Héctor Calderón Hallal
Una de las formas más elaboradas de tiranía en todo Estado-Nación, es la de la corrupción sistémica de las élites.
Por eso fue precisamente válida, digámoslo de algún modo, la argumentación recurrente y puntual del entonces candidato Andrés López Obrador en foros, plazas, plazuelas y rancherías de este país, durante 18 años ininterrumpidos…
Y por eso fue también, que muchos creyeron y asumieron que la corrupción extrema, vuelta todo un sistema de vida en este país, de “privilegiados e influyentes”, personificaban de por sí al “tirano identificado” a vencer en toda elección… o a derrocar en algún movimiento reivindicador para la sociedad y en cualquier momento.
Hoy día, en que nos enteramos de la existencia de individuos como el pseudoempresario yucateco Mario Millet, alcanzamos grados de indignación como en los tiempos de la putrefacción alcanzada en el ‘peñanietismo’ o en el ‘calderonismo’ y el ‘foxismo’…
Mario Millet Encalada, es uno de esos supuestos empresarios de la península de Yucatán, acostumbrados a la especulación financiera durante las campañas electorales, es decir “a meterle lana a un candidato, para después sacarle tajada durante toda la administración” … un “deporte” muy practicado en nuestro país por cierto y desde antes del pleistoceno priísta del siglo XX…. Y también, antes del esplendor del ‘prianismo’ neoliberal, que tanta indignación les inspira a los tetratransformadores de hoy.
Ciertamente, en aquellos días de campaña del 2024, se le acercó al entonces candidato morenista Jesús Joaquín Díaz Mena, popularmente reconocido como “Huacho” Díaz Mena, el contratista yucateco Mario Millet Encalada, … como lo hicieron muchos otros empresarios ‘amigos’ interesados en proveerle redes de ‘amigos’ empresarios y redes de apoyo a quien hoy es, formal y legalmente, el gobernador de Yucatán.
Sin embargo, es menester reconocer, que Millet Encalada no resultó ni el más útil ni el más funcional de los empresarios que se le arrimaron al candidato ‘Huacho’ Díaz en su campaña… y por supuesto ni el único….
Aunque hoy día, sea el más exitoso beneficiario de la relación con el poder formalmente constituido y asentado en la calle Sesenta, de la bella e imponente Mérida.
A Mario Millet se le señala en los corrillos políticos y en los cafés de toda la península y de la capital del país, de ser el beneficiario de veintiún ramos de proveeduría (21) de 23 que están considerados para el funcionamiento eficiente del Hospital General ‘Agustín O´Horán’, ese gran centro hospitalario perteneciente al sistema de salud pública federal (IMSS Bienestar) y que está considerado como el más importante por sus dimensiones en América Latina, pues está confinado a la atención de alta especialidad para personas sin derechohabiencia a los sistemas tradicionales (IMSS e ISSSTE)… a saber:
El servicio de lavado de prendas quirúrgicas hospitalarias; el de recolección de residuos biológicos e infecciosos; el servicio de limpieza; el servicio de vigilancia; el de productos perecederos y no perecederos para el Hospital; el de insumos de hemodiálisis; el de mantenimiento correctivo de EQ de oncología y radiología; el servicio integral de mantenimiento, logística, dispensación y atención a usuarios de medicamentos del centro hospitalario; el servicio integral de pruebas de laboratorio; el de pruebas del banco de sangre; el de tamiz ampliado audiológico; el servicio integral de mínima invasión; el de material de ortopedia, osteosíntesis y endoprótesis; el de bienes e insumos con EQ comodato cirugía de cataratas; el servicio integral de anestesia con EQ comodato; el de adquisición de insumos para sesión de reemplazo de terapia renal continuo de los servicios de Salud de Yucatán; el de adquisición y distribución de terapia de fluídos; el de servicios de asesoría para la gestión eficiente; el de material de curación para cuidado avanzado de heridas; el servicio de plataforma ‘Tasy’; y el de soporte técnico para sistemas de control de asistencia y prénomina.
¿Le parecen pocos?… pues deben saber, además, amables lectores, que el monto adjudicado para estos 21 servicios de proveeduría, contemplado para el funcionamiento del Hospital General O´Horán, tan solo del mes de abril al mes de diciembre de este año que transcurre, implica una suma aproximada a los $756 millones de pesos… solo el servicio de gases medicinales y el mantenimiento de los aires acondicionados se le escaparon al “angelito” de ser concesionadas a él y a sus empresas.
Cabe señalar que Mario Millet conserva algunos rubros de esta concesión, como herencia de su hermano Ricardo “Ritchie” Millet, vinculado al anterior gobierno del panista Vila Dosal, a través de su empresa “Difasa”… y otros más, a través de la empresa “Biolife” de su propiedad, misma que no cuenta con experiencia alguna en el ramo de la medicina ni la biología clínica.
Se rumora incluso ya, que, de los más de 756 millones de pesos, uno de los contratos más abultados, lo es el del servicio de laboratorio de análisis clínicos, estimado oficialmente en más de 250 millones de pesos… pero que en realidad no vale más de cien millones de pesos, pero que al final, a los yucatecos no les importa que les vendan más de 150 millones de pesos “de aire” -materialmente- mismos que pagan con sus impuestos.
¡Pueblo tan noble que es el yucateco…! ¡O tan “distraído”!…
Pero lo que sí es una realidad, es que más temprano que tarde, cundirá la especie entre el sedimento de la sociedad y eso le generará graves riesgos a la estabilidad del gobierno del morenista ‘Huacho’ Díaz Mena… y por supuesto al de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El gran riesgo es que la genuina popularidad y la victoria legítima de “Huacho” empieza a ser cuestionada, gracias a la avaricia desmedida de gentes como Mario Millet y de Dafne López, el empleado y operador de este adicto a las drogas y que ilusamente se auto nombra socio de Millet.
Porque la corrupción sin límites, que sangra y ofende a la dignidad del pueblo trabajador y esforzado, que vive de su fuerza laboral y alineado al marco normativo vigente… es una forma de opresión extrema y, hoy día, no es nada deseable que a este gobierno encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, que despliega un auténtico esfuerzo para conducir los destinos de una Nación como la nuestra, que creyó en la necesidad de un cambio expresado por la vía democrática… por la apatía de muchos mexicanos y la insensibilidad de otros connacionales sin escrúpulos y con afanes desmedidos de poder y riqueza, se escondan en las administraciones de los gobiernos emanados de Morena …. O hasta en sus propias filas como “destacados militantes” y busquen que el sistema-gobierno los arrope y les condone cualquier tipo de consecuencia legal.
Eso puede desencadenar un movimiento ‘contra’ o ‘retrotransformador’, porque es históricamente reconocido, ‘nunca hay revolución sin tirano’…
O lo que es lo mismo… “es el tirano el que define al verdadero héroe”.
La dinámica del poder y del verdadero cambio social, provocan que la preferencia electoral cambie de sentido de manera súbita a falta de un orden: “En medio del caos, el verdadero orden es la Revolución”.
Hay que decir, para abundar sobre nuestro personaje de hoy, Mario Millet Encalada, que está reconocido como un ‘facturero’, de esos que la 4T dice querer combatir. Mucho se había visto en la “tierra del faisán y del venado” … pero nunca que un individuo del que se sabe públicamente que tiene serios problemas de adicción a las drogas, así como a las ‘bajas pasiones’ y al dinero fácil, detentara el poder y las decisiones del Gobierno de Yucatán, a pleitesía de quien ganó las elecciones y debiera gobernar, desde el año pasado: ‘Huacho’ Díaz.
De hecho, está fuerte el rumor de que se le ha escuchado comentar en público a Millet Encalada, que él puso a Huacho… y que él lo quita.
Asegura haber “metido” más de $300 millones a la campaña de Huacho, mismos que sustrajo del gobierno de Vila y anteriores gracias a su hermanito Ricardo Millet alias ‘Ritchie’, según fuentes cercanas a ambos empresarios. De tal suerte que en Yucatán no hubo cambio de gobierno, solo de partido en las apariencias. Por eso en lo local no ven ustedes, amables lectores, ni grandes acciones ni mejoras sustantivas a más de un año de gobierno. La razón es simple, Mario Millet se ha apropiado de todos los contratos del gobierno como hizo antes su hermano durante el gobierno del panista Mauricio Vila. Lo poco o mucho que ha se lo han quedado de nuevo ellos.
En obras públicas, en la agencia del transporte, en desarrollo sustentable, en salud, en educación, en finanzas… Mario Millet se ha metido a controlar hasta los insumos del tren maya y del puerto de Progreso, al actuar como un cártel para la fijación de precios de los bancos de materiales.
En cada secretaría del Gobierno del Estado de Yucatán, pero principalmente en finanzas, salud y en obras públicas, impuso a todo su personal en cargos directivos. Quien, con el respaldo prepotente de Millet, han asignado las compras y contratos a las empresas del mismo Mario y de quienes según él, apoyaron la campaña de Huacho. Lo raro es que detrás de la mayoría de ellas siempre está Millet Encalada, o algún “acuerdo” forzado con los proveedores para actuar como prestanombres de él.
De nada valen las “Grandes Purgas” en una Revolución, cuando están dirigidas a desaparecer a los enemigos del gobernante en turno y su camarilla de cortesanos… tal y como pasó en el ‘Yezhov’ estalinista, a finales de los años 30 del siglo XX.

Foto Cortesía. La Opinión de México
Aquella fue una campaña de represión y persecución políticas llevadas a cabo en la Unión Soviética, contra cientos de miles de miembros del Partido Comunista Soviético, bolcheviques, socialistas, socialistas revolucionarios, anarquistas y opositores al régimen de José Stalin, que fueron perseguidos, vigilados y ejecutados por la policía.
Hoy, sin legar a esos extremos, se puede decir que se corre el riesgo de una “Gran Purga” en el sistema cuando las autoridades cesan fulminantemente a un Fiscal General de la República que amenaza con tocar intereses riesgosos de altos personajes de la 4 T…. o cuando alguien es incómodo a los intereses del movimiento.
La mejor purga que puede darse en esta 4 T, es la de “una gran sacudida” a personajes trepadores y traficantes de influencias que, desde el Gobierno, desempeñan una oprobiosa función de acumulación de riqueza y poder al margen de la legalidad y la decencia de todo gobierno honesto y de extracción popular, como pretende serlo Morena en cada una de las entidades donde gobierna.
Se reitera: este personaje en Yucatán, es digno de ser observado “con lupa” en su desempeño público y privado.
Mario Millet, quien se comporta como un verdadero jefe de la mafia.
Aquí algunos de los datos más relevantes que esperamos conozcan no solo los yucatecos sino en Morena y en el país en general:
Mario Millet cerró su acuerdo con el banco que controla los recursos que recibe el estado, pero también recibe un porcentaje, un moche, por todas las nóminas que se pagan a los empleados del Estado. Quizá eso explica porque a menos de un mes de haber entrado huacho al gobierno, Mario Millet compró y mantiene oculto en Cancún y otros puertos un Yate de más de cien pies con el Nombre de Blanco (ya les contaremos en la siguiente entrega el por qué o mejor dicho por quienes, el nombre sito de la embarcación).
Hoy baste, hacer un llamado de atención para que la presidenta Claudia Sheinbaum voltee a ver y rescatar a Yucatán de este depredador sexual, de fritas y de recursos públicos.
Mario Millet presume sus nexos con Julio Scherer Jr., pero también con el Cartel Jalisco Nueva Generación en el Estado y en Quintana Roo. Es común oírlo decir que dicho cartel es el protegido por el gobierno federal y por Omar García Harfuch.
A diferencia de otros operadores de gobiernos anteriores, Mario Millet gusta de presumir sus arreglos y acuerdos con el secretario de seguridad Luis Felipe Saidén Ojeda, quien es secretario y controla la seguridad del Estado desde 2007, pero que ha tenido que ver en su manejo desde 1995. Los únicos negocios y contratos que respeta Mario Millet, por cierto, son los del secretario Saidén: los contratos de placas, permisos y licencias, y los de compra de patrullas, equipo y uniformes para la gran policía de Yucatán y de Mérida, pues según Mario, el secretario es la cabeza de los carteles en el Estado.
Tan solo echar un vistazo a las asignaciones del sector salud nos da una idea de las empresas y abusos en los que ha incurrido Mario Millet y por Huacho que prometió cambiar la realidad de lo salud de los yucatecos.
En Salud, quizá, es una de las de mayor riesgo pues los sobre precios y robos siguen siendo una realidad que Mario Millet busca mantener a como dé lugar, para lo que busca imponer a otro de sus empleados el doctor y diplomado en medicina deportiva Alberto Alcocer, a quien busca imponer como coordinador del IMSS Bienestar.
Pero algo pasó hace seis meses y tanto Alcocer como Mario Millet le insisten al gobernador que no le conviene entrar al IMSS Bienestar y llevan seis meses “pateando la bolita” con tal de que sus contratos y robos no tengan fin.
Se sabe que Mario Millet no ha logrado imponer hasta el momento al doctor Alcocer, quien se beneficia de todos los servicios médicos y pacientes que son enviados a sus clínicas privadas. Mario ha puesto al docto Alcocer al servicio permanente para que le cumpla todos sus caprichos y necesidades, no solo de salud sino de otros ámbitos de gobierno y personales… ¡Que el gobernador no esté solo y que se divierta pues! ….
Esa es la indicación que recibió Alcocer de parte de Millet.
Como algunos de estos datos ya se hicieron del conocimiento en México, ahora buscan no solo patear el balón para la firma del convenio del IMSS Bienestar sino apoderarse de todos los demás institutos de salud en el estado. De tal suerte que, si llegaran a perder el control de la coordinación del IMSS Bienestar, se hagan y mantengan el control de las instituciones y hospitales de salud del estado.
Ojalá no solo Huacho, sino las mismas autoridades entren a auditar y entender como han venido operando desde hace años estas empresas matasanos y sus increíbles sobrecostos. Ojalá se den cuenta y evidencia la pirámide de poder que logró imponer Mario Millet, su hermano Ricardo Millet y su empleado Dafne López en toda la secretaría de Salud y en todo el gobierno de Huacho, quien tristemente está para recibir órdenes y no para darlas.
No le ha importado las formas como Mario Millet ha pisoteado a los empresarios y emprendedores locales que creyeron en Huacho y en el cambio prometido. A solo un año, hoy Huacho no domina, la 4T es sinónimo de una peor corrupción en Yucatán y hay quienes dicen que Huacho y Mario Millet ya operan para regresarle el poder al PAN en el 2027 y posicionar a Cecilia Patrón rumbo a la gobernatura en 2027.
Porque en Yucatán no gobierna Joaquín Díaz Mena, ‘Huacho’, sino Mario Millet y su clan de mafiosos.
Autor: Héctor Calderón Hallal
@pequenialdo; @CalderonHallal1




