Por: Ricardo Aguirre Cuellar
Estimado amigo; el tamaño del fenómeno criminal en el país es del tamaño del fracaso de la Guardia Nacional.
México vive en estos tiempos la peor crisis de inseguridad, violencia y muerte en su vida post revolucionaria y es que lo que hoy se ve, no es nada más bandas crimínales que se apropian de extensas regiones de la nación, sino lo peor, crimínales que con absoluta impunidad imponen su “ley” ante la mirada de una corporación que nació muerta.
La Guardia Nacional es la expresión más acabada de lo que no se debe hacer. Pues con su nacimiento se prohijaron los peores vicios y fobias que lejos dejaron cualquier propósito por mejorar la seguridad pública de la ciudadanía y por el contrario se permitió la creación de una “institución” militar ajena a cualquier finalidad.
Ya lo habíamos comentado estimado amigo.
La GN no llenó ningún hueco, por el contrario su creación destruyó un proyecto que mal que bien se venía consolidado.
La Policía Federal se venía construyendo como una policía civil desde dos sexenios atrás, pero sobre todo, en base a la antigua Policía Federal de Caminos, que bajó cualquier circunstancia era la policía mejor capacitada y de más tradición, a pesar de sus múltiples problemas y su corrupción; sin embargo la profesionalización de la misma permitió establecer en la naciente Policía Federal, estándares de investigación y combate al crimen alejados del criterio militar, que al principio privó, tan era así, que la academia de la Policía Federal de Caminos en San Luis Potosí, se convirtió en el centro de formación de cadetes y oficiales para la nueva Policía Federal y que si bien en las filas de esta se encontraba una buena parte de soldados, estos pertenecían a las Fuerzas Federales de
Apoyo, las que en si mismo eran altamente especializadas y no como hoy, que la GN la conforman con soldados rasos, cuya preparación es muy deficiente y relativa a la milicia, pero con total desconocimiento de lo que son las labores policiacas de seguridad pública. Aunado a lo anterior los mandos también obedecen a los cánones militares y escalafones de las fuerzas armadas. Así entonces lo qué presenciamos no es otra cosa que el desastre anunciado.
Un cuerpo militar, que no sirve para la seguridad pública, pero que tampoco cumple con ningún objetivo militar. Los resultados son para llorar, cualquier policía de pueblo realiza más detenciones que la GN; el año pasado cerró con poco más de dos mil quinientas detenciones en todo el territorio nacional, que si las comparamos con el número de sus elementos- cercanos a los 135 mil- nos damos cuenta de su franca inutilidad. Una detención por cada 54 elementos. Y todas en flagrancia. Cero investigación y cero en combate a delincuencia organizada, quien por cierto cotidianamente los humillla.
Pero si analizamos el robo en carreteras, el asunto es espeluznante. Nada se hace por evitarlo. No hay ninguna estrategia de prevención, patrullaje de acción y mucho menos de reacción, por eso vemos cualquier cantidad de delincuentes asaltando vehículos particulares, autobuses de pasajeros y camiones de carga en casi toda la red de carreteras del territorio nacional y la GN. Bien. Gracias.
Y cuando aparecen solo es para “cubrir” la escena del crimen. Como testigo pasivo.
Las carreteras se han convertido en rutas de terror ya por los delincuentes, como por los accidentes viales que año con año cobran la vida de miles de víctimas y todo porque?
Porqué no hay vigilancia y menos una política pública que ponga al frente al ciudadano. Como en muchas otras cosas que a lo largo de este fatal sexenio sufrimos.
Caprichos, fetiches, dogmas, pero sobre todo ideas enfermas es lo que a derivado en un resultado brutal. Delincuentes empoderados y ciudadanos arrinconados.
Así es el epítome del fracaso. La seguridad pública y combate a la delincuencia.
Entre paréntesis; sin lugar a dudas el tema central de las próximas campañas lo será la seguridad pública y la violencia generalizada que vive el país.
No hablamos de un rezago. No que va. Estamos ante un problema que de no contenerse con efectivas propuestas, derivará en el caos total.
Soslayar la importancia de políticas públicas en seguridad y combate a la violencia, no es un error de cálculo, es una perversa decisión que hoy y en el futuro tiene un enorme costo.
Seguridad pública, impunidad y Estado de Derecho, son asignaturas pendientes que requieren una visión de Estadista y no de simple comparsa que repita las mismas estupideces.
México ya no puede ser campo de experimento social. Y menos campo de ideologías que reniegan del deber ser, para imponer la visión de un solo hombre o mujer.
México tiene que trascender del gobierno del YoYo al gobierno de todos.
Seis años de lo mismo, entonces no va quedar nada que rescatar.
De eso se trata y por eso la importancia de las elecciones del año que entra.
México hacia adelante y con futuro o un México en retrovisor.
PD. Vaya con los ataques y descalificaciones a Xóchitl. La jauría de carroñeros sobre ella y eso que dicen que fue flor de un día y que ya se desinfló. Pero no hay un solo día que no la ataquen.
Asustados deben estar. Que hasta consejos le dan para que renuncie y no se deje manipular por los siniestros presidentes de los partidos del Frente.
En suma. Han pasado poco más de setenta días y siguen llorando por la irrupción de Xóchitl; que no se dan cuenta que entre más la ataquen más conocida es y por contra más disminuida se ve a Sheinbaum a la que no le hacen ningún favor, que no sea demostrar que no despega y que no trae nada en la bola.
Fría, impávida, hueca y sin emoción. Difícil vender el producto y más repitiendo lo mismo.
PD 2 García Harfuch el costoso proyecto de Sheinbaum- made in Garcia Luna – que reventará a morena en la CDMX.
Y todo cuadra. López y morena fuera.
No lo crees así querido amigo.
Una entrega de Latitud Megalópolis para Índice Político