Por Mouris Salloum George*
Desde Filomeno Mata 8
Por causas distintas, hoy están en el ojo del huracán dos instituciones históricas en la vida pública de nuestro país: La Suprema Corte de Justicia de la Nación y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Del modelo de justicia en México, es responsable el Tribunal Constitucional. Por las futuras generaciones, vela la UNAM.
Lo que pasa en la Corte es del dominio público. Lo que sucederá en la UNAM está en proceso selectivo de nuevo rector en el marco de una profunda crisis universitaria nacional, en cuyo centro está en riesgo la autonomía de la Universidad Pública.
Un imperativo de salud y eficacia: La idoneidad
Un imperativo en ambas instituciones, es la circulación de las élites: En la Corte, la ocupación de los sillones de ministrosahí donde se denuncia el nepotismo. En la Universidad de México, la titularidad de la rectoría.
Las nominaciones para el ejercicio de la autoridad pública no pueden escapar a un principio cardinal: La idoneidad, un valor expuesto por la conveniencia al sistema de cuates y cuotas. En este caso, el Congreso de la Unión.
Nos ocupamos hoy de la UNAM que, a diferencia de la Corte, actúa bajo el derecho constitucional a su autonomía. Los relevos son facultad de la Junta de Gobierno.
La UNAM, bajo el galope de los Caballos de Troya
El rector en funciones, el doctor Enrique Graue Weichers, va por su reelección. Se han pronunciado por el encargo tres contendientes.
El dato histórico es que la delegación de la rectoría se ha decidido en favor de académicos formados en el propio plantel. Esta vez, ha declarado su interés un egresado del privado Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Pedro Salazar Ugarte.
En la reciente década, la comunidad de CU ha expresado su inquietud por la introducción de Caballos de Troya desde establecimientos privados que propugnan la formación gerencial al servicio de intereses empresariales nacionales y extranjeros.
La otra expresión destacada en el proceso selectivo es la presencia de la doctora Angélica Cuéllar Vázquez, actual directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. El tercero o cuarto en discordia es Daniel Velázquez Vázquez, académico de la Facultad de Estudios Superiores Aragón.
Insistimos en la condición sine qua non para el encargo: La idoneidad. El sólo nombramiento no da per se capacidades para el desempeño de la función encomendada.
Para todo efecto práctico, es indispensable la civilidad
La Junta de Gobierno de la UNAM ha aprobado la logística para la selección. En octubre la agenda se concentra en la recepción de opiniones sobre los aspirantes. Noviembre será el mes clave.
Dada la crispación que vive en estas semanas el mundo universitario, nos parece que lo que resulte del proceso selectivo para la rectoría será clave al clima político que se observa en México, no precisamente primado por la civilidad. Abramos un arco de suspenso.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.