Claudia Rodríguez
El mismo modelito
En el Tercer Informe de Gobierno al Pueblo de México, en el entendido de que con anterioridad el presidente Andrés Manuel López Obrador, había realizado dos cortes de caja públicas a su gestión; se escuchó el resumen de lo que cada día hábil, vía la llamada conferencia mañanera, se informa y se responde en ese espacio.
No hubo sorpresas. Ya había quedado en claro que el primer mandatario no acudiría al recinto de la Cámara de Diputados para ser el portador de la entrega del Informe de Gobierno por escrito que exige el artículo 69 de la Constitución Mexicana. Las formas fueron casi idénticas a la receta impuesta por los que López Obrador señaló como “conservadores”. Un Informe presidencial a modo y una entrega del documento por escrito en el recinto cameral por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Más allá de las réplicas de los legisladores de oposición en el Congreso que se hubieran escuchado, igual se hubieran podido acallar al mero estilo priista de apenas hace unos meses. Pero las pugnas entre partidos no abonaban en positivo, ni siquiera el que existe –más que candente—al seno del mismo Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con el que el ahora presidente, luego de dos ocasiones anteriores, ahora sí, llegó a Palacio Nacional no sólo a despachar, sino también a residir.
Sale sobrando
En tanto los adversarios de López Obrador no dejan aún de llamarlo un peligro para México, él mismo, en frases que no suman a la tarea de primer mandatario y al nivel de su investidura; también se pone en la otra esquina del “ring” al que se sube muy fácilmente y los descalifica primero para después decir que lo hace con respeto.
Fue así, que en el Tercer Informe de Gobierno, López Obrador se explayó: “…el triunfo de la reacción es “moralmente
imposible… están moralmente derrotados”. Afortunadamente “los que se oponen al cambio viven aturdidos y molestos, pero la mayoría de los mexicanos apoyan la transformación y están feliz, feliz, feliz. Los empresarios están cooperando con mayor compromiso social”. Están “nerviosos, incluso fuera de quicio y toco madera para que no se arme un grupo como los reaccionarios de otros tiempos… Lo digo con respeto, no quiero que se entienda como prepotencia o burla… están moralmente derrotados”.
El día del presidente
Ayer fue uno de los días estelares de López Obrador. Hasta su cabellera lució más arreglada, más que para los presentes en la sillería dispuesta en Palacio Nacional, para todos aquellos que hasta para cubrir los requisitos de un trabajo escolar, tuvieron interés de asomarse al evento del Informe presidencial.
Andrés Manuel lució seguro, contento y su ritmo de lectura, fue sin duda, agradecido.
De igual forma quienes escogieron la misma hora del Informe del presidente para manifestarse en su contra en la capital mexicana, igual le dieron puntos en la clasificación noticiosa a López Obrador.
Acta Divina… “Los conservadores están moralmente derrotados”: Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.
Para advertir… La victoria de la democracia no se mide el día de la elección, la verdadera medición abarca seis años.
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