Aquí en el Congreso
Por José Antonio Chávez
Los números que mostró el INE de Guadalupe Taddei en la distribución de las curules y escaños no gustó para nada al propietario del partido naranja, Dante Delgado, pues la paridad de género echó abajo todas sus aspiraciones de repetir en el Senado.
Confiado en que su partido podía competir solo, sin alianza, en un favor más que claro para su amigo el Presidente López Obrador de no ir con el PRI, PAN y PRD, Dante Delgado apostó por la tercera posición en la lista de pluris para repetir en la Cámara Alta.
En Nuevo León, el gobernador Samuel García le aseguró, a Dante que el partido naranja ganaría la fórmula con Luis Donaldo Colosio y pidió a cambio la candidatura para su esposa a la presidencia municipal de Monterrey.
Ganar esa fórmula le repercutiría asegurar al menos cuatro senadores de la lista de pluris, y en consecuencia llegaría Dante sin el menor problema porque iba en la suplencia de Colosio. En la posición tercera. Al ganar la formula o la primera minoría aseguraba el pase automático a Dante, pero les fallaron los cálculos.
Los resultados no fueron los esperados, Nuevo León se tambaleaba para MC, Luis Donaldo Colosio terminaba en la tercera posición con 746 mil un 31.9% contra la segunda del PRI, PAN y PRD, Karina Barrón con 753 mil votos 32.2% y el primer lugar Morena con Waldo Fernández con 784 mil votos, 33.5%.
Esos resultados le daban al partido naranja solo dos senadores por la vía de plurinominal, una cifra de vergüenza.
Por ello Dante tuvo que echar mano de sus influencias para impugnar y lograr el conteo de los votos, con esa maniobra le dieron la vuelta a la oposición y otorgaron el triunfo en una sucia estrategia de la autoridad electoral para favorecer al partido naranja. Colosio se convirtió en la primera minoría para llegar al Senado aunque se frustro que ganara la fórmula.
Sin embargo, en la repartición del INE de las pluris, por considerar que la posición número uno era hombre y la tercera también, los cuatro curules que le tocarían en total al partido naranja debería llevar dos mujeres y dos hombres, en consecuencia, brincaron la posición tres que tenía a Dante para dar paso a la cuatro que encabezaba una mujer, la ex gobernadora de Zacatecas, Amalia García. Así se emparejó y se daba cumplimiento.
La derrota que cimbró al partido naranja en Nuevo León, dejó sin posibilidades a su propietario de alcanzar un espacio en el senado de la República.
Sin embargo, dicen los que saben que Dante anda queriendo vender caro su amor al que manda en Palacio Nacional para buscar arrebatarle la senaduría a la zacatecana por medio de una impugnación.
Desde luego que sería un abuso o mejor dicho un robo en despoblado que, de darse la impugnación, el Tribunal atendiera el capricho del Presidente López Obrador y los obligara a incorporar al Senado a Don Dante sin importar la violación a la equidad de género. Estarían atropellando los derechos de la mujer y sería un mal mensaje.
La necedad de Dante Delgado de no querer aliarse al bloque opositor del PRI con Alejandro Moreno “Alito”, el PAN de Marko Cortés y el PRD de Jesús Zambrano, lo dejó sin cargo en el Congreso.
Si bien alcanzó un 10 por ciento de l votación, para nadie es secreto que una gran parte de los votos fueron apoyados por el que manda en Palacio. Su principal pleito fue con el propio gobernador, de Jalisco, Enrique Alfaro que no quiso escuchar y permitió la imposición del Presidencial, Jorge Alvarez Máynez por su querido compadre y protector, Don Samuel García.
Enrique Alfaro simplemente retuvo la gubernatura con Pablo Lemus, la presidencia municipal de Guadalajara con la senadora Verónica Delgadillo y evito darle los votos al señor Máynez. Hoy, simplemente Jalisco es casi independiente del señor Dante.
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