Vehículos oficiales a disposición del cura
Por Antonio Ortigoza Vázquez/ I. León Montesinos
Especial de Expediente Ultra
En este Pueblo Mágico, enclavado en uno de las zonas boscosas y turísticas más atractivas del Estado, el PRD ha conservado el control del poder municipal gracias a los pactos de sus dirigentes y, en buena medida, a la “bendición divina”, que el párroco Fernando Méndez ha otorgado a los solaztequistas, quienes en agradecimiento le otorgaron para su uso personal una “Pick Up”, Ford Explorer, propiedad del municipio.
Sabedores del carisma que el cura católico goza entre la población, los perredistas hicieron pública la entrega de la unidad al presbítero, el 22 de noviembre del 2019, durante las celebraciones del Día del Músico. En aquella ocasión el entonces alcalde Fernando Baltazar Monsalvo, envío al baúl de los desechos juaristas la separación Iglesia-Estado y anunció a los cuatro vientos:
“Quiero compartir con todos ustedes, residentes de este municipio, que le vamos a regalar a nuestro muy querido párroco, don Fernando Méndez, una camioneta para que pueda moverse a sus misas por todo el municipio”. En medio de un nutrido aplauso, el edil hizo entrega de las llaves. Palabra cumplida.
Ya con la venia celestial y la popularidad del padre a su favor, los perredistas lograron ganar una elección más el pasado mes de octubre, llegando a la presidencia municipal, Alfredo Hernández Morales, ex Secretario del Ayuntamiento, quien entre sus primeras tareas pagó la tenencia de la camioneta del cura, misma que para guardar las apariencias legales y evitar problemas ante la Contraloría de Hidalgo, aparece como otorgada en comodato al Comité de Pueblos Mágicos de Mineral de la Chico.
ESE PACTO SÍ ES CON “DIOS”
El párroco Fernando Méndez ha guardado el asunto como “secreto de confesión”, cuando los auditores estatales han inquirido a la administración local sobre el uso de la camioneta, registrada como “vehículo oficial”, pues el eterno asesor del ayuntamiento y ex dirigente estatal del PRD, Héctor Chávez Ruiz –quien ahora en el Valle del Mezquital busca llegar a San Lázaro como diputado por la coalición “Va por México”–, le hizo ver en su momento a sus compañeros de partido que tal especial donación podría traerles graves sanciones como las establecidas en el artículo del 308 del Código Penal del Estado, entre ellas penas de hasta 14 años de cárcel, por el delito de peculado. Es así que el pacto de secrecía no está escrito pero casi casi, es con “Dios”.
Con la bendición clerical de su lado, a los socios y compadres perredistas nada les preocupa; de hecho, ninguna voz ciudadana se vislumbra para cuestionar el hecho de que Fernando Baltazar Mosalvo y Alfredo Hernández Morales se hereden el cargo en un evidente enroque cada nueva administración.
Por ejemplo, en el periodo pasado 2016-2020, en que llegó a la alcaldía Fernando Baltazar, colocó como Secretario del Ayuntamiento a Hernández Morales; y ahora que éste último arribó al cargo, coloco como su Secretario a Baltazar Mosalvo. Los compadres saben repartirse el poder y el botín, porque desde hace años manejan negocios como la obra pública y controlan las nóminas municipales.
De esto puede dar fe, el ex líder del Sol Azteca en Hidalgo y ahora candidato a diputado federal, Héctor Chávez Ruiz, quien ha cobrado como asesor un sueldo de 12 mil pesos mensuales, cuando en el municipio saben que a su cargo, hace mucho le salieron alas, por ser un consumado aviador. De su puesto existen abundantes pruebas.
El párroco Méndez, sabe que mientras sea discreto con el “regalo” que todo el pueblo aplaudió, no tendrá de qué preocuparse, por eso estaciona de manera habitual su camioneta a un costado de la iglesia del pueblo, sin temor al qué dirán.
Y para alejar posibles espíritus chocarreros y malas vibras de los auditores del Estado, echa su bendición todos los domingos desde el púlpito a su querida feligresía a la que pertenecen, por supuesto, los perredistas que son amos y señores de Mineral del Chico.