Por Aurelio Contreras Moreno
La detención en Estados Unidos del líder de la iglesia de la Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, acusado de 26 delitos entre los que se incluyen abuso sexual de menores y pornografía infantil, no solo ha provocado revuelo por su reciente asociación con el régimen de la llamada “cuarta transformación”, sino porque detrás del líder religioso existen redes de poder que tocan varias filiaciones político-partidistas. Desde la “4T” hasta el duartismo se han “entendido” con el autoproclamado “apóstol de Jesucristo”.
La figura de Naasón Joaquín cobró notoriedad en el agenda pública del último mes luego que la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura –que ahora lo niegan de manera descarada- le rentaron a la iglesia de la Luz del Mundo –que cuenta con los recursos suficientes para pagar por ello- ni más ni menos que el Palacio de Bellas Artes para lo que, por todos lados, se anunció como un homenaje para el líder religioso con motivo de su onomástico número 50.
La gestión para que el inmueble público emblema de la cultura en México fuera usado con este propósito corrió a cargo del propio Congreso de la Unión, por parte del senador Israel Zamora Guzmán, quien pertenece al Partido Verde, hoy aliado de Morena y el lopezobradorismo.
Por ello es que entre otros, acudieron a la presentación de la obra musical “El guardián del espejo” legisladores de Morena como el presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, Sergio Mayer, y el presidente de la mesa directiva del Senado de la República, Martí Batres Guadarrama. Sabían perfectamente a lo que iban. Pero no fueron los únicos que le rindieron pleitesía al “apóstol”.
Tras el evento en Bellas Artes, diputados en su mayoría de Movimiento Ciudadano, y a nombre del Poder Legislativo, le entregaron dos reconocimientos a Naasón Joaquín por su “lucha a favor de la educación, de la cultura y la salud”.
Otro político que asistió al “homenaje” a Naasón Joaquín en Bellas Artes fue el diputado federal priista y ex candidato a la gubernatura de Veracruz, Héctor Yunes Landa, quien tiene una larga relación con esta denominación religiosa.
De hecho, Yunes Landa también estuvo presente cuando el 29 de marzo de 2015, Naasón Joaquín encabezó un encuentro multitudinario con su feligresía en el estadio Luis “Pirata” Fuente, en la ciudad de Boca del Río, al que acudió como invitado especial y orador el entonces gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien debió autorizar el uso de ese inmueble, que es propiedad del Gobierno de Veracruz.
Otro veracruzano cercanísimo a Naasón Joaquín es Silem García Peña, quien fungió como gerente de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Xalapa –una caja enorme de desvíos de recursos- entre 2005 y 2010, durante los gobiernos de Ricardo Ahued y David Velasco Chedraui. Asimismo, fue regidor del Ayuntamiento que presidió Américo Zúñiga Martínez. Todas, administraciones priistas. Hoy, Silem García Peña es el vocero nacional de la iglesia de la Luz del Mundo.
Naasón Joaquín también trabó relación con políticos como los gobernadores de Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco”, y de Jalisco, Enrique Alfaro, quienes públicamente le han expresado “reconocimiento” por su labor social.
Todo ello, a pesar de que los testimonios y acusaciones por los abusos de índole sexual cometidos tanto por el “apóstol” como por su padre y antecesor en el liderazgo de esa iglesia, Samuel Joaquín, tienen más de 20 años de conocerse y ser difundidos en medios de comunicación.
¿Por qué la clase política mexicana –sin importar el partido- le ha dado todas estas concesiones y patentes de impunidad a líderes religiosos que no solamente están señalados como criminales sexuales, sino que se aprovechan pública y evidentemente de la ignorancia de su feligresía para literalmente exprimirle su dinero mientras ellos viven como emperadores?
Pues porque las dos entidades del país con mayor presencia de la Luz del Mundo son Jalisco, con 37 mil feligreses, y Veracruz, con 25 mil. Les siguen el Estado de México con 17 mil, Puebla con 16 mil, Nayarit con ocho mil, y la Ciudad de México y Baja California con siete mil cada una. Lo que representa miles de votos y millones de pesos para campañas políticas, así como posiciones políticas gracias a todas esas intrincadas redes de poder.
¿Que el “apóstol” es pornógrafo y pederasta? Una senaduría, una diputación, una alcaldía, una gubernatura y hasta la silla presidencial, bien valen una “tocada” en Bellas Artes.
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