Claudia Rodríguez
No se puede olvidar que el presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene en la mira, el planteamiento serio de llevar a cabo una consulta pública en el mes de marzo para preguntar a los gobernados si se debe o no enjuiciar a los expresidentes desde Carlos Salinas de Gortari hasta el mismo Enrique Peña Nieto, en razón de las muy distintas crisis actuales y heredadas por las que cruza el país.
Habría dejado claro López Obrador desde antes de convertirse en presidente constitucional, su intención de preguntar a los mexicanos si se cree en el hurto de figuras presidenciales, al amparo de la llamada y puesta en práctica política neoliberal; con la que se enmarcaron actos de corrupción, deshonestidad, despilfarro, ineficiencia, colusión, hurto y desviaciones de los recursos públicos.
Como parte de la magia comunicacional personal del mandatario federal, el espacio mediático se ha ocupado en gran parte, por la exhibición de los ex mandatarios Zedillo y Calderón, de cómo incurrieron en conflictos de interés al dejar su investidura y emplearse en empresas que a todas luces tuvieron información privilegiada de primer orden, para invertir en México o apropiarse de infraestructura estratégica.
Es cierto que las informaciones respecto a los trabajos de Zedillo y Calderón tras ocupar la Presidencia no son nota nueva, pero sí estratégica para contextualizar parte de su traición a los mexicanos y nuestros intereses, de cara a una consulta que seguramente clamará su enjuiciamiento.
Se dice mucho que Andrés Manuel pactó con Enrique Peña Nieto para no ejercer ninguna acción de justicia hacia él, pero queda claro que tal vez nunca se hubiese acordado inhibir una acción indirecta en contra de quien recién dejará de habitar como máxima figura, la ahora ex residencia oficial de Los Pinos.
Poco a poco deben ir descorriéndose los hilos de la infamia nacional y de quienes se enriquecieron al amparo del propio desamparo de millones de mexicanos, de entre ellos, muchos incluso ya no están aquí en este plano, a causa de la inacción en contra de la violencia.
Hay que dejar en claro que la amnistía, no puede ser para todos aquellos que nos han orillado a vivir en un México con futuros inciertos, y presentes violentados hasta en lo económico.
No se trata de venganza, lo que se pide es justicia en donde incluso la reparación del daño hacia el pueblo de México, sea parte importantísima de la acción de la justicia.
Acta Divina… “Vamos a preguntarle a la gente si quiere que se enjuicie a los ex presidentes del periodo neoliberal, de Salinas hasta Peña Nieto, pasando por Zedillo, Fox y Calderón, porque la crisis en México tiene que ver con la política llamada neoliberal, una política de pillaje que se aplicó en todo ese periodo”, señaló en el mes de enero del presente, el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante una de sus conferencias de prensa matutinas, en Palacio Nacional.
Para advertir… Los mexicanos necesitados sentir el cambio.
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