¿Se imagina usted al pequeño Estado Vaticano convertido en un mercado de artesanías? ¿A la columnata de Bernini sosteniendo mantas multicolores, al mejor estilo del tianguis de Toluca? ¿A frailes y monjas atrayendo clientes con el clásico “¡pásele marchantita!”?
Inimaginable, ¿cierto?
Pero tal imagen es la que el gobernador mexiquense –bueno, eso de gobernador no es más que un decir– Eruviel Ávila ha intentado “vendernos”, para dizque justificar un viaje a Roma, con obligadas escalas en la Via Condotti, la Via Borgognona y, por supuesto, la Via Frattina, donde se asientan las principales boutiques de los diseñadores de moda italianos y de todo el mundo. Artesanías de altísimos precios, pero artesanías al fin y al cabo.
Y es que el “gobernador” anunció urbi et orbi –como se escucha semanalmente en la Plaza de San Pedro– que viajaba en estos días a la capital de Italia para, en El Vaticano, reunirse con el Pontífice Francisco con quien promovería las artesanías del Estado de México.
Un insulto a la inteligencia de cualquiera, ¿no cree usted?
Ello a menos de que, con el arribo del Pontífice Francisco al máximo cargo del clero católico, El Vaticano haya decidido transformar su portentoso poderío financiero en una mera agencia aduanal o, en el mejor de los casos, en un tianguis cuyo producto gancho sean los árboles de la vida de Metepec, los tapetes de Temoaya, o los “mosquitos” –alcoholes saborizados con frutos regionales– de Santiago Tianguistenco.
De ser este el caso, bueno sería que, por ejemplo, Rodrigo Medina prepare una gira a la Santa Sede, para promocionar el cabrito a las brasas y la machaca de la Tía Lencha.
Y que Gabino Cue haga lo mismo, para que todos los visitantes o aquellos que vayan los miércoles a las audiencias papales o los domingos por la bendición, se lleven con ellos sus ollitas de barro negro rellenadas con sabroso mezcal y, ¿por qué no?, degusten unas deliciosas tlayudas bien adornadas con tasajo y quesillos oaxaqueños.
Ávila se convertirá así en pionero. Y en el mejor aliado de El Vaticano, convertido ahora en mercado de artesanías.
SIN TOMAR POSESIÓN
Hasta hace poco, cuando este escribidor recibía comentarios sobre el largo lapso que el hidalguense Francisco Olvera o el jalisciense Aristóteles Sandoval hubieron de esperar para tomar posesión de sus cargos como gobernadores, invariablemente respondía que peor estaba Eruviel Ávila que, tras ya un par de años de haber sido electo en las urnas, todavía no podía sentarse a sus anchas en la principal silla del Palacio de Gobierno mexiquense. Ahí seguían al cargo los peñanietistas.
Y como no tenía prácticamente nada qué hacer, Ávila se dedicó a darle vuelo a la frivolidad.
Pero los peñanietistas ya no están en Toluca. Prácticamente todos ya están cobrando en las nóminas federales, y Ávila se mantiene en lo mismo, como si todavía le estuvieran echando la mano –y metiéndola– los colaboradores de su antecesor.
El frustrado viaje a Roma –se vio obligado a regresar de allá, tras la explosión de una pipa de gas en el municipio que tuvo a su cargo–, forma parte de sus frivolidades. Llevar con él a tres artesanos fue “pantalla” con la que se pretendió ocultar que viajaba con sus hijos.
¿Cuándo va a tomar posesión Eruviel Ávila del cargo de gobernador del Estado de México?
¿O será, acaso, que está a la espera de que regresen a Toluca los peñanietistas?
¿Verdad que es broma la versión que por ahí aparece, de vez en vez, de que aspira a “La Grande” en el 2018 y que, para cumplir su ideal, va a ser llamado a formar filas en el gabinete presidencial?
¿Qué dirá de ello otro mexiquense, Luis Videgaray, quien desde ayer está mejor posicionado de lo que estaba hasta hace unos días?
De Eruviel Ávila, pues, sólo recibimos insultos a nuestra inteligencia: ya cuando dice que El Vaticano va a promover a los artesanos de su entidad, ya cuando se considera a sí mismo un presidenciable, ¿a poco no?
Índice Flamígero: Tan sólo durante las pocas horas que duró el frustrado viaje de Eruviel Ávila a Roma, a su oficina llegaron una recomendación de la CNDH, reportes sobre una jornada violenta en Texcoco, y versiones de que la alcaldesa de Toluca, Martha Hilda González Calderón, ya está lista para ser gobernadora; sustituta o formal, cualquiera de las dos opciones.