Los recientes escándalos de corrupción en Argentina han puesto en jaque la narrativa «anticasta» promovida por el presidente Javier Milei. Dos casos destacados han sacudido el tablero político: la expulsión del senador Edgardo Kueider, detenido en Paraguay con más de 200,000 dólares sin declarar, y la denuncia contra el diputado Cristian Ritondo por presunto enriquecimiento ilícito.
La caída de Kueider
El Senado argentino tomó una decisión histórica al expulsar a Kueider, quien fue señalado por «inhabilidad moral». La votación, que reunió más de dos tercios de los votos necesarios, representa un duro golpe para el gobierno, ya que Kueider era considerado un aliado clave para la aprobación de leyes importantes, como la Ley Bases, fundamental para el programa económico del oficialismo.
Kueider, quien originalmente fue electo por el peronismo en 2019, cambió de bando tras la llegada de Milei al poder. Su detención en Paraguay, donde se le encontró con 211,000 dólares en efectivo durante su sexto viaje al país en 2024, generó una ola de críticas. «Se compraron votos», acusó José Mayans, jefe del bloque de Unión por la Patria en el Senado.
“La Ley Bases fue corrupta, se compraron votos”. El jefe del bloque de Unión por la Patria, José Mayans, apuntó este jueves contra el senador Edgardo Kueider | Más información en https://t.co/bmGZTpVB0n pic.twitter.com/E85ZTHazsL
— Ámbito Financiero (@Ambitocom) December 12, 2024
Denuncia contra Ritondo
Por otro lado, Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO y aliado del gobierno, enfrenta serias acusaciones de enriquecimiento ilícito. Una investigación periodística reveló que su esposa estaba involucrada en un entramado de sociedades en paraísos fiscales que adquirieron propiedades por más de 2.5 millones de dólares. La causa investiga la creación de estructuras financieras no declaradas y el ocultamiento del origen de los fondos utilizados para estas compras.
Ritondo ha sido un pilar fundamental para la aprobación de leyes del gobierno y su papel es crucial para mantener el apoyo legislativo necesario. Curiosamente, su bloque había impulsado un proyecto denominado Ficha Limpia, que buscaba impedir que personas condenadas por corrupción pudieran postularse a cargos públicos.
Impacto en la narrativa oficial
Estos escándalos han debilitado la imagen del gobierno y su discurso anticorrupción. Según el politólogo Santiago Giorgetta, «la narrativa anticasta quedó absolutamente diluida». Sin estos aliados, Milei no habría podido aprobar ninguna ley significativa. Además, la promesa de que los ajustes fiscales serían pagados por la «casta» política se ha visto comprometida por un aumento en la pobreza que alcanza al 50% de la población.
Giorgetta también señala que estos eventos no solo afectan la moralidad del gobierno, sino que tienen consecuencias prácticas: «El oficialismo pierde un aliado fundamental en el Senado y su reemplazante es una opositora».
Con información de Sputnik
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