Tras la elección presidencial del 2006, el debate poselectoral enmarcado en el Instituto Federal Electoral (IFE), se centró no en el carpetazo temprano de la posibilidad de revisar la misma votación, sufragio a sufragio; sino en el desigual uso de los medios de comunicación o acceso a los mismos, de cada uno de los candidatos de partido a la presidencia de México.
Aquellas sesiones del 2006 no sólo fueron maratónicas, sino que dejaron entre la opinión pública la duda de la imparcialidad del instituto electoral, más allá de la igualdad de circunstancias sobre el acceso de los presidenciables en los distintos medios de comunicación y sobre todo, los que se relacionaban con los medios de Televisión.
Así, la cabeza del Poder Ejecutivo transitó su mandato sexenal con la calificación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y la parcialidad del IFE. Resultado. Felipe Calderón, nunca logró entre los mexicanos la legitimidad requerida para conducir al país.
Ahora, en el 2012, es en el IFE en donde el actual presidente Enrique Peña Nieto, se juega la legalidad inicial de su mandato. No es hoy el desigual acceso a los medios; sino los gastos excesivos o no de los candidatos presidenciales.
A todos nos queda claro que Enrique Peña Nieto es el presidente de México, pero los varios raseros con que el IFE y su Unidad de Fiscalización resuelven sus sanciones para los gastos excesivos de campaña, más allá de poner en entredicho la imparcialidad, objetividad, certidumbre y confianza de dicha instancia electoral, abona peligrosamente a que México transite los siguientes seis años con un presidente al que no toda la sociedad avale como tal, o quizá, más grave, lo tache de tramposo e injusto.
Hace una semana el Consejo General del IFE resolvió exonerar a la Coalición compromiso por México que estuvo integrada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) por la utilización de tarjetas Monex dado que no se logró justificar el destino de los recursos a través de dichas tarjetas. Pero esta semana, las multas millonarias se dejaron aparecer sobre todo los gastos de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador por gastos no comprobados.
¿Será tan difícil que los mexicanos podamos contar con instituciones confiables y parciales para de una vez y por todas logremos construir bases democráticas y/o justas en todos los ámbitos de la sociedad? Desafortunadamente a todas luces, la respuesta es sí. Es muy difícil.
Acta Divina… El día de ayer, en sesión del Consejo General del IFE, se decidió posponer la discusión y votación sobre la multa de 129 millones de pesos a los partidos de izquierda que acompañaron a Andrés Manuel López Obrador durante su pasada campaña presidencial.
Para advertir… Ya instalada en Francia, Florence Cassez señala que durante su estancia en una cárcel mexicana –acusada de secuestro–, fue el objetivo a abatir por parte de Genaro García Luna.
— tanto la corta como el ife, con funciones precisas q cumplir, resultan de una utlidad inversamente proporcional al altisimo costo q causan. i.e. exageradamente caras, exageradamente bien pagados para lo q sirven, o sea UTILIDAD NULA.
no pos como dicen en mi rancho los del ife sirven para tres cosas para nada, para nada y para nada, entonces no ocupamos gente que es inutil para la funcion que fueron asignados por dedazo o no? y que ganan un dineral por nada