(Primera parte)
Por María Manuela de a Rosa Aguilar.
La importancia en la economía global.
De acuerdo a datos del Banco Mundial, México, exportador de 480 mil millones de dólares e importador de 433 mil millones. Sólo en vehículos exporta 53 mil millones de dólares y es el mayor exportador de vehículos de motor para transporte de mercancías; en manufactura de computadoras exporta 34.1 mil millones de dólares; de petróleo y sus derivados exporta 26.6 mil millones; en metales como el cobre y el zinc exporta unos 4.2 mil millones de dólares; pero además en material científico y médico, telefonía celular y aparatos de radiodifusión exporta unos 30 mil millones de dólares. Y como sabemos, su principal socio comercial es estados Unidos, a donde va más del 75% de las exportaciones; Canadá con un 4.43%, ya que el TMEC representa el 80% del comercio exterior de México. Europa importa el 17.21 mil millones de dólares: Alemania con 8.73mil millones de dólares; España 4.71 mil millones; y Bélgica con 3.77 mil millones de dólares.
A China se exportan 8.86 mil millones de dólares; a Corea del Sur 5.43 mil millones de dólares; y a Japón 5,34 mil millones de dólares.
También exporta a Sudamérica importantes volúmenes, a Brasil 4.37 mil millones de dólares y a Colombia 3.69 mil millones de dólares.
En febrero de 2014 la revista Forbes estimó que México se perfilaba como la 10ª economía mundial por su apertura y facilidades comerciales con más de 45 países, colocándose en las economías más fuertes para invertir y comprar. Y en el 2019 señaló que se posicionaría como la primera economía hispana del mundo. Hoy México se encuentra en el 15º lugar de las principales economías del mundo, considerando el PIB.
Sin embargo, noticias tan impactantes como el robo de 20 contenedores con lujo de impunidad en Colima prenden un foco rojo a la inversión, pues el robo de contenedores con lingotes de oro, plata y zinc con un valor aproximado de 12 mil millones de dólares. Y aunque después se dijo que se trataba de contenedores con llantas, concentrado de durazno y aparatos eléctricos, el hecho es que sin más, en México puede desaparecer cualquier tipo de mercancía sin que las autoridades puedan hacer nada. Y en un país con un altísimo nivel de violencia, curiosamente este atraco se realizó con toda tranquilidad y sin que la autoridad interviniera, porque, se informó, que el robo sucedió en un patio privado. Y es que como no era una instalación federal de resguardo de contenedores, la federación no se ocupa de ello. Y resulta que los parques de almacenamiento de contenedores en los puertos están saturados por los crecientes problemas de transporte marítimo y las empresas tienen que contratar lo que puedan en espera de que sus mercancías puedan llevarse al mercado.
Y respecto a los metales preciosos, considerar que México extrae 71.7 toneladas métricas de oro, de plata 3,800 toneladas métricas y de cobre 56,700 toneladas métricas. Alrededor de 2.8 millones de onzas de oro; 172.8 millones de onzas de plata. Sólo mencionar que una tonelada métrica de oro tiene un valor aproximado de 59’573,950 de dólares.
El riesgo es que el alto índice de inseguridad que existe, con robos que ya se han vuelto cotidianos, no sólo por parte de la delincuencia, sino incluso de poblados enteros, o gente que aprovecha el descuido o accidente de transportes de carga y sin mayor reparo se lanzan a la rapiña con una voracidad de auténticos cavernícolas, destazando incluso reses en plena carretera.
Y siendo una de las principales economías del mundo con socios de tal magnitud, México por supuesto que está en la mira cuando el comercio internacional tiene tal nivel de riesgo.
La seguridad pública rebasa sus límites.
De acuerdo al Índice Global de Crimen Organizado, en el 2021 México ocupó el cuarto lugar de los países con mayor criminalidad en el mundo. Y si la violencia sigue incrementándose, por lo menos ha mantenido este nada halagador lugar. Sólo en el mes de mayo se registraron 2,472 asesinatos violentos y los estados en donde se cometen más crímenes son Guanajuato, Baja California, el Estado de México, Jalisco, Chihuahua, Michoacán, Sonora, Guerrero, Veracruz y en la ciudad de México.
Asimismo, la impunidad amenaza seriamente a la libertad de expresión, pues ya incluso la ONU condenó el nivel de criminalidad en México contra periodistas y urgió poner fin a la impunidad y es que sólo en este año han matado por lo menos a 11 periodistas. Del 2019 a la fecha han sido asesinados 25 periodistas. Aunque esto no es de ahora, desde el convulsionado 1860, en México han matado a 428 periodistas, lo que hace a este país uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo.
Y si bien la seguridad nacional se vislumbra respecto a las amenazas del exterior, el fenómeno puede revertirse, ya que es tal la inseguridad que se vive en este país, que la violencia generalizada está ya rebasando los límites nacionales, ya que incide no sólo en el comercio internacional, sino en el turismo y prácticamente todas las actividades económicas, sociales y políticas del Estado, en donde la impunidad reina de manera abrumadora.
Si se declara como un narcoestado.
Recientemente han surgido diversas informaciones en donde se menciona que México podría ser declarado un narcoestado, pues así lo han planteado congresistas de los Estados Unidos e incluso diversos organismos internacionales han alertado sobre la creciente inseguridad en México y las actividades de los múltiples grupos delictivos que operan dentro del país. Tanto Estados Unidos, Canadá, como diversos países de Europa han etiquetado a México como un destino de alta peligrosidad para sus nacionales, lo cual no sólo ha afectado la industria del turismo, sino a diversos sectores de la economía y un elemento fundamental para cualquier Estado que se precie de serlo: su prestigio internacional y legitimidad ante el mundo.
Pero declarar a México como un narcoestado es un atentado directo contra la seguridad nacional, ya que esta medida generaría la oportunidad que Estados Unidos ha tenido en la mira desde el tratado juarista McLaine-Ocampo para que sus tropas ingresen a territorio nacional, a fin de llevar a cabo operativos de manera unilateral, violando la soberanía territorial, puesto que los cárteles dejarían de ser una amenaza a la seguridad pública, pasando a ser amenazas globales, que de facto lo son, aunque en muy diverso sentido.
Y este tipo de incursiones están previstas en la legislación norteamericana, pues ya lo ha hecho en México, en Argentina, Nicaragua, Uruguay, Paraguay, Chile, Cuba, Puerto Rico, Haití, República Dominicana, Panamá, en África, Japón, China, Angola, Vietnam, Líbano, Libia, Bosnia, Afganistán, Yugoslavia, Filipinas e Irak. Nada nos asegura que no lo vuelta a hacer.
El presidente en la mira.
Además, se ha mencionado la intención de llevar a juicio al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no pierde oportunidad de atacar a sus principales socios, no sólo a los Estados Unidos y su presidente, sino a España, por ejemplo, que son países con los que México no sólo tiene lazos históricos y de sangre, sino económicos de gran envergadura. Siendo que el gobierno actual se ha decantado con afinidades con naciones como Rusia, Venezuela y Cuba, que económica, política y socialmente inciden muy poco en los intereses reales de México. Una actitud desafiante y muy sorprendente, tratándose de un jefe de Estado y de gobierno.
Ya se han dado casos de gobernantes enjuiciados: Alberto Fujimori de Perú por violaciones a dos derechos humanos; Salvador Jorge Blanco de República Dominicana por enriquecimiento ilícito; Jorge Rafael Videla de Argentina por delitos de lesa humanidad, Carlos Menem de Argentina por contrabando de armas; Hosni Mubarak de Egipto por represión durante las protestas de la Primavera Árabe en el 2011; Omar Al Bashir de Sudán por corrupción y lavado de dinero; Efraín Ríos Montt de Guatemala por exterminar a la etnia ixil; así como Hissène Habré de Chad por crímenes de lesa humanidad, tortura y delitos sexuales.
Sin embargo, teniendo tal concentración de poder, puede ser un blanco político internacional y hace vulnerable a México, porque el someter a juicio al mandatario quebranta absolutamente la seguridad nacional, puesto que en su persona el pueblo ha delegado su soberanía y su potestad. Y si bien esta posibilidad se vislumbra muy remota, el hecho de que exista, es un escenario a considerar.
Mucho se ha hablado de un estado fallido, pero además de una pésima administración, con políticas pública erráticas, improvisadas, con decisiones de gobierno que de manera gratuita ofenden a otras naciones, sobre todo a socios comerciales. Y el tema de los derechos humanos constituye un argumento devastador, porque México vive una crisis en aumento debido a las violaciones a los derechos humanos, que se ha generalizado a todos los niveles y ámbitos de gobierno. Y el presidente de la República oficialmente es el responsable, como jefe de Estado y de Gobierno. Por eso ha sido señalado y la realidad es tan aplastante que de nada han servido las continuas declaraciones políticas de que este país va viento en popa.
Y existen otros factores de gran preocupación para la seguridad nacional que veremos en la próxima entrega.