Palabra de Antígona
Sara Lovera
El 5 de octubre conocimos la segunda Encuesta Nacional de Trabajo Infantil con la estremecedora revelación de que las niñas, a partir de los 5 años realizan labores domésticas inadecuadas y sin remuneración, cuyas consecuencias impactan su desarrollo y su salud, sus derechos humanos al realizar actividades peligrosas arriesgando muchas veces su vida.
Las futuras mujeres, que debían pensar en su autonomía y una vida sin discriminación ni violencias, hoy están sujetas a una condición ilegal. Muchas personas la consideran natural. Es su destino, por ser mujeres. Pero no sólo friegan platos y limpian, sino que dejan atrás la escuela, el juego y la alegría. Ellas a su cortísima edad sufren dolores de espalda, pierden la respiración por los líquidos de limpieza, cargan cosas pesadas y laboran jornadas hasta de 14 horas al día.
¿Qué país es este? El dato científico derriba toda la parafernalia sobre una política para reducir las desigualdades entre hombres y mujeres, que promueve a las niñas para aprender matemáticas; que festina el avance político de las mujeres, que aplaude el tal vez, del 2024, cuando podríamos tener una señora presidenta.
¿Dónde queda el humanismo que se pregona, quién se inmuta frente a esta realidad? Es claro que niñas y mujeres programadas para servir a otros y a otras desde la ideología patriarcal y los estereotipos, ideología materializada dolorosamente en hechos. Chiquillas trabajando para la productividad de este país, antes de aprender a leer y a escribir. Los niños, también, hay que decirlo.
La encuesta, avalada por INEGI, informa de millón y medio de niñas, de 5 a 11 años, haciendo labores inadecuadas, inaceptables en los hogares. Pero no nos dice nada de otras miles en trabajos informales, forzosos o de explotación sexual. Se hizo en 65 mil hogares y por ello no captó lo que sucede en las calles, donde hay venta de chiles, malabares o limpiacristales. Nada de quienes trabajan para el crimen.
Si reporta a niñas con trabajo doméstico remunerado, quienes antes de cumplir 10 años limpian, lavan o planchan ajeno.
¿Dónde está la mayoría? Según la encuesta el trabajo infantil, se disparó, en 3 años, 25 por ciento en el estado de Guerrero. Y más de 20 en Chiapas y Oaxaca, con gobiernos de la cuatroté.
El anuncio es que se dialoga con todas las secretarías del trabajo para erradicar el trabajo infantil, La encuesta fue sufragada, no por el erario público, sino con recursos técnicos y económicos de la Organización Internacional del Trabajo y del gobierno de los Estados Unidos.
Noticia nueva es que para 2024 disminuye el presupuesto de INEGI en 15 por ciento que afectará la encuesta en los hogares, que se hace cada dos años y el único instrumento para transparentar la violencia contra las mujeres.
El ejercicio mostró, que entre 2019 y 2022, creció el trabajo infantil en medio millón, ¿por la pandemia?, no, contestó el funcionariado es tendencia ligada a la pobreza; la paradoja: el 31 por ciento de niños y niñas, dijeron que trabajan por gusto, por ayudar, para pagar su escuela, ya que respondieron delante de padres o madres.
La conclusión: hacen trabajo infantil 3 millones 700 mil criaturas, de 5 a 17 años, 13 por ciento, de los más de 28 millones de esas edades. Saberlo, ayuda a tomar decisiones y crear políticas para erradicar el trabajo infantil y tomar conciencia.
Me pregunto si esa es la medida de la felicidad mexicana, si es o no un asunto prioritario, si nos debiese conmover , si cabe en el gobierno humanista. La verdad, es un retrato del país que se desmorona día a día. Atroz. Veremos.
*Periodista. Directora del portal informativo https://www.semmexico.mx