Por Gilberto Celis
Cuando el eco del viento habla de aumento en el número de positivos por Covid-19 y de autoridades aberrantes cabildeando cierre de centros médicos por el número de personas en busca de diagnósticos clínicos, piensa uno estar en el país de Alicia, el de las Maravillas, donde todo está al revés.
— “No veo nada” dice Alicia y el Rey responde” ¡Qué vista! ¡No ver nada y desde tan lejos! Yo no puedo ver más que gente”.
Y esa gente, los del común, sin ver nada en la zona norte del Istmo de Tehuantepec de lo que a nivel nacional López-Gatell garantiza por la sana distancia y los esfuerzos de reconversión hospitalaria: la atención médica a toda persona que la necesite durante la epidemia de Covid-19
Como la afirmación temeraria de la diputada local por el Distrito 11, cabecera política Matías Romero, afirmando el Hospital Rural se ha reconvertido a Hospital Covid, “con base a la normatividad de reconversión”
— O sea: “…garantizar que los servicios de atención médica se ejecuten bajo los principios de oportunidad, calidad y eficiencia de los recursos humanos, materiales y financieros en beneficio de la población y con ello se incida en la prevención y control de la pandemia por la enfermedad del virus SARS-CoV2 en México”
“— ¿Qué sabes tú de este asunto?—le preguntó el Rey a Alicia. —Nada —dijo Alicia. —- ¿Nada en absoluto? —insistió el Rey. —
Nada en absoluto —dijo Alicia. —Eso es importante —dijo el Rey.”
— Pero, ¿por qué temeraria?
Piense en los pacientes de seis municipios, agencias municipales, rancherías y colonias urbanas que confiados acudirán y al ser rechazados harán valer lo que dijo la Prora. Migdalia Espinosa Manuel, exponiendo al personal a riesgos innecesarios.
La salud y la platita
Ahora que habrá de considerar si alguien pone las cosas al revés y gusta de contar el cuento una y otra vez. Dicho esto porque hay quien compensado por el poder se envicia en la recompensa y le tira más a la platita que el cuidar la salud.
— Al 4trero gobierno federal le importa más el gasto de los partidos políticos para la elección 2020-2021, que la mortal secuela sintomática de los recortes al Sector Salud en plena pandemia.
— Para la elección 2020-2021 se aprobó casi 6 mil millones de pesos para los gastos ordinarios de los partidos políticos.
— De ellos, para financiamiento de sus gastos de campaña son $1, 575, 285,638.00
Así lo determinaron y aprobó la mayoría legislativa de MoReNa y el PRI, PAN, PVEM, PC, PES, tal y tal. Al INE le toca la entrega; pero de acuerdo a la aprobación que los diputados y senadores den a la solicitud de registro de nuevos partidos políticos.
De ahí que, ejemplo Oaxaca, los listos se muevan en precampaña, procurando sus nombres queden en el cubre boca, frascos de gel, y despensas que den a los votantes; sin importar el contagio del mortal virus.
— Benjamín Robles Montoya, sin preocuparle ensuciarse la cara cada vez que habla de corrupción, en su habitual blufeo de imágenes para colocarlas en el tapete electoral y asegurar la continuidad familiar.
— Salomón Jara necio con su modalidad de comunicador intentando formar opinión pública propia, sin lograrlo. A Susana Harp no ayudan sus regaderazos de canciones populares.
— ¿Y del estado de indefensión sanitaria en la zona norte del istmo de Tehuantepec?
— Por eso le digo.
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