Mauricio Carrera
Fragmento
Fortuna guardaba silencio. Se repetía aquello que era, más que una cantaleta, un amuleto: “Me gusta la noche y sus estrellas. El sabor de los besos bien dados.
El aroma del amanecer y sus esperanzas.Los guisos que me recuerdan a mi madre. La lluvia en el rostro y el polvo del camino en los pies. Los caballos y las cosas aladas. El pan recién horneado. Los guerreros que me quitan el sueño, el brillo de las dagas y los reinos lejanos. No he de morir hoy ni mañana…” Fortuna.
La mujer de la Conquista