Ricardo Del Muro / Austral
En reconocimiento por su compromiso social y con la libertad de expresión, el Senado de la República entregó la Medalla Belisario Domínguez a la periodista tamaulipeca Ninfa María Deándar Martínez, directora general del periódico El Mañana de Nuevo Laredo.
Esta medalla es una condecoración civil otorgada en México, por el Senado de la República, a personas mexicanas por sus acciones en beneficio de la nación o de la humanidad, que en el caso de Deándar Martínez también significa un reconocimiento a los editores y reporteros de los periódicos estatales y municipales que todos los días se enfrentan a las presiones de los gobiernos y los grupos locales de poder.
Ante un panorama donde la llamada “prensa de provincia” se ha caracterizado, con muy contadas excepciones, por la sumisión o el apoyo desmedido a los gobiernos estatales, Ninfa Deándar desde la dirección del periódico El Mañana de Nuevo Laredo, que tomó a la muerte de su padre en 1968, “puso a ese medio de comunicación al servicio del pueblo mexicano y durante su trayectoria periodística enfrentó innumerables adversidades, amenazas, encarcelamientos y atentados contra su dignidad”, como reconoció la senadora Virginia Marie Magaña, presidenta de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez.
En la historia del diario El Mañana, fundado en 1924 por Heriberto Deándar Amador y encabezado por su hija Ninfa Deándar Martínez, no han faltado vicisitudes, que se condensaron en épocas en que fue evidente la colusión del narcotráfico y el poder, señaló destacado columnista Miguel Ángel Granados Chapa (qpd), en un artículo publicado el 26 de febrero de 2008.
Granados Chiapa, quien en ese año también fue galardonado con la Medalla Belisario Domínguez ese artículo titulado “El Mañana en el blanco” para denunciar las agresiones que había sufrido ese diario por mantener una línea crítica ante los gobernadores de esa época. En 1996, por ejemplo, enfrentó la represión política hacia el diario por parte del entonces gobernador Manuel Cavazos Lerma, lo que llevó a que Deándar fuera encarcelada por algunas horas. Una situación semejante a la que en Chiapas padeció el periódico Cuarto Poder durante el gobierno de Pablo Salazar y que, en algún momento, han enfrentado casi todos los periodistas críticos en todas las entidades del país.
“En la historia del diario, fundado en 1932 por Heriberto Deándar Amador y encabezado actualmente por su hija Ninfa Deándar Martínez, como presidenta de su consejo de administración, no han faltado vicisitudes, que se condesaron en épocas en que fue evidente la colusión del narcotráfico y el poder”, señaló Granados Chiapas en ese artículo.
En 1996, ejemplificó, la propia Ninfa Deándar fue amenazada de muerte de modo repetido, por vía telefónica, en recados en que anunciaban también peligros para sus hijos (tres de los cuales, Ninfa, Heriberto y Román Cantú Deándar, son directivos del diario). Se distribuyó entonces, también, un folleto infamatorio contra la presidenta del diario, sin que nadie impidiera su circulación. En cambio, en noviembre de ese mismo año la señora Deándar fue sometida a proceso, por difamación, acusada por la alcaldesa Mónica García Velázquez. El periodista Raymundo Ramos, a su vez, fue secuestrado durante unas horas y conminado a que “ya no atacara al gobernador”, Manuel Cavazos, entonces.
El Mañana, también enfrentó una etapa difícil durante la “guerra contra el narcotráfico en México”, al ser asesinados sus reporteros José Colomina y Roberto Mora García por sus actividades periodísticas, además de que el diario también sufrió ataques a sus instalaciones, señala la reseña histórica de este periódico en Wikipedia.
En la sesión del Senado donde se le entregó la Medalla Belisario Domínguez, la periodista Ninfa Deándar subió a la tribuna y a pesar de su delicado estado de salud, pudo dirigir un mensaje en el que reconoció el legado del expresidente Andrés Manuel López Obrador; además, con el temple que le caracteriza a sus 84 años de edad, expresó que ella y sus hijos, desde la trinchera de El Mundo, darán la batalla por la soberanía de la tierra mexicana.
La historia del periódico El Mundo y de su directora, Ninfa Deándar, es ejemplo de la lucha por defender la libertad de expresión y la difícil relación de la prensa y el poder. Desde que la Medalla Belisario Domínguez, fue establecida en 1953, los senadores la han otorgado a 72 personas, fundamentalmente a políticos, científicos, escritores y artistas, pero sólo han reconocido a cuatro periodistas: Rosendo Salazar en 1970, Miguel Ángel Granados Chapa en 2008, Carlos Payán en 2018 y Ninfa Deándar en este año.
La entrega de la Medalla en esta ocasión incluso fue diferente a las anteriores, destacó el periódico La Jornada, ya que no asistió ningún representante del poder judicial, tampoco el presidente de la Cámara de Diputados, ni el gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez, éste último porque al presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, se le olvidó invitarlo.
Ya desde el miércoles, el presidente del Senado había expresado que era poco probable contar con la asistencia de la presidenta Claudia Sheinbaum a la sesión solemne en la Antigua Casona de Xicoténcatl debido al comportamiento que han mostrado los legisladores de la oposición, “no veo condiciones para que venga la compañera presidenta, no hay garantías de respeto a su investidura”, declaró Fernández Noroña.
El descuido o indiferencia de los senadores, no pasó desapercibido para el periódico Reforma, que publicó: “Si, de manera deliberada, la Mesa Directiva del Senado de la República no invitó a la Ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia, al presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, de plano se le olvidó invitar al gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar.
“Para seguir con la pauta que dejó el expresidente López Obrador, su sucesora, Claudia Sheinbaum, tampoco asistió; y su representante, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, llegó con media hora de retraso”. RDM