golpistas viven, anidan y se reproducen en Morena.
El asunto es sumamente delicado porque habla de la peligrosa ignorancia de un sujeto al que el cargo de representante popular le queda grande, al desconocer en lo esencial la responsabilidad que este implica en el terreno de la pluralidad democrática.
El Golpe Legislativo perpetrado contra la oposición para dar el SÍ a la liberación del aborto con un descarado mayoriteo de los morenos, es una burda manipulación de un tema de suma importancia para millones de mujeres que curiosamente en el otoño e invierno del 2019 fue boicoteado por sus hoy entusiastas impulsores.
La sociedad hidalguense y los colectivos feministas deben saber que los diputados de Morena que ahora votaron en mayoría por la afirmativa, son los mismos que hace año y medio lo hicieron en contra o se abstuvieron.
¿Por qué si como ahora tratan de confundir a la sociedad, siempre estuvieron a favor de esta iniciativa, se abstuvieron de sacarla adelante en 2019?
¿Por qué los morenistas rehuyeron un debate y se saltaron los procesos legislativos para dar un cauce legal a la aprobación?
Expliquemos a la opinión pública hidalguense, parte de este burdo montaje más encaminado a hacer publicidad partidista a Morena y tratar de enmendar un craso error, que ha dar pie a una confrontación ideas dentro de un marco democrático.
Si nos remitimos la votación registrada en la sesión de diciembre del 2019, referente a la aprobación del aborto en Hidalgo, tenemos que entre los diputados que se abstuvieron estaban nada menos que Ricardo Baptista y Roxana Montealegre. Y, ojo, entre los que votaron en contra nada menos que Jorge Mayorga Olvera, María Corina Martínez, Rafael Garníca y Humberto Veras Godoy. Todos ellos pertenecientes al Grupo Universidad.
En ése entonces todavía gozaba de libertad y poder absoluto su jefe político, el cacique hoy huésped del penal del Altiplano, Gerardo Sosa Castelán, quien seguramente dio la orden de que se votará en contra.
Más allá de que el Jefe de la Sosa Nostra esté a la sombra, a los legisladores de Morena les urgía sacarse la espina de aparecer como miembros de un partido que en entidades como la CDMX fue pionero en la lucha de estos derechos de las mujeres y en Hidalgo aparecían como los más retrógrados oscurantistas.
Y para no dar explicaciones y justificar su desaseado y golpista mayoriteo, prefirieron rehuir el debate porque, ojo, los diputados de oposición –en su mayoría—no se oponían a la liberación del aborto, lo que deseaban en buena medida, era que sus pares del partido guinda explicaran las razones que los llevaron a cambiar de parecer así, en bloque.
Pero al engendro legislativo de nombre Ricardo Baptista, como ya es su costumbre, sencillamente se le hizo fácil aprobar en fast track la iniciativa sin tomar siquiera el voto de los opositores como lo marcan los reglamentos de todos los congresos en el mundo.
Hidalgo pasará a la historia por tener un Congreso Local donde un grupito de facinerosos golpistas ni ven ni oyen a sus pares. Es decir, que el presidente de la mesa directiva puede hacer lo que le viene en gana por el solo hecho de encabezar un grupo parlamentario mayoritario.
Y así no es la historia ni las leyes y reglamentos permiten en el Poder Legislativo tales abusos.
Los diputados y diputadas de Morena ahora se paran el cuello colgándose solos la medallita de aprobar una ley de avanzada, pero saben perfectamente que faltan a la verdad.
Por eso no está de más puntualizar los oscuros recovecos que retardaron la aprobación de la ILE en el Estado. No vayan a salir con que los opositores son los Torquemadas que se oponían a la legalización del aborto cuando del lado de Morena estuvieron los responsables de que esta ley quedará atorada en 2019.