Cicuta
Jaime Flores Martínez
Viernes 17 de enero del 2025.- Sarcástico como acostumbra al referirse a la renuncia de Justin Trudeau al gobierno de Canadá, el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump implícitamente se adjudicó esa dimisión.
¡Esa clara burla fue percibida por muchos observadores!
Y es que al anunciar que dejaba el ministerio canadiense (el pasado día 6), Justin Trudeau no midió que Trump se atribuiría su renuncia.
Apenas se conoció la noticia, el hombre anaranjado salió a referir que los canadienses estarían felices de anexarse a Estados Unidos pues de esta manera no existirían exportaciones e importaciones lo que se traduce en cero aranceles.
Aunque hasta hoy se desconoce cuáles fueron los temas que ambos abordaron a finales de noviembre en Mar a lago, Florida, Estados Unidos.
En aquel momento sorprendió que Trudeau sobre-reaccionó al viajar intempestivamente y después se limitó a calificar de “excelente” el encuentro.
Hay quien afirma que —seguramente— Donald Trump “chamaqueó” a Trudeau pues de otra manera no se entiende la renuncia del canadiense.
Días después de ese encuentro, es decir, el 10 de diciembre, el fanfarrón Trump se pasó de irreverente al llamarle a Trudeau “gobernador” y calificar de “entidad” a Canadá.
Para ser más concretos la visión de los sensatos es que Justin Trudeau prefirió renunciar antes que Trump lo recostara boca abajo sobre sus rodillas y le diera nalgadas.
Pareciera que no hay duda que Trudeau renunció porque no quiso ser aplastado por Trump.
Aunque muchos lo calificaron de “cobarde”, este hombre lo prefirió a convertirse en una cucaracha bajo el zapato trumpista.
Hay quien se atreve a pensar que la presidenta de México Claudia Sheinbaum debería utilizar el espejo que puso enfrente Trudeau y no necesariamente para renunciar sino para medir lo que le espera.
A unos días de tomar posesión de la oficina oval, Donald Trump envió un mensaje que llevaba un mensaje implícito para Sheinbaum.
El día 7 de este mes dijo que “México está esencialmente dirigido por el narcotráfico” lo cual es un insulto directo a la presidenta.
Trump fue más allá al proponer cambiarle el nombre al Golfo de México y llamarse Golfo de América.
Si el ministro de Canadá prefirió renunciar a enfrentarlo, que puede esperar la señora presidenta de México Claudia Sheinbaum.
El anaranjado puede pensar que si Sheinbaum intenta proyectar “valentía” ante los mexicanos debería mejor pensar en estrategias de justificación ante el inminente lanzamiento de misiles trumpianos.
Acorralada
Dos integrantes del gabinete trumpista comparecieron el miércoles ante los senadores.
Marco Rubio y Pamela Jo Bondi (próximo secretario de Estado y Fiscal General, respectivamente), ofrecieron la certeza que —apenas inicien— se declararán terroristas a los narcotraficantes mexicanos y serán combatidos por aquel gobierno “solos o en coordinación” con el gobierno mexicano.
En otras palabras, la presidenta Sheinbaum ya no puede minimizar las advertencias del nuevo presidente.
Sheinbaum está acorralada.
Positivo
Qué bueno que quienes más necesitan son atendidos por la autoridad con programas sociales.
A mediados de semana, la gobernadora de Baja California Marina del Pilar Ávila Olmeda precisó que durante los tres primeros años de su gobierno se han entregado más de 10 mil millones de pesos.
Este año se tiene contemplado repartir más de 4 mil 700 millones en programas sociales.
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