Seas parco en elogiar, y más parco todavía en vituperar.
Séneca
Como la del templo de la primavera de Buda, la hija del echeverrista cacique de Campeche, Carlos el Negro Sansores, esculpió una estatua del inquilino de Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador, su líder.
Nadie se había atrevido a tanto. Ni Miguel Ángel con el David de Florencia ni Alejandro de Antioquía con la Venus de Milo. La gobernadora de Campeche que el próximo mes cumple 79 años, Layda Sansores, levantó el monumento de palabrerías tan pronto tomó el micrófono.
Gracias a él, su amado líder, el tren maya —«caballo de fuego», le llama»— es «una suerte de resurrección que nos devolvió la vida». —Y si hablamos de impactos, permítame decirles, y esto no pedí permiso, que el Tren Maya también impactó nuestra vida emocional.
Encarrerado el cincel, labró: «Andrés Manuel, el más mejor [hasta Word marca doble error aquí] presidente de México, durante 27 años con él escalamos riscos, enfrentamos tormentas, cada roca vencida, cada golpe en el corazón, cada lección aprendida, hasta que el esfuerzo empezó a florecer en la montaña ruda». No suspenda la lectura, por favor. «Nos unía cada vez más a tu liderazgo, pero nunca había llegado a sentirte tan cerca, tan hermano, tan humano, tan visionario, como la construcción de esta obra portentosa llena de desafíos», cantó.
Luego cubrió de ropa negra a todos. «La terminación del tren coincide con el fin de tu mandato, con la orfandad en la que nos dejas». Ya para entonces Miguel Ángel y Alejandro de Antioquía eran unas plañideras. Se va el nuevo padre de la patria transformada. «Sólo los ríos de amor del pueblo compensan tu entrega».
La hija del Negro Sansores, megalómano y prepotente, corrupto y déspota, no pudo más —«Traigo permanentemente un nudo en la garganta […] Vivo tragándome las lágrimas»—. Sin amor consigo misma, le dijo a López Obrador —«ya no es presidente», le mandó decir la víspera Trump— que hizo felices a millones, sin contarse ella.
Firmó así la pieza de propaganda populista sin más: «[…] lo más dulce que puedo decirte es que, para recordarte en una mezcla de felicidad y perdida [así], diré como alguien del jardín de mis delicias, arrancaré una flor de sangre para ponérmela en el pelo».
letraschiquitas
En el Morelos que arruinó Cuauhtémoc Blanco, las lluvias han desbordado los ríos e inundado pueblos, desapareciendo al gobierno estatal. Además de no alertar a tiempo sobre lo que sabía que venía —negligencia criminal, se llama—, se mantiene ausente de las acciones para resarcir los daños a centenas de familias damnificadas***. La periodista y sicóloga Deyanira Hernández llegó a su cita al IMSS de Cuernavaca para su primera quimioterapia y que la regresan a su casa después de dos horas de espera. El tratamiento debió iniciar 15 días atrás, le reclamó en ecs a Zoé Robledo***. La presidenta entrante Claudia Sheinbaum y el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador salieron en defensa del abucheado gobernador panista de Querétaro, Mauricio Kuri, descubriendo que Santiago Nieto encabezó un grupo de reventadores de MORENA.
Fotoperiodismo: Miguel Dimayuga, para Proceso