Yo Campesino / Candil de la calle
• Es un deber salvar vidas dice el ganso, pero deja que mueran 350 mil mexicanos
*Miguel A. Rocha Valencia*
De plano en ganso se voló la barda cuando proclamó su lucha anticorrupción y la vuelve grito de Independencia, pero lo que fue de ridículo internacional fue su llamado a salvar vidas en Ucrania.
Tanto que Myhkailo Podolyak, asesor presidencial ucraniano le respondió de inmediato: “los ‘pacificadores’ que usan la guerra como tema para sus propias relaciones públicas solo causan sorpresa, ¿Su plan es mantener a millones bajo ocupación, aumentar el número de entierros masivos y dar tiempo a Rusia para renovar las reservas antes de la próxima ofensiva? Entonces su ‘plan’ es un plan ruso”.
Es decir, le dijo que no se metiera en lo que no debería importarle, que no fuera “injerencista”, posición que el mismo mesías tropical ha esgrimido para no condenar la invasión rusa a Ucrania ni la matazón y tiranía en Nicaragua, ni mucho menos la violación flagrante de derechos humanos y dictadura en Cuba.
Peor cuando en México si existiera guerra con otro país, pareciera que vivimos un conflicto bélico donde las masacres se vuelven cotidianas, así como la impune toma de territorios y sojuzgamiento de comunidades ante la cómplice inacción de la autoridad federal que como cereza en el pastel de su tortuosa “política anticrimen”, pretende una militarización para justificar su fracaso o por qué no, su éxito al provocar que la violencia cauce el miedo para aceptar sus afanes.
Y todavía ante el rechazo, el profeta cuatrotero se atreve a insistir en que es un “deber tratar de salvar vidas y evitar sufrimientos”, frase que millones de mexicanos le espetamos todos los días tras el reporte de crímenes, ausencia de medicamentos, caída en la atención a la salud que según el Inegi, suman una sobre mortandad por Covid-19 y enfermedades crónico degenerativas incluyendo cáncer, diabetes e hipertensión por cerca de 250 mil víctimas más otros 100 mil por daños a causa de la desnutrición derivada de la mayor pobreza en el país.
Los demás corresponden a la “no guerra contra el crimen” donde los datos varían, pero rondan los 135 mil, así como un número indefinido de heridos, sin contar los 35 mil desplazados por la violencia ni los 35 mil reportados como desaparecidos incluyendo niños y mujeres.
Eso mientras que datos de la CIA dados a conocer por su director William Burns, las bajas rusas suman 15 mil muertos y 45 mil heridos, en tanto la ONU reporta un número similar de soldados y civiles ucranianos fallecidos, amén de ocho mil 421 heridos entre hombres mujeres, niñas y niños.
De hecho en el extranjero no repararon en la crítica contra el caudillo de Tepetitán por ser candil de la calle y oscuridad de su casa, ya que si de salvar vidas se trata, al menos intentaría rescatar miles de las que se pierden por falta de medicamentos, escasez que se deriva del desvío presupuestal de salud a sus obra de tan dudosa viabilidad financiera que a seis meses el tal aeropuerto de Santa Lucía sigue sin alzar vuelo, en tanto que la refinería de Dos Bocas sigue sin refinar y ya pasó del doble su inversión, como ocurre también con el trenecito Maya.
Tan es así que lejos de contar con un sistema de salud que se parezca, aunque sea de lejos a los europeos, cada vez estamos peor pues el número de excluidos hoy es mayor que en el período neoliberal y a pesar de que el ganso dispuso de 64 mil 524 millones del saqueo a 109 fideicomisos públicos entre ellos el Fondo de Desastres Naturales, bajo el pretexto de auxiliar en la pandemia y comprar vacunas la verdad es que sólo seis mil millones se utilizaron para ello y lo demás se fue al trenecito.
Pero además y a pesar del cada vez más profundo desabasto de medicamentos en el sector salud, en el presupuesto de Egresos de 2023, se contempla una disminución efectiva del 15 por ciento al gasto en relación al ejercicio 2022, donde además se registraron “ahorros” que en otros tiempos eran subejercicios y castigados, hoy gracias a la discrecionalidad con que cuenta el machuchón, no son punibles y los puede gastar en lo que quiera sin necesidad de justificarlo.
Es de risa loca que el ganso pida para otro país lo que él no puede dar en México.
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