Palabra de Antígona
Sara Lovera*
Tres personajes del mundo involucrados en el Foro Generación Igualdad dijeron, este lunes, fuerte y recio, que la igualdad entre mujeres y hombres no puede retroceder, y que ninguna ideología, religión, situación crítica o la ignorancia justifica retrocesos o desairar al feminismo mundial, hoy lleno de creatividad juvenil y reclamos justificados.
El Foro, planeado antes de la llegada de la 4T, busca rendición de cuentas sobre lo que los gobiernos prometieron hace 25 años en Beijing. Aunque no se ha logrado en ningún país cerrar la brecha de desigualdad, hay gobiernos que la dificultan y plantean retrocesos.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, expusieron este panorama como si le hablaran al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Defendieron la participación de las organizaciones civiles, proscritas en esta administración, y reconocieron las protestas callejeras.
En el Zócalo de la capital del país, las madres de asesinadas, las colectivas y el grupo Nosotras Tenemos Otros Datos, dejaron en claro anoche que hay retroceso y que la absurda política del actual gobierno lesionó política y materialmente a la mitad de la población.
Fue Macron quien advirtió que “nada, ninguna ideología, ningún particularismo puede poner en tela de juicio el principio de igualdad”. Y dijo más: que no hay crisis ni obstáculo que entorpezca la lucha para que las mujeres del mundo disfruten plenamente de sus derechos. Como viendo a México, planteó que en Francia —en junio— se dará voz a aquellas que a diario abanderan luchas con valentía: “Escucharemos a nuestra juventud y estaremos atentos a sus aspiraciones por la igualdad”
Phumzile Mlambo-Ngcuka reconoció la feroz marea de activismo, las movilizaciones callejeras de millones de mujeres, el activismo en línea y en todas partes, la voz que debe escucharse. Mientras en México, sabemos, reciben insultos, descalificaciones, inhibición y encarcelamiento.
La Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, celebrada en Beijing (1995), comprometió a los gobiernos a reconocer las necesidades específicas de las mujeres. A 25 años, el Foro busca rendición de cuentas y autocrítica. Quizá México hará un papel ridículo. Quienes desde la sociedad participan ahí, saber que fueron escogidas y actúan a modo. Nosotras Tenemos Otros Datos, dice que la agenda o la nueva agenda debe defenderse, aunque parece no importar al Jefe del Estado mexicano.
Enumeran agravios y llaman a no hacerle el juego a la “farsa”, porque antes de la pandemia, el gobierno federal canceló los programas de organizaciones de la sociedad civil de mujeres, proscribió a quienes por muchos las atendieron en sus territorios, desapareció las estancias Infantiles. Millones de mujeres fueron afectadas y el presidente ridiculizó la violencia en casa durante la covid-19.
Se desestimó la protección a víctimas en un país de 11 feminicidios al día. Por eso “es una farsa”. Hoy pregunto, si esto lo escuchó bien el presidente de la República. O ahora dirá que Onu Mujeres está entre sus adversarios y los gobiernos, todos, actúan contra él. Veremos.
*Periodista, directora del portal informativo SemMéxico.mx