De otro modo, lo mismo
Joel Hernández Santiago
A trompicones y a empujones, con retos y provocaciones, a la manera muy conocida del ex presidente Felipe Calderón –el ex presidente cruel–, la señora Margarita Zavala de Calderón quiere ser candidata panista a la presidencia de México en 2018, y ya comenzó su jaleo.
Para empezar lanzó su cuarto a espadas desde el 14 de junio de 2015 cuando dijo que sí quería ser candidata panista; luego, cuando la cosa se puso en confronta, dijo que si no iba por Partido Acción Nacional (PAN) podría ir como independiente; luego reculó y dice que no: que siempre a través de su partido-conservador…
…. Y ya comenzó a utilizar sus viejas conexiones mediáticas para retar a sus contrincantes políticos externos (Andrés Manuel López Obrador-Morena) y para descalificar a sus adversarios internos, como Ricardo Anaya el líder nacional panista y, de alguna manera, artífice de los triunfos electorales que derechizaron a parte del país el 5 de junio pasado.
La ex alumna y ex maestra del clerical Colegio Asunción, abogada por la Escuela Libre de Derecho y panista histórica dice que tiene derecho a aspirar a gobernar al país. Cierto: está muy en su derecho, como cada uno de los mexicanos, en democracia. Y sabe de qué se trata porque fue la primera dama de México de 2006 a 2012; así que, de grado o por fuerza, fue testigo-silencioso del aquelarre aquel en el que comenzó a incendiarse el país…
Y le pesa la sombra de su marido y por lo mismo a cada paso sale en su defensa, aunque dice que su aspiración política es ajena a aquella historia y que ella construye su propio camino.
Pero nada, que al verla, a los mexicanos se nos viene encima el recuerdo de aquel periodo sangriento; aquellos días en los que comenzó esta tragedia mexicana: la de la confrontación violenta y mortal. Antes que gobierno, la guerra; miles de muertos entonces; miles de errores e injusticias, ocultos en el cinismo de “los daños colaterales”…
… Porque sí; el gobierno de Felipe Calderón fue un periodo en el que el cinismo fue estilo de gobernar, una forma de ni ver ni oír como regla de autodefensa: insolencia y crueldad, venganzas y rencores: aquello fue el 2006-2012 mexicanos… Lo que sigue es parte de la historia, pero es otro capítulo que ya revisamos paso a paso… Y sin embargo para la aspirante a candidata presidencial panista aquel periodo fue ejemplar:
“En unos años se crea un Seguro Popular –dice- y se logra que antes 7 de cada 10 niños morían de leucemia y al final es al revés; más de 20 mil kilómetros de carreteras; reformas al sistema judicial; derechos humanos; en seguridad me parece que fue respondiéndose; infraestructura, salud, desarrollo, todo en medio de una crisis que tuvo que enfrentarse. El fortalecimiento de instituciones de seguridad; la economía se fortaleció y la inflación fue a la baja…”
Es decir que, el gobierno del señor Felipe Calderón fue ejemplar… aunque, por lo mismo, su partido perdió las elecciones en 2012 y, por lo mismo, la presidencia del país… ¿por qué sería?
Dice que no es testigo de que su marido se diera al alcohol con fruición; que no fue testigo de los acontecimientos extremadamente trágicos en los que ‘se dice’ que se bañó aquel gobierno; que no entiende todo aquello como un gobierno fallido. O sea, ‘ni vio ni oyó’ lo inconveniente.
Pues eso: El peligro radica en que si aquel fue, para ella, un gobierno ejemplar, seguramente repetirá ‘de otro modo, lo mismo’ y ese debe ser un alerta de alto riesgo para todos.
Su marido Felipe Calderón Hinojosa –que de hecho maneja su pre campaña panista–, sabe de triquiñuelas, de engaños, de mentiras y de traiciones; de venganzas y rencores. Y esa historia habrá de repetirse porque ella por muy independiente que se diga, responde a esa escuela de gobierno, la del impulso, la de la confrontación, la del cinismo, pues…
Y sí, sí tiene derecho a aspirar a ser presidenta de México; como nosotros –millones- tenemos derecho democrático a recordar y decir no a la vieja historia del principio: la de tragedia mexicana.