C O N T R A P O D E R
JUAN ANTONIO TORRES
Las dos caras de una terca realidad:
La difusión de la lista de los “50 testigos protegidos” que declararon en la audiencia de formulación de imputación en contra de María Eugenia Campos, María Ávila Serna y Rodrigo de la Rosa, por parte de la Fiscalía General del Estado, que encabeza, César Augusto Peniche Espejel, cimbró al imaginario pensante de la vasta entidad.
Esta información, de entrada, hay que decirlo con todas sus letras, fortaleció la credibilidad del régimen de Javier Corral Jurado, en su afán de demostrar que está en uso de la fuerza de la razón en su confrontación política en contra de la ex alcaldesa de Chihuahua, la panista, María Eugenia Campos Galván, coludida hasta la médula, con el ex gobernador de extracción tricolor, el hampón de César Duarte.
En forma paralela, vulneró la imagen de “impoluta” que ha tratado de darse la candidata blanquiazul al gobierno de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, quien se ha querido envolver con la bandera de “perseguida política” o “de mártir”, ante los graves señalamientos que le han imputado por corrupción y tráfico de influencias, que se agudizaron por el tema de las elecciones en puerta.
En esta lista, llamó poderosamente la atención que en calidad de “testigo” aparece quien fuera nada más y nada menos que su ex secretario del Ayuntamiento, César Jáuregui Moreno, declarando contra su exjefa.
Ahora sí, que la realidad, superó a la ficción.
Habrá que esperar sino hay un mal entendido en torno al ex secretario municipal o en realidad se confirma su rol de testigo.
Pero no sólo por ese detalle, también por el grave hecho, que quien fungía como Consejero Presidente del Instituto Estatal Electoral, el extinto, Arturo Meraz González, también recibió “favores” de la nómina confidencial, pero no nada más él, sino también su sustituta, Claudia Arlett Espino, la cual debe renunciar, ipso facto de dicha institución, al violar flagrantemente los principios rectores del citado organismo, como son:
Certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad, según lo establece el artículo 41 de la Constitución Federal.
Sobre este medular punto, los partidos políticos de oposición al PAN- partido en el poder en Chihuahua- deben de exigir la remoción inmediata de Espino, al ser exhibida como “testigo”.
Así pues, la aparición como “testigos protegidos” del ex secretario del Ayuntamiento de Chihuahua, César Jáuregui Moreno, de Arturo Meraz González y Claudia Arlett Espino, sorprendieron a todo mundo, sino los nombres de muchos más que aquí citamos:
Eduardo Fernández Herrera- ex director de Egresos de la Secretaria de Hacienda- Arturo Fuentes Vélez, Gregorio Manuel Luévano, Mónica Vargas Ruiz, actual titular de la Función Pública- Pablo Jiménez, Ana María Névarez, Hugo Lugo, Abril Portillo de la Fuente, María Antonieta Valenzuela, Humberto Ríos Ruiz, Lidia Villalobos, Hugo Efrén Chong, Marco Antonio Ordóñez Hernández, Mario Alberto Sánchez García, Pedro Torres Almanza, Jazmín Alarcón Jurado, Alma Verónica Torres, Raúl Ricardo Cárdenas, Hortensia Aragón Castillo, Javier Horacio Contreras Orozco, Wendy Palmira, Olivia Luévano, Pedro Martínez Acosta, Magdalena Orozco, María Esther Márquez, Javier Fierro, César Jáuregui Moreno, Alfredo Lozoya-homónimo del edil de Parral- Saúl Ulises García Meza, que fue quien entregó las copias de los recibos que firmaron tanto, Campos Galván, como Jáuregui Moreno. Jesús Eduardo Ramos, José Luis Luján, Rodrigo Aragón, Verónica Moreno Ponce, Mónica Lorena Ramírez, Juan Carlos Valdez, Gabriela Flores Gurrola, María Caro González, Isaac Miguel, Alfonso Rodríguez, Alma Alarcón, José Madrid Hernández, Alexis Álvarez Rodríguez, Mariana Betancourt, Wendy Torres Hernández, y desde luego, el extinto, Arturo Meraz González y Claudia Arlett Espino.
Esta mujer, se sabe, fue ex colaboradora de la entonces secretaria de Gobierno, Graciela Ortiz González, justamente en el sexenio pasado. Pero luego dio un bandazo, pasándose a las filas del PAN.
Podríamos decir que esta turbia funcionaria “se hace para donde calientan gordas”. No se pelea con la ubre, sea esta del fuero que sea.
En este contexto, llama la atención como siguen brotando nombres y apellidos que estaban agazapados y que no habían aparecido en el firmamento de Chihuahua, pero que con esta lista que se reveló hoy, pues fueron balconeados, no pocos, sino bastantes personajes, que van a dar mucho de qué hablar a escasos días de que arranquen los periplos partidistas.
Era un hecho que la administración del Nuevo Amanecer, haría un fuerte señalamiento antes que se inicien las campañas en contra de la ex alcaldesa de Chihuahua, María Eugenia Campos, quien para su desgracia no logra sacudirse de los turbios vínculos que tejió con el ex jefe del Ejecutivo estatal, César Duarte, por más que hizo circular ayer un video de varios minutos, en el cual minimiza las acusaciones que se le han enderezado en su contra por parte de la nomenclatura estatal.
En el video, la candidata del PAN al gobierno de Chihuahua, casi aparece mofándose de los cuestionamientos que le han hecho, desde la Fiscalía General del Estado, tanto, Peniche, como su jefe inmediato, Javier Corral.
Habrá que recordar que la Fiscalía, acusó en una audiencia inicial 2821/2020 que la candidata panista al gobierno de Chihuahua, María Eugenia Campos haber recibido recursos por el orden de los 9 millones 267 mil 200 pesos, para ella, César Jáuregui Moreno y su hermano, Manuel Campos Galván.
En dicha audiencia, se precisó que en su carácter de diputada local del PAN, de la LXIV legislatura habría recibido entre 2014 y 2015, diversos pagos en efectivo, así como un pago a su tarjeta de crédito, así como la simulación de contratos a la empresa de su hermano a cambio de favores en iniciativas presentadas por el ex gobernador ante el Congreso del Estado, relativas a la Hacienda Pública y Fiscalización de Cuentas.
La hoy “impoluta” aspirante a gobernadora, habría recibido en complicidad con el entonces coordinador de la bancada panista, la nada despreciable cantidad de 7 millones de pesos, en 27 exhibiciones, para quedar bien con el entonces inquilino del palacio de gobierno.
Lo cierto, es que a últimas fechas no se ha visto a César Jáuregui con la ex alcaldesa, desde que arreciaron los cuestionamientos contra la ahora candidata a gobernadora del PAN, lo que confirmaría un quiebre entre ambos.
Al final de cuentas, el ex secretario municipal, sabe que es muy duro estar en la cárcel y pues no sería una sorpresa que intente desmarcarse de una papa caliente como es el tema de la vinculación a proceso o la inhabilitación de su ex jefa política y ¿amiga todavía?
Lo que muchos se preguntan, ¿Es hasta cuándo será detenida la ex alcaldesa? O la dejaran hacer campaña, como si no pesaran en su contra graves imputaciones.
¿De qué privilegios goza?
¿Se saldrá con la suya, y le demostrará a su némesis, Javier Corral Jurado, que le hará lo que el viento a Juárez?
De que los enconos están a todo lo que da, ni quien lo dude….