Por: María José González Alonso
CIUDAD DE MÉXICO.- Es muy común estar en cenas, reuniones o conversaciones casuales con personas que, al denotar que son muy ordenadas, pulcras y organizadas, se autodiagnostican con TOC. O nosotros, al referirnos a alguien con estas características, decirle: “Mi chavo, ¿tienes TOC o qué?”
Hay una película española e incluso una obra de teatro llamada “TOC TOC” que expone ciertas compulsiones de los personajes desde una perspectiva simpática y humorística.
Pero en realidad, ¿qué implicaciones tiene en sí padecer este trastorno?
Para poder adentrarnos en el tema, es fundamental diferenciar lo que es el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) de lo que es el Trastorno de la Personalidad Obsesivo Compulsivo (TPOC).
El trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo es un trastorno de la personalidad que se caracteriza por un patrón crónico de preocupación por el orden, la perfección y el control excesivo. Las personas con TPOC tienden a ser perfeccionistas, detallistas y apegadas a reglas rígidas. Pueden tener dificultades para relajarse y mostrar flexibilidad en situaciones que requieren adaptación. A diferencia del TOC, el TPOC no se centra tanto en obsesiones y compulsiones intrusivas, sino en rasgos de personalidad arraigados que afectan la forma en que la persona interactúa con el mundo y se relaciona con los demás.
Esto quiere decir que la persona tiene estos rasgos que son parte de su personalidad, pero no le representan un malestar grave en su vida, sino que puede vivir con eso.
Por otro lado, el TOC es un trastorno de ansiedad caracterizado por la presencia de obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes e indeseados que generan ansiedad. Las compulsiones son conductas repetitivas que la persona realiza para reducir la ansiedad causada por las obsesiones, aunque estas compulsiones no están conectadas de manera realista con lo que intentan prevenir.
Por ejemplo, para que no me pase nada malo, no debo pisar rayas en el piso. ¿Cómo es que el no pisar rayas del suelo podría afectar en que me suceda algo bueno o malo? No hay una justificación racional, pero es la forma en que la persona canaliza y se siente en control de su ansiedad.
El TOC puede tener un impacto significativo en la vida diaria y el funcionamiento de la persona, ya que quien lo padece puede llegar a niveles de ansiedad y sufrimiento muy elevados. Por eso, aunque es una broma o un “diagnóstico” común para describirnos como muy estructurados, el TOC es un trastorno que puede llegar a ser muy disruptivo si no se atiende a tiempo.
Por ejemplo, Howard Hughes fue un famoso director de cine y magnate de la aviación que luchó con el TOC y la ansiedad. La película “El Aviador”, interpretada por Leonardo DiCaprio, muestra la intensidad de sus obsesiones por la limpieza y la fobia a los gérmenes.
En contraste, un personaje que pone de manifiesto la diferencia del TOC del TPOC es Mónica Geller de la serie “Amigos”, donde se muestra cómo una mujer muy perfeccionista, estructurada, obsesionada con la limpieza y el orden, pero tiene una vida muy funcional y no tiene conductas repetitivas o rituales irracionales como mecanismos para calmar sus obsesiones.
Si te ubicas con alguien que tiene TPOC, es algo que es parte de ti, de tu personalidad. Pero si te causa angustia o estrés, siempre puedes acudir a herramientas como terapia o meditación para relajarte frente al control y la perfección.
Sin embargo, si tienes TOC o conoces a alguien que lo tenga, es importante acudir a un tipo de terapia especializada para tratarlo llamada “Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta”. En general, se considera que el TOC es una afección tratable, y muchas personas experimentan mejoras significativas en sus síntomas con el tiempo y el tratamiento adecuado.