FRANCISCO RODRÍGUEZ
A pesar de las sólidas acusaciones de incitación a la rebelión desde el poder, el golpe de Estado desde el Capitolio, y las burlas a las leyes, que los demócratas han presentado durante el segundo impeachment a Donald Trump, el juicio político resultó en la absolución del anaranjado.
Y eso que las evidencias de delitos graves e imprescriptibles son de tal magnitud que asombró, aquí y allá, la indecisión de Joe Biden de dar un manotazo definitivo para imponerse decididamente sobre una decena de taimados senadores republicanos para que éstos votaran a favor de consumar la disposición de llevar a juicios civiles y penales al transgresor.
Y es que no es suficiente el argumento manido de que sólo el procedimiento seguido lo aísla de la posibilidad de volver a presentarse como candidato en el 2024, como lo sostienen en altos círculos de la política, o para volver a hacerse del control del Partido Republicano; era necesario que la justicia operara para castigar, entre otros, los delitos fiscales, de violencia de género, de intromisión electoral y de traición a los intereses superiores que juró defender al tomar posesión.
El actual Presidente tenía en sus manos los procedimientos conducentes para convencer sin necesidad de reprimir a los senadores, como es el caso de impedirles participar como intermediarios en las negociaciones de venta de granos y alimentos del Oeste Medio, sede de sus habituales clientelas en las elecciones.
La vicepresidenta Kamala Harris, llamada como bateadora emergente
La debilidad de Biden, demostrada desde sus años palaciegos en la Casa Blanca como vicepresidente de Barack Obama, explica el por qué los capitales financieros y las cúpulas empresariales optaron por pedirle a Kamala Harris que abandonara el confort del Senado para irse a despachar al poder Ejecutivo.
Es obvio que necesitaban una mujer de temple, de brazo fuerte que hiciera el contrapeso necesario a Biden en las materias propias del poder, sobre todo en lo relativo al manejo de las cuestiones delicadas y en las relaciones hemisféricas de la zona de influencia. Demostrar que los valientes duran hasta que los cobardes quieren, un aserto muy comprobado entre nosotros.
En EU, hoy, un programa de reconstrucción y restauración del viejo sistema
Ha llegado el momento en que los males de la democracia se curen con más democracia. Los supremacistas blancos, los ku klux klanes, los wasp desilusionados con Trump, pero que todavía amasan cantidades industriales de votos basura son un hecho irrefutable.
La sociedad norteamericana con sus economías e industrias quebradas, excepto aquéllas beneficiadas selectivamente por Trump vía el ofertismo fiscal, sus sistemas de salud y de seguridad destruidos, su triple déficit financiero y fiscal, ya no ofrecen lugar para el populismo benefactor disfrazado de nacionalismo engañoso.
Las tribus soliviantadas por el republicano ya no tienen cabida en la actual estrategia económica diseñada por los demócratas. Tampoco tienen esperanza, pues el programa de gobierno expuesto es todo lo contrario al populismo que los encajono en la ruina. Hoy se trata de un programa de reconstrucción, de restauración del viejo sistema.
Aquí sólo ofrecen la continuidad en la miseria y las limosnas condicionadas
Aquí en el rancho grande, los chairos explotan políticamente la indefensión de las capas más vulnerables y pobres de la población para exigir su sometimiento al régimen. Por otro lado, secan la economía, derrumban el empleo a niveles históricos, vandalizan a las empresas productoras de ocupación remunerada y asedian todo lo que se mueve, para quedarse con todo.
A cambio, ofrecen la continuidad en la miseria, las limosnas de ayuda condicionada, las falsas noticias de prosperidad, los simulacros ñoños y los chistoretes del “caudillito” que presume un gobierno de talla mundial. Vacían los presupuestos a los programas productivos rurales, y los trasladan sin aviso a los fallidos programas sociales, generando un desajuste mayúsculo, cuyo costo en inflación, devaluación y encarecimiento de los productos populares es ya impredecible.
El pésimo manejo de la pandemia arroja hasta hoy un número oficial no creíble de 200,000 muertos, el equivalente a los cadáveres durante el período de nueve años de las guerras de limpieza étnica en Los Balcanes.
La destrucción física de la antigua Yugoslavia, la pobreza en sus nuevos territorios, la imposibilidad de crecer, el enfrentar entre croatas, serbios y musulmanes es un panorama desgraciadamente muy parecido a lo que está pasando en México. Todo, por la soberbia de dirigentes iluminados, nacionalismos deslechados, ideologías marchitas, odios raciales, resentimientos clasistas y ambiciones monetarias sin límites, como aquí.
Otra vez México está solo y en medio de una avalancha de ineptitud
Creo sinceramente que ya es tiempo de que los mexicanos nos demos cuenta del peligro que nos acecha, del grave riesgo que estamos corriendo todos los días en manos de oportunistas, ignorantes y convenencieros como éstos que nos gobiernan a base de mentiras, simulacros y ridículos internacionales. La población con dos dedos de frente ve venir una tragedia inconmensurable.
Por arbitrios de no sé qué destino, México está solo otra vez, en medio de una avalancha de ineptitud que corroe los fundamentos de su vida. Y hay un hombrecillo que sigue polarizando, como si tuviera la varita mágica del futuro, gracias a su terquedad infantil causada por tantos problemas de maltrato emocional y psicológico.
El que polariza es un energúmeno de tres al cuarto. Una persona febrilmente empoderada que cada vez pierde más adeptos, que tira por la borda toda la confianza, que destruye miserablemente las bases de la identidad nacional. Y que todavía usa nuestros impuestos para pagar cientos de encuestas que lo ponen en la cúspide.
Alguien o algunos deberán pararlo, antes de que sea tarde y el asunto en cuestión deba ser atendido urgentemente en un pabellón psiquiátrico. Sus mentiras son mórbidas, enfermas de diagnóstico clínico. El valiente dura hasta que los cobardes quieren.
Torbellino inaudito, incomprensible para la gente en sus cabales
En el concierto internacional ya se perdió la confianza en apoyar a un régimen de huarache, vindicativo, a un mandarín empeñado en el fracaso y en el retintín de la ignorancia. También por éso estamos solos. Saben, y lo dicen, que por este camino estamos igualando a Venezuela.
Los que están perdidos son los ignorantes que no saben ni a qué le tiran en este panorama de desesperación y de furia ciudadana. No es sólo la frustración de saber que un régimen supuestamente popular haya tomado el camino fácil de entregarse y rendirse a la delincuencia organizada asesina, no.
Es la absoluta seguridad de que varios de los procedimientos utilizados por los gangs de la droga han sido puestos en práctica para gobernar. El chantaje, el soborno, las amenazas, la concusión ilegal y la falta total de respeto al Estado de Derecho y a todas las normas constitucionales han puesto al país al borde de un torbellino inaudito, incomprensible para la gente en sus cabales.
Esto ya es insoportable en extremo. El futuro es Venezuela o Los Balcanes
Y en ese terreno pantanoso e ilegal no hay quien pueda salvarnos, sólo la fuerza del voto. Quien provoca la ruina es el mismo que amenaza. Las evidencias de delitos graves e imprescriptibles rebasan la calidad de suficientes. Es un largo listado de ofensas y burlas al sentido común de la ciudadanía. Insoportable en extremo. El futuro es Venezuela o Los Balcanes. Usted y todos nosotros tenemos la palabra.
Tendremos que oír de nuevo a los que saben más de lo que dicen, a los que están dispuestos a dar lo mismo que ofrecen, a los que han hecho la historia que los oportunistas usufructúan. Esto vale igual para Estados Unidos que para México. Los valientes duran hasta que los cobardes quieren.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: “Este triste capítulo de nuestra historia nos ha recordado que la democracia es frágil”, dijo el presidente Joe Biden en un comunicado emitido el sábado horas después de que el Senado no reunió la mayoría de dos tercios necesaria para condenar a Donald Trump. Biden señaló que 57 senadores –entre ellos un récord de siete republicanos– votaron para declarar culpable a Trump, tras una votación bipartidista de la Cámara de Representantes para impugnar al expresidente republicano. “Si bien la votación final no desembocó en una condena, el fondo de la acusación no está en discusión. Incluso los que se oponen a la condena, como el líder de la minoría del Senado (Mitch) McConnell, creen que Donald Trump fue culpable de un ‘vergonzoso abandono del deber’ y ‘práctica y moralmente responsable de provocar’ la violencia desatada en el Capitolio”, dijo Biden. Pero…
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