Claudia Rodríguez
Dar privilegios y hasta exonerar a los verdaderos y poderosos enemigos de la sociedad mexicana, puede llegar a ser motivo para rebelarse de muy distintas formas como lo hicimos en las urnas para refrendar nuestro hartazgo hacia un poder político amañado y corrupto.
Ni siquiera se trata de empujar un conjunto de normas jurídicas tan controversiales pero cada vez más convincentes en sus entrañas, que es el derecho penal del enemigo, el cual señala que no debe tratarse con los mismos derechos ciudadanos a quienes han traicionado a los intereses de cualquier Estado.
No obstante, el artículo 20 de nuestra Constitución Política, establece entre otros principios, los derechos de la víctima o del ofendido ante cualquier delito, sobre todo que se le repare el daño aun cuando este no lo solicite, ya que es el mismo Ministerio Público el que está obligado a solicitar tal reparación, en tanto el juez, no puede absolver al sentenciado de dicho resarcimiento si ha emitido una sentencia condenatoria.
De tal suerte que con la pena fijada de nueve años –que ya se ve reducida— y de 58 mil pesos de multa al ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, no hay ninguna reparación del daño ni a los veracruzanos, ni a la Federación, ni puede dejar de verse a Duarte como un verdadero enemigo de los mexicanos por sus acciones no sólo de desfalcos financieros, sino por la inseguridad que en su mandato, asoló al estado.
Sólo la cuenta pública de 2015 en Veracruz, mostró irregularidades por 16,175 millones de pesos (mdp), más las anomalías en otras instituciones del estado que ascendieron a 1,820 mdp y las partidas nos entregadas a decenas de municipios de la entidad, por un monto de 134 mdp.
La Procuraduría General de la República (PGR) se ha pronunciado porque la multa no obedece a la reparación del daño y que en el transcurso del proceso penal a Duarte, se le habían confiscado inmuebles y otros bienes muebles de valor, de los que por supuesto no se han visto reflejados en las arcas veracruzanas, ni en ninguna otra entidad de la República.
Con anterioridad, la misma Procuraduría hablaba de un desorden generalizado detectado en el erario de Veracruz con Duarte como mandatario local, a la vez que se explicaba la utilización de empresas fantasma para desviar el dinero público.
Pero ahora sabemos con toda certeza, de que se reía Duarte. Teníamos indicios al ver a su esposa en Londresviviendo como heredera de magnate. También Karime Macías nos espeta una gran carcajada. No obstante, el juicio de la sociedad, es inobjetable: son culpables y enemigos del Estado.
La justicia en México no existe. Obtienen canonjías los que tienen poder, dinero e intereses Supremos que cuidar. Los demás sufrimos la ley.
Pero todo, absolutamente todo, tiene un límite.
Acta Divina…”El enemigo del Estado tiene menos derechos”: Günther Jakobs
Para advertir… En México los delincuentes de cuello blanco, tienen más derechos que sus víctimas… También Raúl Salinas de Gortari quiere su parte de impunidad “legal” y pide al Consejo de la Judicatura Federal: limpiar su nombre y recocer su inocencia. Falta más.
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