Moisés Sánchez Limón
Por ahí, entre copias fotostáticas que se han vuelto color sepia de tanto esperar un espacio y las fotos en lista de espera en el muro de las vanidades, hay una especial. Se trata de unos reporteros que en esos ayeres oteaban al futuro en busca no del Pulitzer, sí de un espacio firme en alguno de los diarios que no eran tantos entonces, editados en la ciudad de México.
Es una instantánea tomada por algún colega reportero gráfico que me la regaló. Descendemos la escalinata que daba a la plaza principal del entonces recién estrenado Centro de Convenciones de Acapulco.
Ahí, libreta y pluma atómica –así les decían– en ristre, Paco Rodríguez, enviado por El Heraldo de México; Moisés Sánchez Limón por el periódico Avance y Guillermo Herrera, el famoso Manix, por Telesistema Mexicano, además de un par de colegas cuyos nombres no recuerdo pero uno de ellos era reportero de Últimas Noticias 2ª edición de Excélsior y el otro de un semanario.
Pero vaya personajes a los que finalmente entrevistamos. El ex presidente Miguel Alemán Valdés, entonces director del Consejo Nacional de turismo; Guillermo Rossel de la Lama, primer secretario de Turismo cuando éste dejó de ser departamento, y el gobernador Rubén Figueroa Figueroa.
Acababan de inaugurar el Segundo Tianguis Turístico en Acapulco, Guerrero. Ávidos de tener nota y ganar la información a los titulares de la fuente de turismo, íbamos en calidad de suplentes, nos organizamos de tal forma que a la hora de la comida teníamos tres notas de primera plana y ganas de comernos al mundo.
Cada quien ha seguido sus rumbos en el oficio periodístico. El Manix se nos adelantó hace rato; Paco es un exitoso y respetado columnista político que me distingue con su amistad –but of course!–, de los otros colegas no he sabido más. Rubén Figueroa, Rossel de la Lama y Alemán fallecieron; el más reciente, en 2010, fue el deceso del hidalguense Rossel.
Vale la referencia porque, cosas de la vida, me ha tocado cubrir el Tianguis en su cuadragésima edición, en Acapulco que ahora, por decisión de Felipe Calderón, lo celebra cada dos años porque se volvió itinerante. Por eso, en esta cuadragésima primera edición, el Tianguis Turístico tiene sede en Guadalajara, Jalisco, en cuyo centro de la Expo Guadalajara, será inaugurado este lunes por el presidente Enrique Peña Nieto.
¡Ah!, cómo ha pasado agua bajo el puente. Hoy Guadalajara es una ciudad pujante, politizada y llena de cultura; el estado de Jalisco es algo más, mucho más que asuntos de nota roja. Y como Guerrero ha vivido y vive sus días de gloria como polo de desarrollo turístico. Lástima que hayan tenido gobiernos que olvidaron cuidar a la industria sin chimeneas y que, caso de Acapulco, hoy la tarea de recuperar seguridad, tranquilidad y paz social es una cruzada.
En aquellos días de la década de los setenta, México oteaba hacia la petrolización y se olvidaba de la prioridad requerida en el sector Turismo. Apenas a mediados de esa década, Luis Echeverría Álvarez le había dado cierta importancia al desarrollo del recién descubierto paraíso que era Cancún. José López Portillo inauguraría el Albergue del CREA, fomentado por la entonces directora Silvia Hernández, para abrir espacios de sano esparcimiento y turismo popular a los jóvenes.
Acapulco caminaba solo, sin necesidad de tanto desarrollo; no había siquiera la expectativa del hoy famoso túnel que va de Ciudad Renacimiento a la avenida Cuauhtémoc, la principal después de la Costera Miguel Alemán. Ni qué pensar del desarrollo de Punta Diamante.
Y nosotros, reporteros en busca de la fama en las primeras planas, preguntábamos entonces a Rubén Figueroa acerca del riesgo de que renaciera la guerrilla. El había sido rehén de Lucio Cabaños, comandante en jefe del Partido de los Pobres y de la guerrilla en la montaña de Guerrero. El viejo Figueroa sonrió frente a la pregunta y esa fue su respuesta. Por supuesto, a Lucio lo habían matado militares un par de años antes en una emboscada.
Hoy, Acapulco es víctima de la delincuencia organizada. Hoy, Jalisco se sacude esa perversidad delictiva y, desde este lunes y hasta el jueves próximo, será sede del mayor escaparate del turismo nacional e internacional en la celebración de la edición número 41 del Tianguis Turístico.
Este lunes lo inaugura el presidente Peña Nieto, acompañado del secretario de Turismo federal, Enrique de la Madrid Cordero, el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, y el presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico, Pablo Azcárraga.
Hace 41 años, la industria del turismo no generaba las divisas que hoy capta merced a este impulso que se ha dado al sector. Miles de millones de dólares entran a la caja registradora de la economía mexicana, por la vía de los turistas que vienen a disfrutar de sitios como Guadalajara y Acapulco.
Bien que se haya convertido en un escaparate itinerante si ello sirve para fomentar esta actividad que genera miles de empleos. Porque México no es nota roja. Digo.
LUNES. Apenas elemental la forma en que el GIEI rindió su informe final. Y, bueno, el presidente Peña Nieto respondió con el que se estima carpetazo: el gobierno analizará el informe completo. Conste.
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