Guillermo Portugal Vela
Quién lo creyera: el partido triunfador del pasado primero de julio está pasando las de Caín para lograr su 4ª. Transformación”; Morena y Amlo, con la losa de la CNTE encima sobre la reforma educativa, que no satisface a los “denodados profes” ahora topan con los obuses ¡internos!, pues al votar la ley educativa Salomón Jara en “salomónica” decisión se ausento y Monreal se infarto al faltarle ¡ese voto! para la aprobación de la ley.
“Salomón” el bueno fue sabio, pero el malo es sistemático en “asar en leña verde” como el hecho que en marzo pasado avalo la propuesta para que la CNBV este obligada a decretar la revocación a las agencias calificadoras cuando sus evaluaciones “de manera deliberada atenten contra la estabilidad financiera”.
La verdad quién entiende a Morena que parece empeñada en “jugarle rudo” al presidente de la república, el cual asediado por la catarata de los problemas torales tiene un golpeteo interno como el del senador de marras. Por ello los oaxaqueños, siempre ocurrentes están divulgando un nuevo apodo: ¿”El caballo de Troya”? o el pueblito ignoto de Salomón “la mula de Betaza”.
No se augura un futuro promisorio para los cambios que el hombre de Macuspana propone a los mexicanos, a menos (entre otros asuntos) que en lo interno del partido se active la participación militante democrática y se deje la “austeridad republicana” que aminora el presupuesto como privilegiar el despido masivo y la contratación de personal sin experiencia; en fin que la nueva nomenclatura ajena a la disciplina institucional no traslade la cultura crítica (no propositiva) y anárquica del partido Morena a las instituciones públicas; porque esto se traduciría en afectar a grupos significativos de campesinos, médicos, ingenieros, policías y abogados y así repetir el instrumento de “un ahorro mal entendido” para combatir la corrupción pero colateralmente además afectar la productividad y calidad de vida de muchos mexicanos.