Redacción Noticias MX.- La industria en México ha presentado al menos dos mil 600 productos reformulados, reducidos en grasas, azúcares y sodio, con lo que muestra su compromiso para combatir la obesidad, donde el problema es latente.
Jaime Zabludovsky Kuper, presidente ejecutivo del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, A.C. (ConMéxico) expresó que a través de un estudio a propósito de las modificaciones a la NOM 51 del etiquetado frontal para alimentos y bebidas no alcohólicas, que “el etiquetado aprobado impactará al mercado interno y a la mayoría de los productos que se ofrecen en las tiendas de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex)”.
Zabludovsky consideró que la nueva norma es confusa “con el etiquetado aprobado perdemos la capacidad de comparar entre productos y seleccionar porciones para mantener una dieta correcta”.
“No describe al producto tal y como es. El etiquetado identifica azúcares, grasas saturadas, sodio, calorías, cafeína y edulcorantes sin indicar cantidades específicas”, detalló.
Además, indicó en entrevista, luego de que el sector empresarial manifestó su rechazo a la norma de que “el etiquetado frontal no señala porciones, los alimentos tendrán los mismos sellos negros, independientemente de su tamaño y peor aún que no permitirán comparar entre productos similares”.
En el estudio de ConMéxico se muestran varios productos que tendrían el nuevo etiquetado frontal, por ejemplo, la mayonesa a la que le agregarían tres sellos negros, como son: exceso de calorías, exceso de grasa saturada, y exceso de sodio. Pero para Zabludouvski esos sellos no especifica los contenidos por porciones y es confuso.
“Esto es así porque la metodología que está utilizando la norma se hace a través de una medida estándar de 100 gramos, esto suponiendo que el consumidor se comiera 100 gramos de mayonesa que representa 740 calorías, lo que excede más del 100 por ciento de la ingesta recomendada”.
El segundo ejemplo es que el etiquetado no reconoce porciones, tenemos dos empaques de pepitas una de siete gramos y otro de 36 gramos, con una diferencia de 56 calorías y las los dos serían etiquetados igual.
Así detalló Zabludovski: “el consumidor estaría en la oscuridad porque no puede discernir entre productos que son idénticos pero de tamaños diferentes”.
Lo que más preocupa es la reformulación y puso de ejemplo dos barras de chocolate una normal y otra que usa endulcorantes no calóricos, que es uno de los principales elementos de la reformulación, en este caso habrá una diferencia de 10 gramos de azúcar en el original y 1.4 gramos en la versión Light; con una leyenda de que “contiene edulcorantes no calóricos, no recomendable para niños”
Finalmente, aseguró que las empresas están muy comprometidas con la salud y combate a la obesidad, “pusimos una propuesta integral y esperamos que se rectifique”.
JAM