NO PASA…NADA
Por Jesús Solano Lira
Que lejos ha quedado el Acapulco de mis amores, el de los fines de semana, el de las vacaciones de verano o invierno, el tradicional, el que se disfrutaba por la alegría y algarabía de sus habitantes, donde era tan común ver familias enteras o parejas a la orilla de la playa, iluminados por una fogata, a la espera del amanecer, amanecer que cimbraba los sentidos, o que tal esas puestas de sol que adornaban de dorado el azul del cielo y el azul del mar, De aquel Acapulco ya nada queda, sólo la añoranza de quienes lo vivimos, de quienes recorríamos la playa hasta altas horas de la noche con tranquilidad, de quienes disfrutábamos de una buena noche en cualquiera de sus centros nocturnos o de sus salones de baile.
Ahora, ese Acapulco que fue referencia internacional y residencia de estrellas de talla mundial del cine, el teatro y la televisión ha quedado en el olvido por la desbordada violencia y las fallidas estrategias de seguridad de los tres niveles de gobierno, que actúan como si NO PASARÁ…NADA.
Ante esa grave situación, nuevamente el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, alzó la voz, y reiteró que “las estrategias de seguridad no han funcionado ante el aumento de hechos violentos”, tan sólo en los últimos 14 días la violencia ha cobrado la vida de 41 personas, la mayoría localizadas desmembradas, por lo que llamó a buscar mejores métodos.
Muy lamentable que sea el prelado el que admita que “es evidente que las estrategias no han dado los resultados; (y que) es necesario reconocer la realidad y buscar mejores estrategias junto con la sociedad civil”.
Ahhhh pero las autoridades encargadas de los acapulqueños y los turistas brillan por su ausencia. Y así como para echarle sal y limón a la herida, el prelado aseguro, lo que, desde Palacio Nacional, la gobernadora y la alcaldesa han negado, que, debido a la injusticia sufrida, los pobladores recurren al jefe de grupo de los delincuentes que se disputan el territorio, y no a las autoridades para que cesen la violencia.
Monseñor Leopoldo González, lamenta que la “impunidad (sea) caldo de cultivo del crimen y del delito”, y que no haya respuesta a las denuncias interpuestas. El arzobispo fue más allá, al asegurar que “otro de los problemas que se viven es el cobro de piso y extorsión, que desgastan la ilusión de trabajar para conseguir lo necesario para vivir y muchos prefieren mejor cerrar su negocio…
No nos acostumbremos a esos delitos ni seamos indiferentes ante las personas que lo padecen. Ya basta de todo eso”, destacó el ministro de culto. Es una lástima que el presidente que prometió pacificar el país, el que dijo que el Ejército regresaría a los cuarteles, pase a la historia como el primer mandatario con el sexenio más violento de que se tenga historia, de pena ajena que se la haya pasado todo su sexenio culpando al pasado, de lo que no pudo o no quiso resolver, en mi barrio dirían que le faltó producto de gallina, para enfrentar a los cárteles de la droga, que tienen presencia en todo el país.
RECHAZAN TALA
Bien por la alcaldía de Tlalpan que rechazó la solicitud del parque de diversiones Six Flags para talar más de 150 árboles, para instalar una nueva atracción. No manchen, diría mi abuelita, tan poco el amor y desperdiciarlo en celos.
Chale como no se aplicó la misma medida en la construcción del Tren Maya, en la que se talaron millones de árboles, cuando el tabasqueño aseguraba que no se talaría ni uno, en serio que patético el señor López Obrador.
De acuerdo a un comunicado oficial, la alcaldía de Tlalpan no fue consultada por la empresa estadounidense, cuyo director ejecutivo es el señor Selim Antoine Bassoul, a pesar de estar situada en su territorio, por cierto, esa empresa sustituyó a Reino Aventura, y en verdad era toda una aventura llegar hasta allá.
Y ahí le va el chisme, Six Flags realizó una consulta ciudadana, así como emulando las que hace el presidente a mano alzada, me imagino, para construir una montaña rusa que implicaría la tala de 150 árboles del bosque de Tlalpan, pero que creen, que les dieron para atrás.
Ahhhhhh, pero no es todo el chisme. Resulta que en esa consulta estuvo involucrada la Secretaría de Medio Ambiente, mmmm aquí la pregunta es, cuánto y de a cómo para talar 150 árboles adultos y restituirlos por jóvenes, no la chiflen que es cantada, y además no informaron adecuadamente ni directamente si los residentes, si estaban dispuestos a perder parte del bosque.
Para pronto, la alcaldía les dijo nevar de limón la nieve, al señalar que la restitución de árboles jóvenes no compensa la pérdida de árboles adultos, vitales para el ecosistema urbano capitalino, ya que su proyecto generaría un impacto ambiental significativo, contribuyendo al cambio climático y a problemas como la escasez de agua e inundaciones severas. Bien jugado ese balón por la alcaldía de Tlalpan.