CIUDAD DE MÉXICO, 16 de noviembre (AlMomentoMX).- Luego de seis años en una cama, Juan Pedro Franco, el hombre más obeso del mundo, salió de su casa en Aguascalientes con destino a una clínica privada en Guadalajara, donde intentarán disminuir gran parte de sus 500 kilos de peso.
La labor de traslado involucró a un equipo de 10 médicos, paramédicos e intensivistas, encabezado por el cirujano bariatra José Antonio Castañeda, quien debió recurrir a una camioneta con una capacidad de más de una tonelada, debido a que les negaron el permiso de llevarlo en un camión de carga comercial.
Por su parte, la familia de Juan Pedro debió desmontar la cama adaptada con fierros, agarraderas y cuerdas en lugares estratégicos para incluirla dentro del equipaje del joven de 32 años, debido a que ningún hospital cuenta con algo similar.
En el traslado incluyeron un equipo de reanimación, así como un tanque de oxígeno, porque en el trayecto había la probabilidad de que sufriera alguna descompensación.
En otro auto llevaron a su perro Barbas, el cual según Franco, a lo largo de 12 años ese can se ha convertido en su “médico de cabecera”, pues ladra cuando en las madrugadas se le sube o baja el nivel de azúcar, presenta presión elevada o está en peligro de morir.
Tras cuatro horas de viaje en la camioneta, la noche de este martes llegó a un hospital de Zapopan, en Jalisco, para iniciar una carrera de aproximadamente 18 meses para perder entre 410 y 420 kilos.
“Estuvo algo pesadito, pero bien (…) Vengo con las esperanzas de salir adelante y echarle ganas, me motiva una esperanza de vida”, dijo.
El plan, indicó el cirujano, es que en los siguientes seis meses baje 30 o 40 kilos para someterlo después a una cirugía definitiva y lograr que en año y medio llegue a los 80 u 90 kilos de peso.
Hace dos años que Juan Pedro dejó de pesarse y asegura que desde que nació, con 3.400 kilogramos, ha tenido problemas de obesidad, sin embargo su historial clínico indica que desde hace 20 años, cuando tenía 12, comenzó a subir dramáticamente de peso.
A los 17 sufrió un accidente en autobús, lo que le dificultó caminar y desde entonces comenzó la espiral que lo confinó a una habitación de la casa que comparte con sus padres y dos hermanos.
Por su condición, Juan Pedro desarrolló diabetes, hipertensión y afecciones pulmonares que ponen en peligro su vida.
Entre los posibles tratamientos que Juan Pedro podría recibir, además de una dieta controlada, es el uso de pastillas o la colocación de un balón intragástrico, que se introduce al estómago mediante una endoscopía.
Juan Pedro contactó a la clínica que lo atenderá a través de redes sociales después de enterarse del tratamiento. Según el doctor Castañeda, “hasta hoy no ha habido ningún otro paciente en el planeta que tenga ese peso”.
AM.MX/dsc
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