Francisco Rodríguez
En 2012 el PAN inició su proceso de expulsión por su apoyo público a candidatos del PRI como Enrique Peña Nieto. Fue echado del Partido Acción Nacional en 2013. Y ahora regresa al blanquiazul como clavo ardiente de cuya (mala) fama se cuelga el dirigente –que no líder– Marko Cortés.
Sus palabras lo pintan tal cual es: quiere “darle en la madre a esta Cuarta Transformación”.
La primera vez que vi a Fox era un entusiasta priísta. Tenía razones. Había recibido la protección de Luis H. Ducoing cuando éste gobernaba Guanajuato. A Vicente y a uno de sus hermanos los habían aprehendido in fraganti cuando contrabandeaban por la vía aérea semilla traída al país desde los Estados Unidos. El piloto de la avioneta, fue el chivo expiatorio. Un viejo gringo, que meses después moriría en la cárcel.
Y sí, en una gira del entonces presidente Miguel de la Madrid, a la que el escribidor había sido invitado, se acercó a empellones hasta la puerta del autobús que en ese momento abordaba el mandatario para continuar su periplo por Guanajuato, para entregarle una caja con un par de botas y un grito adulador: “¡Estamos con usted, señor Presidente!”.
La conveniencia lo hizo migrar al PAN. Bajo la bandera albiceleste fue diputado federal, contendió dos veces por la gubernatura guanajuatense, y por la Presidencia de la República. Sus pleitos con Felipe Calderón lo hicieron regresar a los brazos del PRI y apoyó con todo al corrupto peñanietismo desde la campaña electoral del 2012.
Y ahora vuelve al PAN.
De convicciones firmes no estamos hablando. Su ideología es una veleta que se mueve según soplan los vientos que a él y a sus negocios –periódico, cadena de TV, hospitales, hoteles, constructora y plantíos de marihuana, entre otros– convienen.
Pierden más los desesperados panistas que lo que pensaban ganar.
En términos contables, Vicente Fox no es un activo. Es un activo muerto con el cual deberán arrastrarse todavía más.
El “pase de charola” de Alejandro Kuri
En la imagen del centro de esta colaboración aparece Saylin Millán, enfundada en un vestido rojo. Ella es la flamante esposa de Alejandro Kuri, protagonista de múltiples escándalos por corrupción en la recién fundada Segalmex y actual funcionario de la misma.
Kuri presume en sus redes sociales su segunda luna de miel, a unos meses de su boda celebrada con costosas botellas de champagne y tequila dignos de un exitoso sobreviviente de la 4T.
Aquí durante los festejos del Grito de Independencia en un exclusivo club de Acapulco, Guerrero, en compañía de Emiliano Manzo, hijo de su ex jefe el ex director de Liconsa en el sexenio anterior, Abelardo Manzo González.
La dolce vita, producto de no pocas corruptelas perpetradas en el sexenio anterior y que ¡siguen en el presente del “limpio” periodo de la 4T!
Véase si no cuando, según relata el colega Mauricio Flores, “Néstor Daniel Palacares –que en el pasado sexenio presumía de ser operador del ex secretario Eviel Pérez– ya había sido despedido de Liconsa por el presunto ‘pase de charola’ con proveedores de la empresa de alimentos, siendo el caso más sonado cuando le pedía ‘cinco dedos’ a la firma de logística EHL. No sabemos si el actual director de Liconsa, Bernardo Fernández, está al tanto de esos antecedentes, pero Palancares, coordinado con otro funcionario de Segalmex, Alejandro Kuri, dejaron contratitos a firmas como Transportes Juan Pablo, Transportadora Iberoamericana y a Translíquidos Serra… y reservaron 90% a Transportes Refrigerados López, pese a la serie de denuncias y litigios que tiene contra la el organismo. Claro, existe ‘la leyenda negra’ en el medio agroindustrial que Kuri-Palancares siguen con el ‘pase de charola’ según a nombre de sus superiores, a razón 60 centavos por litro, a productores y acopiadores según para ‘agilizar procesos’”.
Todo esto deja una vez más en evidencia que para la 4T no alcanzará un sexenio para terminar con las raíces de corruptelas que quedaron heredadas del anterior sexenio.
Reclamo de Rosario Robles a Osorio Chong
Los medios se solazaron con el audio de la hija de Rosario Robles leyendo una misiva escrita por la ex funcionaria desde la prisión en la que está reluida.
De lo que no han dado cuenta aún es de los reclamos que en privado ha hecho Mariana Moguel, también a nombre de su progenitora, al ahora senador –coordinador de la exigua fracción del PRI en la Cámara Alta– Miguel Ángel Osorio Chong por haberla abandonado a su suerte.
Osorio, como se ha dicho en repetidas ocasiones aquí y en otros espacios, fue una suerte de “cerebro” en los desvíos presupuestarios de la llamada “Estafa Maestra”. Muy buenas cantidades de numerario tuvieron como destino final el “cochinito” que Robles, experta en el tema, formaba para la pretendida campaña presidencial del hidalguense.
Y ahora, de acuerdo a la propia Robles a través de su hija, la ha abandonado.
¿Será porque Osorio está guardando sus mejores pertrechos para defenderse él mismo?, porque, hasta donde él mismo sabe, en lo de la “Estafa Maestra” ya la brincó Meade, pero todavía ni él ni Eviel Magaña lo consiguen.
¿Usted qué cree?
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