Desde Filomeno Mata 8
Por Mouris Salloum George*
En usos cuaresmales, diríamos El cordero de la pasión. No es una irreverencia, es una descripción plástica.
En la pugna por la continuidad de las reformas “transformadoras” en México, ya se diagnostica en un candidato presidencial la cruda de una borrachera que no se ha puesto.
La cruda de la realidad económica mexicana, es que los spots no tienen la potencia suficiente para poner a remolque los indicadores de la economía, en la que hasta las variables fundamentales de la macroeconomía empiezan a exigir raras pulsaciones en sus signos vitales.
América Latina lleva muchas décadas acumulando un déficit de crecimiento. Esta conclusión vale porque la sostiene alguien que no está metido en la beligerancia por la presidencia de México.
La suscribe un personaje que ya ocupó una subsecretaría en la secretaría mexicana de Hacienda y Crédito Público y la dirección general del organismo rector del Seguridad Social, el IMSS: Santiago Levy.
Levy es vicepresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del que México es Estado socio.
Los gobernadores del BID tienen su encuentro anual en Mendoza, Argentina. Conocieron esos delegados un anuncio promisorio en el documento: La hora del crecimiento.
El documento tiene escritas estas líneas: Los factores que impulsaban el crecimiento anteriormente, como tendencias demográficas positivas, el aumento de los precios de las materias primas y los estímulos fiscales disponibles, se han visto revertidos o restringidos.
El BID advierte que en América Latina y el Caribe la economía se expandirá menos que en el resto del mundo. Si bien le va a la región, el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá en promedio, entre 2018 y 2020, un 2.6 por ciento.
México está en el horizonte americano y caribeño. En las últimas tres décadas, el crecimiento económico ha promediado anualmente un 2 por ciento.
El BID ha enumerado los factores que inciden en el fenómeno regresivo regional; entre ellos, la caída de los precios de las materias primas. Para la zona, el BID espera en el plazo inmediato un crecimiento de 1.9 por ciento.
Santiago Levy asegura que la estabilidad macroeconómica es un buen punto de partida pero, para crecer más vigorosamente “necesitamos invertir más y más productivamente y atacar los cuellos de botella que limitan el crecimiento.
De como se llegó a la economía criminal
Esa es la gran cuestión: En México, la economía especulativa ha avasallado a la economía productiva.
Están 59 delegados del BID en Argentina. Precisamente de Argentina tenemos a la vista algunas perlas económicas capturadas por algunos científicos sociales y expertos en derecho que, desde la época de la dictadura militar (pongámosle el nombre del general Rafael Videla), denuncian que la impunidad que aúpa los delitos de cuello blanco han sido el caldo de cultivo de la Economía criminal.
Aquí se le llama economía informal como eufemismo de Economía negra.
La evaluación del BID tiene como soporte lo ocurrido, obviamente, en el pasado, en que las reformas estructurales fueron la placenta del Estado neoliberal.
Hace falta un honrado ejercicio de autocrítica
Los candidatos presidenciales mexicanos que abogan por el continuismo neoliberal, en vez de buscar chivos expiatorios a futuro, debieran hacer un ejercicio de autocrítica y reconocer su responsabilidad en la reversión o restricción de los factores que antes estimularon el crecimiento, según lo establece el BID.
No hacerlo, es incurrir en un acto de corrupción que toca la integridad intelectual y moral de quienes en México han conducido las políticas económicas. Esas que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (presentes en Mendoza, Argentina) acuñaron como políticas de choque. Vale.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.