C O N T R A P O D E R
JUAN ANTONIO TORRES
Ya no es ninguna novedad, ver como entre las filas de los panistas, se han ido por el caño, las convicciones partidistas y por supuesto, los principios doctrinarios.
Por los que luchó en una brega de eternidad, el hijo ilustre de Batopilas, Manuel Gómez Morín, cuando se fundó dicho instituto político, el 15 de septiembre de 1939, en la recta final del gobierno del general, Lázaro Cárdenas del Río.
Ahora, todos los azules, buscan los privilegios, las canonjías, las prebendas, los cochupos, los reflectores, lo que podría resumirse en una sola palabra; el poder.
En este contexto, se ubican sin discusión alguna, los azules, que buscan la alcaldía de Chihuahua, como son los casos de Marco Bonilla, el ex-funcionario consentido de la alcaldesa con licencia, virtual candidata a la gubernatura de Chihuahua, por el PAN, María Eugenia Campos Galván, el diputado federal, Miguel Riggs Baeza, aunque ahora lo vaya hacer bajo las siglas de Movimiento Ciudadano, y desde luego, el ex titular de la Coesvi, Carlos Marcelino Borruel Baquera, quien renunció a 42 años de militancia panista, para buscar la presidencia municipal, para buscar de nueva cuenta dicho espacio, pero hoy con los colores del partido guinda.
Los tres personajes antes citados, tienen desde luego sus debilidades y fortalezas.
El primero de ellos, es un novato en las lides de las arenas políticas. Era un hecho, que bajo el patrocinio de la candidata rebelde, que ha tenido los cojones, si se me permite la expresión, para enfrentarse con el peor gobernador que han tenido los chihuahuenses, que ha tratado de descarrilarla de su pretensión de ser la primera candidata mujer a la gubernatura de Chihuahua.
Cuando, Campos Galván, dejó en la lona, al candidato del gobernador, Gustavo Madero Muñoz, en la contienda interna, era un hecho, que sus corifeos, serían los abanderados a las principales alcaldías, así como a las diputaciones federales y locales.
De ese efecto, se valió, Bonilla, para ser el candidato oficial, con la venia de María Eugenia y obvio, Marko Cortes, jerarca del CEN del PAN, enfrentados ambos, con El Talegas, Corral.
La trayectoria de este candidato es por demás limitada. No tiene una oratoria que lo distinga, mucho menos una gran experiencia en la administración pública. Cree a pie juntillas, que por llevar en su piel, el fierro, Campos Galván, va a arrasar a sus contrincantes, que lo superan con mucho en lo que muchos llaman, oficio, o simplemente, tablas.
Por lo que respecta al legislador federal, antes panista, hoy de Movimiento Ciudadano, Miguel Riggs, no se puede presumir mucho de este sujeto, que ha pasado de noche, como integrante de la Cámara de Diputados. Han sido más los pasajes cargados de oscuridad, que de resultados.
Ha dado más que hablar de sus love affairs, que de sus iniciativas o de sus labores de gestoría, que han sido, nulos, inexistentes. Cuando alguna vez tuvo el atrevimiento de pararse en la máxima tribuna de este país, el palacio de San Lázaro, para defender a su mecenas, el Mesías, del Nuevo Amanecer, Javier Corral, fue el hazmerreír, no solo de sus correligionarios, sino de los otros partidos, donde figuran muchos tiburones, a la hora de la dialéctica.
Riggs, es un hecho que contó con el aval del mandatario estatal, para que diera el salto a MC, y también con el del virtual candidato a gobernador de ese partido, Jorge Alfredo Lozoya Santillán, El Caballo, porqué saben que pueden propiciarle un revés electoral, no solo a su adversario, Marco Bonilla, sino a la candidata a gobernadora, María Eugenia Campos, porqué es el candidato de su capricho.
El penco Lozoya y El Talegas, no tragan a la ex alcaldesa. Y la van hacer ver su suerte hasta donde tope.
En lo que se refiere a Carlos Borruel, sin duda, es un personaje que tiene carisma, que tiene arrastre entre la gente de a pie. Es el que más experiencia tiene en el quehacer administrativo y político, sin duda.
El ex reportero, ha sido diputado local, edil de la capital del estado, ex candidato a gobernador en el 2010, ex funcionario de la actual nomenclatura estatal, en la Comisión Estatal de Vivienda, donde no hizo un mal papel, hay que reconocerlo.
Su problema toral, no lo representa su persona per se, sino su núcleo familiar. Han dado mucho de qué hablar los integrantes de la familia, Borruel- Macías.
Su punto flaco, por desgracia, han sido sus dos hijos. Pero también su esposa.
Los tres personajes antes citados, sin duda tienen todo el derecho de aspirar por otros derroteros de la praxis política, con todos los defectos que cada uno de ellos, cargue en sus alforjas unipersonales. El imaginario pensante a la hora de emitir su voto, definirá el destino y la suerte de cada uno de ellos, más allá de sus filias y fobias.
EN CORTO…EN CORTO…
Ya que estamos versando de candidatos que aspiran a las diferentes alcaldías de la vasta entidad chihuahuense, nos llama mucho la atención la precandidatura de Rafael Aguirre Quezada, a la presidencia municipal Guadalupe y Calvo, por Morena. Dicho municipio enclavado en la parte más accidentada de la sierra tarahumara, donde los poderes fácticos del crimen organizado y el narcotráfico, imponen su ley:
La, del revólver, la de: plata o plomo, así de simple.
Aguirre Quezada, respira transparencia, un hombre por demás sencillo, quien se dedica al comercio, de tiempo atrás.
Un hombre que ya ha caminado 5 décadas de vida, que sabe, que valora, que no debe abrir la boca de más, que no debe meterse entre las patas de los caballos, o sea no confrontarse con los chicos malos, que se dedican a los negocios riesgosos de aquellos lares, que todo lo “arreglan a punta de pistola”.
Sabe, sin duda, como se mueven, quienes se mueven, para que cártel trabajan, hasta ahí. Es un hombre que sabe que debe tener como máximas dentro de su léxico, dos palabras: prudencia y mesura, si quiere salir ileso de su aventura de ser abanderado por un partido que no sea el PRI, pero también de poner en peligro la vida, de lo que más atesora; su familia.
“Rafa” como le llaman sus más cercanos amigos, es hijo del dos veces, ex edil de extracción priista de ese municipio, José Ángel Aguirre, de quien pretende seguir su buen ejemplo, para no manchar su apellido, ganando la elección del próximo 6 de junio.
Guadalupe y Calvo, es el municipio más importante de la zona serrana, es el que registra la mayor cantidad de etnias indígenas, pero también 1500 comunidades, entre secciones y comisarias, donde el cultivo de la marihuana y la amapola, es como una religión, por la falta de fuentes de trabajo.
“No compito, por competir, lo hago, porqué sé que la gente está conmigo, y que voy a ganar la contienda”, responde en forma enfática a quien esto escribe, cuando le preguntamos y le decimos que en estas latitudes, siempre ha ganado el PRI…
“Cuando tomé la decisión fue para ganar, más allá de los peligros y riesgos que implique mi candidatura”, asevera, el morenista, quien asegura, “siempre hay una primera vez, ese quiero ser yo, así de simple”++++
En ese mismo orden de ideas, en el municipio de Aquiles Serdán, a menos de 20 kilómetros de la capital del estado, una dama con nombre y apellido, como es el caso de Tere Erives Baca, quien busca la alcaldía por el PRI, en base a la buena gestión que ha realizado su esposo, el edil, Ariel Fernández, que es reconocida por propios y extraños.
Erives Baca, se desempeñaba hasta hace poco, como la titular del DIF municipal. Un dato aleccionador, es que en el 2018, su esposo, Ariel Fernández, cuando su marido buscaba la reelección, la logró, sumando una votación superior al 50%, mientras que en los otros municipios, o ganó el PAN, o lo hicieron otros partidos. Aquí el PRI, no solo resistió el embate de AMLO, sino lo venció, en base al buen trabajo que hizo con la ciudadanía de este pueblo, otrora de raigambre minera.
Tere, busca refrendar en las urnas, lo que ha hecho su esposo, de cara a su responsabilidad de gobernar en forma transparente y muy de cerca con sus conciudadanos+++++
En lo que respecta al municipio de Saucillo, Jaime Lara Hernández, un ex priista, que ahora cabalga con las siglas del PRD, busca, una vez más ser alcalde de la tierra que lo vio nacer, como cuando lo hizo en el trienio 2004-2007.
Lara Hernández, un destacado productor de hortalizas en el distrito de riego 005, tuvo que cambiar de partido, porque la nueva directiva del tricolor que encabeza, Alejandro Domínguez, desconoció lo que ya se había fraguado bajo el liderazgo del ex dirigente del PRI estatal, Omar Bazán Flores. De un plumazo, le dieron el descontón, por la filia que tenía con Bazán.
El ahora abanderado por el partido del Sol Azteca, es un hombre de buena fama pública, con gran presencia entre los productores de hortalizas de esa región inminentemente agrícola.
Pero también se ha destacado por impulsar el deporte del béisbol. El PRI, en su lugar, impuso a una mujer, sin la menor presencia, pero también sin la menor posibilidad de alcanzar un triunfo electoral. Jaime Lara, busca pues, reivindicarse, mediante un triunfo contundente, para demostrarles a sus detractores que todavía tiene pueblo, pero también, que se equivocaron.