¿Cuánto dinero se puede empacar en una caja de cartón que originalmente haya contenido 360 huevos? Todo depende, claro, de la denominación de los billetes y hasta de su origen? ¿El American Bank Note? ¿El Banco Central Europeo? ¿La Casa de Moneda mexicana?
Mucho dinero es el que cabe ahí. Y muchas cajas de huevo, como se les conoce popularmente, son una gran fortuna.
Esa es la que, cuentan, tiene en su recámara el masajista que se dice doctor, general y hasta almirante Manuel Mondragón y Kalb. Apiladas una sobre otra, las cajas de 60x34x32 están repletas de billetes. Mucho cash, diría Ernesto Zedillo.
¿Y cómo se supo de tal “guardadito” de quien ha ocupado diversos cargos policiacos y ahora se auto promueve para integrarse al próximo gobierno federal?
Pues él se “empinó” solito. Sucede que uno de sus más cercanos ayudantes, con acceso a su recámara, de repente empezó a llegar a la casa de Mondragón en autos último modelo. No en uno. En varios. Y eso le llamó la atención al poseedor de la fortuna, pues el sueldo que percibía su asistente es más bien miserable, lo que por supuesto no le hubiese alcanzado para adquirir la flotilla de autos en los que empezó a moverse.
Para cerciorarse, Mondragón mandó a seguir al sospechoso. Y sus sabuesos encontraron que, por el rumbo de Tláhuac, sobresalía una mansión en medio de casas más bien humildes. La del ayudante, precisamente.
Más tarde éste le confesó al patrón que, efectivamente, durante mucho tiempo, casi todos los días, había sacado un fajo de billetes de una caja, luego de otra, y de una más… así hasta que juntó, de a poquito, una verdadera fortuna que le permitió mejorar su vivienda y dejar de transportarse en combis, Metro y camiones.
Obviamente, Mondragón y Kalb nunca presentó denuncia de los hechos.
Tal hubiese significado dar a conocer que, en su recámara, apila cajas y cajas repletas de billetes cuyo origen es incierto.
¿Al lado de cuántos millones de pesos, euros y de dólares duerme Mondragón y Kalb?
Los lujos de Vanessa Rubio
Muchos priístas se preguntan ahora si la coordinadora de la oficina de campaña de la coalición Todos por México (PRI-PVEM-Panal) Vanessa Rubio va a regresar a la oficina que le asignaron en el vetusto edificio de Insurgentes Norte con Héroes Ferrocarrileros cuando José Antonio Meade la sacó de la SHCP donde era una consumada tecnócrata y le encargó tareas políticas de las que –es evidente– no sabía ni papa.
Ojalá regrese, porque adecuar las instalaciones a sus necesidades y gustos costó nada más y nada menos que ¡17 millones de pesos!
¿Pues qué habrá pedido la criaturita para estar cómoda en sus tareas que resultaron frustráneas? ¿Equipos de cómputo, como los de la NASA? ¿Tapetes orientales? ¿Qué?
Y eso mientras muchos comités priístas en los estados se manejaron sin dinero, pues en el CEN del PRI les decían “no hay”.
Jesús Murillo Karam, en la picota
Ojala que Jesús Murillo Karam ya esté descansado porque, al decir de los enterados, se le vienen tiempos difíciles, de mucho ajetreo entre abogados defensores, juzgados y tribunales.
Trasciende que el próximo sexenio se darán a conocer documentos del caso de los 43 muchachos de Ayotzinapa que, deliberadamente, habría ocultado quien fuera el primer titular de la PGR del fallido y corrupto sexenio de Enrique Peña Nieto.
Y que esos documentos encubiertos habrían aclarado desde hace años lo que en realidad ocurrió a los normalistas.
¿Ya tendrá abogado defensor el ex procurador Murillo? ¿O reservación de boletos de avión para viajar o, de plano, huir al extranjero.