Estos días parecen buscados de propósito para que el libro de texto del Sr. Lic. Ignacio Burgoa más que de actualidad, sea de obligada enseñanza ante la ignorancia anunciada por los Poderes Ejecutivo y Legislativo al que se nos convoca por quienes pretenden ciertas y falaces modificaciones substanciales a nuestro Juicio de Amparo que tanto lustre ha dado a México, modificativas que se pretenden en defensa de la indeclinable y supuesta autoridad del Estado.
Para el Foro Independiente de la República, para los gobernados viriles que no escapan a las observaciones superficiales y se revelan a unas modificativas jurídicamente absurdas son tiempos de vergüenza de los que es obligado escapar, procurar que no se contaminen y para ello debemos alzar la voz y la pluma, para impedir esa aberración retrograda y para que no se nos confunda con la ignorancia de aquellos que aún se atreven a quejarse de que ciertos jueces serios, ilustrados, responsables apoyados en el pensar de OTERO y REJÓN les pidan cuentas a las autoridades arbitrarias de sus acciones ilegales e inconstitucionales.
En defensa de nuestra Ley de Amparo y para reafirmar la preocupación de la Abogacía Independiente de la Nación y de aquellos honestos jueces que exigimos respeto irrestricto a nuestro bastión de defensa contra la arbitrariedad de la autoridad y a quien mucho nos preocupa el desconocimiento de esta materia por parte de nuestro Fiscal General del Estado que sugiere y sueña con esas reformas que pretenden convertirlo en filtro, cinturón de continencia del Poder Judicial para que a los Órganos Jurisdiccionales solo lleguen ciertas carpetas de investigación bien selectas. A gusto del Poder Ejecutivo para que se corrobore que el cinturón mete en cintura a jueces honestos y doctos.
Es suficiente y bastante lo que se pretende con esas reformas para otorgarle poder a las constantes corrupciones del neoliberalismo insepulto y reutilizado para la Fiscalía que un día dijo pestes del mismo, pero que secretamente aspira a substituirlo para hacer simplemente lo mismo.
La Justicia no es sólo una asignatura pendiente, es la contención de los actos arbitrarios de la autoridad, es la que exige respeto a la Constitución, es la que lucha por medio de la Ley de Amparo en contra de políticas cínicas, incongruentes.
Nuestros Jueces de Amparo son los que interpretan la Ley conforme a Derecho, ellos no son cómplices de infamias de otros poderes, por ello todos debemos evitar esas reformas, son esos Togados los clavos y asideros de México para no caer en el abismo de la barbarie de la arbitrariedad. Por eso todos debemos luchar para evitar esas pretendidas modificaciones al ilustre pensar de Mariano Otero y Crescencio Rejón plasmadas en nuestra Ley de Amparo.
Lic. Alberto Woolrich Ortiz.
Presidente de la Academia de
Derecho Penal del Colegio de Abogados, A.C.