Lilia Arellano
“El estilo es el hombre”: Georges Louis Lecler
• Dan “toques” en el PRI
• Epitafios fúnebres: entierro partidista
• “Mi compromiso es contigo”: EPN
• “No traigo cash”: Zedillo a artesana
• “Ni los veo ni los oigo”: Salinas de G.
• Calderón: “el presidente del empleo”
• Vicente Fox Quesada: “¿y yo porqué?”
Ciudad de México, 7 de julio de 2016.- En tanto Enrique Peña Nieto no diga lo contrario, su filiación será priísta y con ello habrá de adjudicársele cualquier movimiento realizado dentro de ese partido en el cual, visto está, nada se interpone cuando de cumplir órdenes se trata. El turno llegó para la suplencia de Manlio Fabio Beltrones, doña Carolina Monroy no logró ni de lejos, acercarse a esa posición debido, entre otras cosas a su ambición por gobernar el Estado de México. Así llega Enrique Ochoa, con el antecedente de haber salido de las filas de la Comisión Federal de Electricidad, de la oficina azote de millones de familias mexicanas con su misión de Empresa de Clase Mundial, elevando los precios de las tarifas domésticas a las nubes hasta tornarlas impagables para quienes reciben dos o tres salarios mínimos en pago a su trabajo, orillando, de nueva cuenta y con la bendición de Luis Videgaray a otro cierre masivo de empresas, éstas dedicadas a la industria y, entre ellas, van hasta las tortillerías.
Mucho fondo debe existir entre la política partidista y la de los energéticos. El actual titular de Energía surgió de la presidencia del CEN tricolor y, justamente, la trayectoria de Ochoa Reza está relacionada con la rama de hidrocarburos, electricidad, negocios. Cuenta con reconocimientos y premios por méritos en la industria del gas, miembro del Consejo de COMEX, miembro del grupo técnico redactor de la reforma energética y desde hace dos años, justo cuando se dejaron venir los cambios de medidores y aumentaron las tarifas eléctricas, responsable de la CFE. Del michoacano, dicen los tricolores, solo puede advertirse la llegada de “un diablito” a las instalaciones del inmueble tricolor, hoy más vacío que nunca. El michoacano es egresado de la UNAM y tiene estudios de posgrado. El currículo gira entre el ejercicio jurídico para llevar los planes presidenciales al terreno personal del objetivo y cátedras sobre juicios orales. Ya veremos quien da a los senadores las explicaciones sobre los aumentos a tarifas eléctricas o ¿va a dobletear?
El principal padrinazgo de don Enrique proviene del hombre cuyas frases revelan: “nos volvieron a saquear”. Del comprometido con “mover a México”. El del “compromiso contigo” –lo no visto fue hacia donde se dirigía tanto con la mirada como con las manos-, Enrique Peña Nieto. Con la llegada de este nuevo personaje dentro de la dirigencia tricolor vienen a la memoria los engaños a los cuales nos han sometido y hemos aceptado y hasta repetido como frases simpáticas. No sólo ha sido “te lo firmo y te lo cumplo”, expresado por el mexiquense dando a conocer una tras otras las rúbricas ante Notario, mismas nunca más vueltas a ver y mucho menos cumplidas. “El presidente del empleo”, don Felipe Calderón, dejó al país ensangrentado, en ruinas. Vicente Fox aseguró ser “el gobierno del cambio”, pedía sin cesar “el voto del cambio”. Para Ernesto Zedillo el ofrecimiento consistió en garantizar “bienestar para la familia”, sólo no agregó tal objetivo se vería realizado solamente en la suya, en la política, defendiendo a su suegro a costa de encerrar a un General.
Con Salinas de Gortari llegó: “que hable México” y se supone escuchó al país decir: desmantélame!!! Vinieron los ofrecimientos de limpia de la corrupción y se escuchó la palabra “Solidaridad”, con la cual se identificaba a Lech Walesa y posteriormente al Papa polaco. Miguel de la Madrid nos doró la píldora con “la renovación moral” y con la certeza “de frente, combatir la corrupción”. Sobra decir en cada caso ha sucedido todo lo contrario y quienes más se han empeñado en vender frases de honestidad, de servicio al pueblo, han sido los más saqueadores, deshonestos y corruptos.
Para José López Portillo “la solución somos todos”, pretendió involucrar a la sociedad en un ejercicio abarcado en su totalidad, dominado, por su persona. ¿Puede olvidarse “tenemos que aprender a administrar la abundancia”? Relacionado con el “arriba y adelante” de Luis Echeverría, conforma la plataforma desde la cual despegaron nuestras amarguras actuales y… aún hay más, mucho más de estos personajes a los cuales ahora se suma un nuevo líder tricolor ligado totalmente al Ejecutivo Federal. Serán los M&M de la década. El mexiquense y el michoacano.
ENGAÑOS EN CADENA
Frases de campaña y otras utilizadas por ex presidentes de la República en momentos claves de sus respectivas gestiones, dibujan de cuerpo entero sus administraciones, cuyo trabajo fue enfocado al desmantelamiento del Estado benefactor, a la cancelación del contrato social con los ciudadanos y a la defensa de intereses particulares, más no al beneficio de la población. Largas décadas de experiencia hacen a los trabajadores mexicanos desconfiar de la propaganda oficial, de las promesas de campaña, de los proyectos y programas de gobierno, de las modificaciones a la Constitución, adecuada cada periodo gubernamental para hacerla coincidir con los intereses económicos del grupo en el poder. Mientras el bienestar social de las familias mexicanas fue totalmente eludido.
Famosas se hicieron frases de políticos destacados también en momentos clave de su desarrollo, las cuales se utilizaron incluso en su contra. Ejemplo de ello lo es sin duda el grito de “cállate chachalaca”, de Andrés López Obrador silenciando a Vicente Fox a fin de cooptar su intervención en las elecciones de 2006. También su declaración: “al diablo con sus instituciones”, después de ser víctima de un fraude electoral. Estas mismas frases fueron utilizadas en contra del entonces candidato presidencial de izquierda para exhibirlo como un político intolerante, autoritario y como “un peligro para México” -frase utilizada por Felipe Calderón, su adversario en la carrera presidencial-, lo cual permitió unir a los sectores conservadores y reaccionarios del país para impedir su triunfo electoral e imponer a Calderón Hinojosa, quien nunca pudo quitarse la etiqueta de ser un “presidente espurio”, el cual llegó a Los Pinos a través de un fraude monumental.
El prestigio de los políticos se chamusca por sus propias palabras, como le ha ocurrido en diversas ocasiones al presidente Enrique Peña Nieto. Los ejemplos abundan: “ya sé que no aplauden”, dijo tras acabar su discurso en el que presentó a Virgilio Andrade al frente de la Secretaría de la Función Pública (SFP), y a quien ordenó investigar si hubo conflicto de intereses en las adquisiciones de las casas de Angélica Rivera y Luis Videgaray. Como todo mundo previó, el subordinado de Peña Nieto exoneró a la esposa de su jefe y a su colaborador más cercano de cualquier responsabilidad al margen de la legislación vigente. Durante una entrevista con el diario español “El País”, cuando se le cuestionó sobre temas de la vida cotidiana y el precio de la tortilla, el entonces candidato presidencial respondió: “no soy la señora de la casa. Cuesta entre 7 u 8 pesos”.
Otra pifia ocurrió en una conferencia de prensa cuando Peña Nieto preguntó al presidente del PRI: “¿entonces, soy candidato o precandidato?”, sin darse cuenta que tenía el micrófono prendido. También, durante una entrevista colectiva sostuvo: “la corrupción es cultural”, y el periodista León Krauze le espetó que era más bien una construcción hecha por el partido al que pertenece. En torno al caso de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, señaló: “supérenlo. Pido un esfuerzo colectivo para que vayamos hacia delante y podamos realmente superar este momento de dolor”.
Los slogans o frases de campaña también han confirmado la desconfianza de los mexicanos hacia este tipo de promesas electorales. Peña Nieto prometió en su campaña presidencial “Mover a México”, pero no precisó hacia a dónde –ahora va hacia el despeñadero-. También aseguró: “mi compromiso es contigo”, pero sinceramente la gente no piensa sea con la población, sino sólo con los integrantes de su primer círculo. De hecho, el “mal humor social”, crece al mismo ritmo de la desobediencia civil, por las políticas de su gestión de continuar con la privatización de la salud y la educación, entregar cientos de millones de hectáreas a las empresas mineras y los recortes al presupuesto. Ni que decir de la riqueza petrolera y la subasta de tierras para fomentar “energía”.
FCH: “EL PRESIDENTE DEL EMPLEO”
Felipe Calderón Hinojosa arrancó su campaña presidencial prometiendo: “voy a ser el presidente del empleo”. Complementó su promesa: “voy a reducir los impuestos a trabajadores y empresas para que haya más inversión y más empleo”. Tras su presunto y apretado triunfo electoral dijo: “gané las elecciones: haiga sido como haiga sido”. Estas exclamaciones pintan de cuerpo entero la gestión del panista quien desde el inició enfrentó un conflicto grave en el país, donde las familias discutían si realmente ganó las elecciones tan cerradas. Asumió el cargo por la puerta trasera del Congreso por la oposición de los diputados de izquierda. Inició su administración con buenos números y una economía creciente, la cual posteriormente enfrentaría la crisis causada por Estados Unidos y arrastró al mundo entero a una recesión mundial, ello frenó el motor de la economía.
Sin una estrategia y en una actitud omnipotente buscando una legitimidad no alcanzada en las urnas, inició un combate al crimen organizado con un saldo de decenas de miles de muertos, miles de desaparecidos, miles de desplazados, miles de casos de tortura, dos secretarios de gobernación fallecidos en cuestionables accidentes aéreos. Hubo un pésimo manejo de diversos organismos paraestatales como la extinta Luz y Fuerza del Centro y la Comisión Federal de Electricidad, Pemex, el IMSS, las cuales enfrentaron investigaciones por malversación de fondos, enriquecimiento ilícito de funcionarios y dirigentes, así como de proveedores y prestadores de servicios a las dependencias.
La corrupción azul se expandió como epidemia y salió a la superficie en los gastos de los eventos del bicentenario. Las promesas de campaña no se cumplieron, los miles de empleos comprometidos no se crearon, creció la economía informal y desaparecieron empresas importantes como Mexicana y Luz y Fuerza del Centro. “La guerra contra el narco” de Calderón incrementó la inseguridad. En mayo de 2011, en entrevista con el periodista Peter Greenberg, como parte de la Cumbre Mundial de Viajes y Turismo, Calderón afirmó que los spring breakers que visitaron el país sólo recibieron “shots” de tequila, en un momento en donde la violencia y la lucha contra los cárteles del narcotráfico eran constantes.
FOX: ¿Y YO PORQUÉ?
Durante su campaña presidencial, Vicente Fox prometió “el gobierno del cambio” y pidió “el voto del cambio”. Ofreció a todos “un vocho y un changarro”, y “resolvería el problema de Chiapas en quince minutos”. En su recorrido por el país, señaló: “superáremos estos obstáculos y dejáremos atrás a alacranes, alimañas, sanguijuelas, tepocatas, víboras prietas y demás arácnidos que se atraviesen en el camino”. No cayó ni un charal, mucho menos un “pez gordo”. Contó con todo para cambiar al país, pero desperdició la oportunidad histórica en sus manos. En 2004 la producción petrolera alcanzó un punto máximo de 3.38 millones de barriles y el PIB creció a un promedio de 2.25% anual.
No contó con mayoría absoluta en las cámaras de diputados y senadores, razón que le impidió impulsar la aprobación de tres reformas más importantes de su mandato: fiscal, energética y laboral. Tuvo la primera expropiación fallida en el aeropuerto de Texcoco donde los ejidatarios de San Andrés Atenco pudieron más que su gobierno. Creó el IFAI con la Ley de Transparencia, dio autonomía al IFE y al Banco de México, el tipo de cambio se mantuvo libre y en niveles de diez pesos, la inflación se mantuvo en cifras cercanas al 3.5% durante todo el sexenio y la inversión extranjera directa representó más del 21% del PIB en cada año y se liquidó la deuda externa de gobiernos previos sin conocer, en estricto, el surgimiento de ese capital en virtud de no hacerse presentes recortes presupuestales y tampoco multiplicarse inversiones. Eso sí, el rancho Fox no detuvo su construcción y sigue en apogeo.
Fox hizo declaraciones la cuales quedaron en la memoria colectiva: “comes y te vas”, dijo el presidente panista a Fidel Castro en una conversación telefónica, para evitar estuviera presente el líder cubano en la Cumbre Extraordinaria de las Américas, celebrada en enero de 2004 en Monterrey, Nuevo León, en donde también estaría el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush. Otra: “los mexicanos hacen los trabajos que ni los negros quieren hacer”, cuando el guanajuatense intentó defender a los migrantes mexicanos y exaltar su capacidad, valía y aportes a la economía estadounidense.
Una más muy recordada: “el 75% de los hogares de México tienen una lavadora, y no precisamente de dos patas o de dos piernas, sino una lavadora metálica”. “¿Y yo porqué?”, señaló también Fox cuando ejecutivos de Canal 40 le pidieron intervenir para solucionar el problema con TV Azteca. A manera de despida tuvo a bien expresar: “yo ya hablo libre, ya digo cualquier tontería, total yo ya me voy”, la cual, unido a la de “José Luis Borgues”, logró darle la vuelta al mundo.
EZPL: “NO TRAIGO CASH”
“Bienestar para la familia”, fue la promesa de la campaña presidencial de Ernesto Zedillo y tras un sexenio caracterizado por las dificultades económicas, el resultado fue un nulo bienestar para las familias mexicanas con un impresionante crecimiento de millones de pobres (40 millones adicionales). De sus recorridos por el país se recuerda la respuesta: “no traigo cash”, a una indígena cuando le ofreció una artesanía de la Virgen de Guadalupe bordada en una servilleta.
Zedillo recibió de Salinas una economía contracturada, la cual resentía los efectos de la globalización. Como presidente decide dar rienda suelta a la economía para “tocar fondo”; la inflación y el tipo de cambio devastan a la nación. Se da el “error de diciembre” y subsecuentemente el “efecto tequila” que arrastraría al mundo en un vaivén económico y especulativo. Dada la privatización bancaria del sexenio anterior, la fuga masiva de capitales, más la consecuencia de la crisis del 94, muchas instituciones desaparecieron así como los ahorros de la gente. El estado se vio obligado a reponer el dinero con la modalidad de promesas de cobros reales y se crea el sistema de Afore en México, que debió respaldar los bonos del IPAB.
SALINAS: “NI LOS VEO NI LOS OIGO”.
En su último informe presidencial (1994), Carlos Salinas de Gortari, señaló: “ni los veo ni los oigo”, al referirse a los perredistas que protestaban dentro de la Cámara de Diputados. Cuando arrancó la campaña de su sucesor recordó a los priístas y sus colaboradores: “no se hagan bolas, el candidato es Colosio”. Y al evadir todas las preguntas en relación a un supuesto plan PRI-PAN contra Andrés Manuel López Obrador, dijo: “complot, política-ficción”. Una frase de las más recordadas es: “me voy a tener que hacer cirugía para quitarme la sonrisa”.
Carlos Salinas de Gortari tal vez sea el primer candidato presidencial del PRI en perder las elecciones. La caída del sistema de cómputo de las autoridades electorales apunta a la maquinación de un monumental fraude en contra de Cuauhtémoc Cárdenas, quien no obstante no se atrevió a levantar a la población contra el régimen priísta. Este tecnócrata inició y consolidó el desmantelamiento del estado-benefactor, con un importante proceso privatizador, para instaurar un estado-administrador de los negocios de la burguesía. Se registraron en su gestión destacados hechos en el ámbito económico como: el deslizamiento del tipo de cambio de 43%; el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos en porcentaje del PIB creció de 1.6 en 1988 a 4.7% en 1993 y. por supuesto la mutilación de tres ceros al peso.
En febrero de 1994 las pláticas entre el EZLN, Camacho Solís y Samuel Ruíz se complicaron. En marzo de ese año es asesinado Luis Donaldo Colosio Murrieta y se inician las fugas de capital, aunque se emiten más Tesobonos para retenerlas. Se intensifican los secuestros a empresarios en el país y los homicidios de personajes de la política los cuales desembocan en una inestabilidad política-económica, con lo que el bien común (solidaridad) se perdió en este sexenio. Hereda a Ernesto Zedillo un país montado en un polvorín.
MMH Y LA PRESIDENCIA GRIS
Es el tiempo para recordar las promesas nunca cumplidas en torno al desmantelamiento de la corrupción y de la impunidad. Miguel de la Madrid tuvo como lema de campaña la “renovación moral”, transformada en dos acciones de venganza ejecutadas en Jorge Díaz Serrano y Arturo Durazo Moreno. El consejo recibido fue lograr, durante el sexenio, sus funcionarios se convirtieran en inmorales… ¿Por qué?, cuestionó… Porque son amorales, le dijeron. “Tenemos que usar la imaginación ante la falta de dólares”, recomendó cuando se encontró con las arcas vacías, sin suficientes reservas internacionales para adquirir un tornillo para PEMEX, dijo. “No dejaré que el país se deshaga entre mis manos”, así le dio amplio poder a su secretario de Programación y Presupuesto. “En la apertura comercial se nos pasó la mano” sostuvo al darse cuenta del remate de paraestatales y la entrega de la banca a extranjeros.
MÁS ANTES
Es inolvidable la frase “defenderé el peso como un perro” de José López Portillo. O de Luis Echeverría: “las relaciones con Estados Unidos ni nos perjudican ni nos benefician, sino todo lo contrario”. Nadie atina a definir lo que pasó por la mente de Gustavo Díaz Ordaz cuando sostuvo: “Estoy orgulloso del año 1968, porque me permitió salvar al país”, cualquier señalamiento sobre este absurdo, sobra. Quien de plano se adelantó a la mismísima historia fue el presidente guapo, Adolfo López Mateos: “la Revolución Mexicana fue la Revolución perfecta, pues al rico lo hizo pobre, al pobre lo hizo pendejo, al pendejo lo hizo político y al político lo hizo rico”. ¿Alguna duda sobre el presente, en relación con lo último? Después y también para la posteridad sostuvo: “en México no hay presos políticos sino delincuentes comunes”.
A don Adolfo Ruiz Cortínez no le quedó otra, hubo de aceptar públicamente, dado su físico y la edad: “soy feo, pero no me eligieron para semental, sino para presidente”. Para Plutarco Elías Calles, lo importante era sostener la imagen de ser el poder absoluto, total, sin tiempo, y por ello sugería: “el que quiera la silla, que se forme”, y al final hizo popular un refrán dicho hasta la fecha cuando debe uno retirarse de una buena reunión: “no me voy, me van”. Álvaro Obregón incrementó su fama en la compra de voluntades, hoy llamada corrupción, señalando: “nadie aguanta un cañonazo de 50 mil pesos”, o la otra para tranquilizar a la población: “yo soy el mejor candidato a la Presidencia porque sólo tengo una mano –para robar-“. Se agradece el pronunciamiento: “pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”.
DE LOS PASILLOS
A casi tres semanas de la muerte de al menos ocho personas en una balacera que involucró a policías federales y estatales, a Nochixtlán, Oaxaca, arribó Roberto Campa, subsecretario de Gobernación, a dar la cara por el gobierno federal. Casquillos de bala y cartuchos vacíos son los objetos que adornaron la mesa para recibirlo… Las ofertas de programas de desarrollo y otros apoyos del gobierno no son bien recibidas, en tanto no se resuelva la “reparación integral del daño”…
Este jueves continuaron las movilizaciones en contra de la reforma educativa en distintos puntos del país. Maestros y padres de familia exigen su abrogación al considerar vulnera los intereses de toda la sociedad, al tratar de privatizar la educación. En escuelas de la Ciudad de México, maestros realizaron operativos informativos entre los padres de familia que acudieron a los planteles a dejar a sus hijos a las escuelas. Entregaron propaganda en donde explican las razones de las movilizaciones y bloqueos contra la reforma laboral del magisterio… ¡Que nadie se mueva!!, No hay peligro, doña Arely, la procuradora, descansa.
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