Nos encontramos en la quinta ola de Covid-19 y a pesar de las vacunas, miles de personas se están contagiando, a la fecha alrededor de 6,3 millones de personas han fallecido a nivel mundial a consecuencia de esta enfermedad, la cual se ha cobrado la vida en América de más de 2,7 millones de decesos, y que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el continente con más muertos por la pandemia.
México ha sido uno de los países más golpeados por el coronavirus, ya que hasta el 20 de junio las autoridades sanitarias han reportado 325 mil 417 muertos y cinco millones 877 mil 837 casos totales.
Aunque el número de contagios se ha elevado considerablemente hasta en 200 por ciento, las camas generales y con ventilador de los hospitales en la quinta ola aún se encuentran lejos del escenario inicial de la pandemia.
Recordemos que en marzo de 2020 cuando iniciaba la pandemia por Covid-19 en México lo más urgente era la capacidad médica, contar con más ventiladores y ambulancias que pudieran salvar vidas.
El gobierno fue rebasado en ese momento y las empresas se vieron en la necesidad de organizarse para poder colaborar de la mano con las autoridades.
Una de las empresas que dispuso de todo lo que tenía a la mano para poder ayudar fue la empresa Telecomunicaciones y Servicios del Norte (TSN)
Esta empresa regiomontana con más de 26 años de experiencia en soluciones para los sectores de salud ayudó a hospitales y ambulancias con equipo médico necesario como respiradores los cuales pudieron salvar muchas vidas.
TSN ha formado un importante stock y líneas de montaje muy efectivas para entregar rápidamente. Estas soluciones y productos se encuentran disponibles actualmente, demostrando su compromiso para apoyar en todo lo posible, incluso todo su equipo ha estado trabajando tiempo extra para atender, fabricar y entregar en tiempo y forma todas las soluciones hacia el sector salud como prioridad.
Telecomunicaciones y Servicios del Norte ha demostrado tener la capacidad para crear refugios para atención médica con iluminación y regulación de temperatura, refugios de ayuda humanitaria y camas médicas, ambulancias Tipo I, II y III, con distintas configuraciones desde básicos hasta urgencias médicas.
Además ha podido proveer equipo médico como: ventiladores, respiradores KN95, trajes de protección médica Clase 2, goggles de protección, caretas y termómetros infrarrojos, vehículos de primera asistencia médica para traslado de pacientes en sillas de ruedas, vehículos refrigerados para traslado de medicamentos en ambiente controlado.
Otro participante que ha hecho un papel fundamental durante la pandemia es el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que diseñó los dos primeros ventiladores 100 por ciento mexicanos, cuyo desarrollo y fabricación fueron coordinados por la institución a su cargo.
Uno de los ventiladores, el modelo Ehécatl 4T, es un ventilador de tipo invasivo para pacientes adultos y el modelo Gätsi es un ventilador de terapia Intensiva de invasión intermedia, con un ventilador mecánico y opcionalmente un monitoreo de gases respiratorios, cuya ventilación mecánica está basada en un sistema de control por microprocesadores accionados neumáticamente.
En el norte del país 15 instituciones públicas, empresas y universidades trabajaron en conjunto para desarrollar en un tiempo récord de 10 semanas, el ventilador de emergencia VSZ-20-2 totalmente automático, con un diseño de fácil manejo, que permite el uso intuitivo, da mayor seguridad para los pacientes, es de bajo costo y de fácil producción en serie.
Este dispositivo requirió de muchas piezas especializadas y un proyecto de apoyo para su culminación exitosa, por lo que a partir de ahí se han ido sumando más instituciones y empresas.
Se espera para 2027 que el mercado mundial de ventiladores mecánicos superé los 11mil 500 millones de dólares a causa del aumento de ingreso a la unidad de cuidados intensivos originados por enfermedades como el Covid-19 y el EPOC de acuerdo a Research and Markets.
A raíz de la pandemia, en México 40 plantas que fabrican los ventiladores médicos pasaron de una producción de hasta 700 ventiladores en 2019 a dos mil 500 entre marzo y mayo de 2020, casi cuatro veces más que el año pasado, de acuerdo con cifras de Tec Review.
La fabricación de ventiladores es una tarea a varias manos: el proceso inicia en México y luego los equipos se envían a Estados Unidos para someterlos a otras fases de elaboración y regresan al país para ser acabados y enviados a su venta.
La Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (Amid), integrada por 33 empresas, suma una fuerza laboral aproximada de 140 mil empleados distribuidos en 40 plantas de producción con diferentes vocaciones, como la elaboración de las piezas que integran algunos de los ventiladores mecánicos.