Usuarios en redes sociales denunciaron que las gasolineras Windstar y la 76 roban con litros de gasolina incompletos en sus estaciones ubicadas en la ciudad de Hermosillo, e incluso las acusaciones han llegado a pintas en bardas, folletos y hasta carteles publicitarios.
“En las gasolineras Windstar son tranzas, denuncialos”, “en la gasolinera 76 roban un chingo”, “en las gasolineras 76 ¡Te roban litros!”, son algunas de las leyendas que se pueden ver en las calles y en imágenes difundidas por Facebook y X (antes Twitter).
Esta reacción llega luego de que se difundiera en medios de comunicación un ejercicio de medición en el que se comprobó que en al menos nueve estaciones de Windstar y la 76, venden hasta 10 por ciento menos litros de gasolina, es decir, en las unidades con tanques de 40 o 60 litros dejan de entregar entre 4 y 6 litros por vehículo.
Para la realización del ejercicio se utilizaron jarras patrón y en todas las estaciones se pagaron más de 400 pesos por 20 litros de gasolina, dependiendo del costo por litro del combustible y en todas robaron hasta el 10 por ciento del energético.
Tras evaluar los resultados, se difundió que las sucursales de la 76 que no dieron litros completos fueron las que están ubicadas en Periférico Sur #28, Boulevard Progreso #900 y Boulevard Luis Encinas #36.
Mientras que las de Windstar que no vendieron los litros pagados fueron las estaciones de Periférico Norte #89, Bulevard Lazaro Cardenas #531, Boulevard Solidaridad #392, Boulevard Solidaridad #672, Carretera a la Colorada #98 y la de Jose S. Healy y Monteverde.
Esta no es la única vez que las gasolineras Windstar y 76 en Hermosillo, son exhibidas por los consumidores por vender litros incompletos, ya que también tienen reportes por la mala calidad de su combustible.
De hecho, desde 2019, en redes sociales se han presentado diversas quejas de consumidores que han experimentado daños en sus automóviles por suministro de gasolina contaminada.
Mientras que en 2023 se han exhibido diversos videos y pruebas en redes sociales de que estas gasolineras colocan en sus bombas “rastrillos” para alterar la cantidad de combustible que se surte y dar menos, pero cuando los inspectores de la Profeco acuden a sus estaciones a revisar, los encargados alteran desde sus oficinas estos chips para que no puedan identificarlos.