Foto: Archivo Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de julio (AlMomentoNoticias).- En México, siete de cada 10 personas mayores de 18 años consideran que vivir en su ciudad es inseguro, se trata del mayor incremento desde marzo de 2014, reveló la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Villahermosa, Coatzacoalcos, Acapulco de Juárez, la región Oriente de la Ciudad de México, Chilpancingo de los Bravo y Toluca son las ciudades que registraron mayor percepción de inseguridad.
En contraste, las ciudades cuya percepción de inseguridad es menor fueron: Mérida, Tepic, San Francisco de Campeche, Saltillo y Durango.
En junio de 2016, el 78.6 por ciento de la población de 18 años y más manifestó sentirse inseguro en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, el 71.3 por ciento en el transporte público, el 66 por ciento en el banco y 62 por ciento en las calles que habitualmente usa.
El organismo explicó que la sensación de inseguridad por temor al delito y las expectativas que tiene la población sobre la seguridad pública se generan por la influencia de diversos factores, como la atestiguación de conductas delictivas o antisociales que ocurren en el entorno donde se desenvuelve la población.
El temor al delito puede hacer cambiar las rutinas o hábitos de la población, así como la percepción que se tiene sobre el desempeño de la policía, destacó.
Además, la encuesta reveló que durante el segundo trimestre de 2016 la proporción de la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda, fueron: consumo de alcohol en las calles (65.6 por ciento), robos o asaltos (61.9) y vandalismo (54.6), venta o consumo de drogas (38.3), bandas violentas o pandillerismo (37) y disparos frecuentes con armas (29.5 por ciento)
Cambio de rutinas por inseguridad
De acuerdo con la encuesta, dos de cada tres personas, 61.4 por ciento, de la población de 18 años y más, manifestó que durante el segundo trimestre de 2016 modificó sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito” por temor a sufrir algún delito.
Mientras que más de la mitad, 55.6 por ciento, reconoció haber cambiado hábitos respecto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda”; 49.3 por ciento cambió rutinas en cuanto a “caminar por los alrededores de su vivienda, pasadas las ocho de la noche” y 31.4 por ciento modificó rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”.
AMN.MX/dsc
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