Japón y Estados Unidos están considerando permitir que los buques de guerra de la Armada estadounidense se sometan a reparaciones exhaustivas en astilleros privados, lo que permitirá a los barcos permanecer más tiempo en aguas japonesas sin regresar a casa para mantenimiento, dijeron fuentes gubernamentales.
Se espera que el tema se discuta cuando el primer ministro japonés, Fumio Kishida, viaje a Estados Unidos para reunirse con el presidente Joe Biden en abril, según las fuentes. Se espera que un acuerdo de este tipo mejore la eficiencia de las operaciones militares estadounidenses con base en Japón en medio de la creciente asertividad militar de China en la región.
Hasta ahora, empresas privadas japonesas han estado participando en trabajos de reparación de buques militares estadounidenses que no participan directamente en combate, como los buques de transporte, según una fuente del Ministerio de Defensa japonés.
Pero se espera que el nuevo acuerdo amplíe la gama de barcos que las compañías japonesas pueden manejar al incluir buques como destructores y permitirles llevar a cabo trabajos completos de reparación y mantenimiento.
Los buques pertenecientes a la Séptima Flota de la Armada de Estados Unidos estarían sujetos al plan, dijeron fuentes gubernamentales. La flota, con sede en Yokosuka, al sur de Tokio, opera en regiones como los mares del este y sur de China, donde Beijing ha hecho amplios reclamos territoriales.
Al realizar el mantenimiento en Japón, los barcos ya no tendrían que regresar al territorio continental de EE. UU. para reparaciones importantes, lo que permitiría al aliado clave de seguridad reducir los costos y acortar el período en que los barcos no operan.
Según las fuentes, el hecho de que los barcos estadounidenses permanezcan más tiempo en Japón también significará más posibilidades de que la Armada de los Estados Unidos y la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón realicen ejercicios conjuntos.
El gobierno japonés también espera que asumir trabajos de reparación en astilleros nacionales tenga un efecto positivo en la economía, pero también podría generar preocupaciones en Estados Unidos sobre el desplazamiento de empleos.
Los detalles serán discutidos entre las autoridades de defensa de Japón y Estados Unidos.
Sin embargo, la colaboración más estrecha en materia de defensa entre Estados Unidos y Japón puede aumentar las tensiones con China, así como con Corea del Norte, que ha estado impulsando sus programas de desarrollo nuclear y de misiles balísticos.
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